AMLO y Cuitláhuac
Hay entre el presidente de la república y el gobierno de Veracruz, mil años luz de distancia en la práctica política.
El presidente, cada vez más cerca del corazón social. Giras cada semana. Al principio, los fines. Ahora, entresemana. Y su góber jarocho, cada más lejos de la población. La última ocurrencia, agarrar el machete para cortar el monte... creyendo quizá que cuajaría en las neuronas ciudadanas.
Luis Velázquez
El presidente, aumentando los programas sociales. Y el góber, dejando todo al delegado federal, Manuel Huerta.
El presidente, encarcelando cada vez a mayor número de políticos. Emilio Lozoya, Genaro García Luna, César Duarte, Rosario Robles. Y el góber, luego de tantas denuncias penales de su gabinete legal y ampliado en contra de yunistas, duartistas y hasta fidelistas, un solo ex funcionario, de SEFIPLAN, preso.
El presidente, motivando a la población para votar en encuesta popular, incluso, a mano alzada, para llevar a juicio a Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Carlos Salinas, y el góber, en el limbo, extendiendo el gran programa social de “El machete” en otras demarcaciones.
El presidente, en un activismo singular, desde el video filmado en su rancho en Chiapas sentado en un sillón tlacotalpeño debajo de un árbol gigantesco, tronando contra Felipe Calderón, hasta ruedas de prensa exclusivas, como por ejemplo, con los reporteros de La Jornada el domingo 6 de septiembre. Y el góber, apostando la vida a las redes sociales y a los tuitazos tipo Donald Trump.
El presidente, apretando tuercas en el gabinete y al momento, con trece funcionarios renunciados. Y el góber, “dejando hacer y dejando pasar” a los suyos, porque todos son congruentes, ajá, con la 4T, la purificación moral y la honestidad valiente.
El presidente, festinando el bloqueo del Instituto Nacional Electoral a los presuntos partidos políticos de Felipe Calderón (México libre) y de la profe Elba Esther Gordillo (Redes Sociales). Y el góber, en el limbo, de cara, por ejemplo, a la elección de presidentes municipales y diputados locales y federales.
El presidente, abonando el surco electoral para el año entrante cuando en las urnas nominarán a quince gobernadores y 500 diputados federales. Y el góber, soñando con su programa “El machete nos hará libres”, triunfadores y exitosos.
MACHETAZO SE IMPONE…
Está claro: el góber necesita una zarandeada obradorista.
Más, porque todo parece nadie en el gabinete legal y ampliado le hace mirar alrededor y reorientarse.
Y por el contrario, como está sucediendo con el secretario General de Gobierno, las neuronas solo alcanzan para reproducir “al pie de la letra”, copia Xerox, los morunazos para cortar el monte y que más bien asemejan ocurrencias escolares.
Pronto fue el góber al desencanto social con sus buenos deseos cuando por ejemplo le tomaban la foto caminando en un pasillo de Palacio Nacional repitiendo en las redes sociales que gestionaba apoyos para Veracruz, incluso, hasta en presuntas audiencias con el vocero presidencial.
Mientras, el semillero de cadáveres sembrando la destrucción y la muerte en cada rincón de la entidad geográfica, creando y recreando la sensación y la percepción de un Estado Fallido ante un Estado Delincuencial, donde los carteles y cartelitos son terroristas fanáticos.
Veracruz, alternando en el primero y segundo lugar nacional en feminicidios, secuestros y extorsiones.
Veracruz, y por alguna razón poderosa será, disputado por casi todos los carteles del país.
Veracruz, el paraíso de la saña y la barbarie. Mujeres asesinadas cuando la familia ha sido incapaz de reunir el dinero del rescate. Mujeres asesinadas en la calle delante de sus hijas. Mujeres decapitadas y arrojado el cadáver por un lado y la cabeza por otro. Mujeres indígenas asesinadas en la madrugada en sus casas.
Los malos, resonando los tambores del miedo presagiando una tormenta peor en medio de la impunidad.
Y aun cuando de vez en vez desde la Fiscalía General son dichosos y felices cacareando la captura de un presunto jefe narco se trata de golondrinas solitarias tratando de anunciar el verano, porque, incluso, el mismo día, hay más secuestros y asesinatos.
Los 79 crímenes de odio cometidos en Veracruz en los últimos tres años y que llevara a plantón de la comunidad lésbica en Xalapa ante el edificio de la Fiscal, aquella de que “Aquí mando yo”.
LA MAQUINARIA DEL PODER
Mil años luz de distancia entre el presidente y el gobernador.
“Lejos de los alaridos tuiteros” (Jan Martínez Ahrens) y mediáticos, el más intenso y apasionado “El dos del palacio” (y que algún objetivo tendrá), el gobierno de Veracruz tiene la mayor maquinaria de poder de Veracruz.
Seguridad Pública, Fuerza Civil, Guardia Nacional, policías municipales, incluso, guardias comunitarias y autodefensas para enfrentar el oleaje de los malandros, y sin embargo, los operativos han fracasado.
Ta”™cañón, por ejemplo, la pobreza y la miseria. El desempleo, el subempleo y los salarios insultantes. La baja calidad educativa y la peor de salud. El cero desarrollo humano.
Pero más peor está que además de la pesadilla anterior, se viva en medio del horror, temerosos todos de un asalto, un secuestro, una desaparición, el ultraje y el asesinato, y que los días y noches caminen como si nada pasara y sin que ninguna familia pueda darse un respiro.
Incluso, y dado el activismo presidencial, pareciera que el góber es alérgico a los pendientes sociales y que desea seguir usufructuando su vida fifí, sabadaba y salsera como cuando era, digamos, diputado federal y maestro durante veinte años, dice, de la Universidad Veracruzana y un CETIS.
Es más, el góber se habría “vanagloriado ante su núcleo más fiel” de haber asestado mazazos a la yunicidad y el duartazgo con tantas denuncias penales, pero su músculo y puño fueron efímeros, sin mayor trascendencia, simples piruetas políticas sin sentido.
Así como va se está haciendo demasiado tarde para apretar el acelerador. Y el día cuando despierte y advierta, como en el cuento de Tito Monterroso, el dinosaurio opositor, panista sobre todo, se habrá metido hasta la cocina…, a menos, claro, que fuera degollado a punta de machetazos.