Primero, JJ ordenó destituir al magistrado del Tribunal Superior de Justicia, TSJ, Marco Antonio Lezama Moo, elegido para un periodo de diez años que empezara en el mes de julio del año 2014.
Es decir, para terminar en el año 2024.
Pero como, todo indica, Gómez Cazarí­n recibió la orden superior de acomodar a la licenciada Marí­a Lilia Viveros Ramí­rez, quizá hasta su candidata, entonces se le hizo fácil violentar la ley ("Aquí­ mando yo" dirí­a la Fiscal General) y que lo tumba.
Lezama Moo aplicó la ley.
Interpuso demanda ante un juez federal.
Los dí­as caminaron y el juez ha dictaminado.
Lezamo Moo ha de ser restituido como magistrado del TSJ.
Simple y llanamente.
¡Vaya revés para la 4T, la purificación moral, la honestidad valiente y la nueva dinastí­a en el poder polí­tico del gobierno de Veracruz, incluidos los tres poderes.
Poder Ejecutivo.
Poder Legislativo.
Y Poder Judicial.
El argumento de la LXV Legislatura, mejor dicho, de Gómez Cazarí­n, a través de sus operadores fue ridí­culo, absurdo:
"Nos faltó tiempo", dijeron.
Ahora, el juez federal estará pendiente de que su orden sea cumplida y lo más pronto posible por Gómez Cazarí­n, anexos y conexos.
De seguro por ahí­ buscará un cargo alterno para su recomendada o la recomendada del palacio, Marí­a Lilia Viveros Ramí­rez.
Ta´gí¼eno.
¡Pobres siervos de la nación!
¡Pobrecitos soldaditos de la patria!
¡Pobres mesiánicos!
¡Pobrecitos cí­nicos que llegaron al poder gritoneando que todos sus antecesores son pillos y corruptos y todos ellos, ángeles de la pureza!
¡La soberbia polí­tica, la petulancia y la altivez en su decibel más alto!
¡Más mesiánicos que los priistas y los panistas!

LA HORMA DE SU ZAPATO

El magistrado Marco Antonio Lezama Moo ha puesto el ejemplo, la filosofí­a social a observar.
La denuncia penal.
La denuncia ante la autoridad correspondiente.
El conocimiento profundo de la ley para tener, "más que los pelos de la burra en la mano, la burra completa" y proceder.
¡Basta ya, ya, ya, de abusos y excesos del poder!
Lezama Moo se lanzó solito y ganó la batalla.
Su conocimiento de la ley.
Su experiencia.
Sus posgrados.
Su estrategia.
Pero más aún, la ley de su lado para ganar la batalla más importante de su vida, cuando en la sexta, séptima década, los mesiánicos creen que son dueños únicos y absolutos del poder y pueden atropellar los derechos humanos fundamentales.
El diputado local, Juan Javier Gómez Cazarí­n, se topó "con la horma de su zapato.
A ver si así­ se vuelve o volverí­a humilde, sencillo, amable, respetuoso.