Un país solo...
Finalizamos el quinto mes de la pandemia y sólo queda clara el fracaso del par de López, dice el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica. Andrés Manuel López Obrador, el presidente de la república, y Hugo López, el subsecretario de Salud federal, soñando, quizá, a estas alturas, con la secretaría.
En el centro del fuego pirotécnico, la ignorancia en la toma de decisiones para enfrentar la pandemia, las insólitas adivinanzas a que están jugando y las supersticiones.
Luis Velázquez
Incluso, el choque abierto y frontal con una parte de los gobernadores del país y hasta de presidentes municipales, como en Veracruz, donde cada quien tiene su COVID y estrategia sanitaria.
Hacia el final del camino, dice el maestro en Ciencias Políticas graduado en la Universidad Complutense de Madrid, doctor en Sociología en la Universidad Autónoma de Puebla, hay una realidad terrible:
Los ciudadanos estamos solos.
Y al gobierno de la 4T, la purificación moral y la honestidad valiente... le importa poco, o nada, la salud del pueblo.
Por encima de los contagiados y los muertos, dice, está la pelea electoral.
La lucha por las quince gubernaturas a disputarse en las urnas de aquí a mediados del año entrante, más la elección de los doscientos doce alcaldes de Veracruz y los diputados locales y federales.
Hemos visto casos, dice el profesor, como en Oaxaca, Santa María Chimalapa en la región del Istmo, donde la gente está muriendo y la autoridad desconoce si es por el COVID.
Y más cuando el hospital público cercano está a setenta kilómetros.
O en Nochixtlán, otro poblado oaxaqueño, donde en el hospital solo hay una cama con un respirador para atender a treinta y siete municipios de la región.
Incluso, lo mismo está pasando en las demarcaciones indígenas de Veracruz ubicadas en Chicontepec y Zongolica.
Tan solo en Misantla, los hospitales quedaron sin espacios, en tanto una ambulancia cobra veinticinco mil pesos por trasladar una persona enferma del coronavirus a Xalapa.
El gobernador de Veracruz y su secretario de Salud pidiendo a la población que por favor, por favorcito, nadie se enferme que porque los hospitales está saturados.
Pero, bueno, el par de López (López Obrador y López Gatell) siguen trepados en el gran ring electoral del país apostando a la polarización como nunca antes en la historia.
Quizá, acaso, porque López Obrador es un político belicoso desde sus orígenes y ahora cuando es presidente de la república olvidó que su obligación moral es la concordia en vez de la discordia.
PUEBLO POBRE, GOBIERNO RICO
En la mirada del politólogo originario de Coatepec, Veracruz, lo más angustiante es que de acuerdo con las cifras de la prensa nacional, el cuarenta y dos por ciento de las personas que ingresan a los hospitales del Seguro Social, por ejemplo, mueren de forma irremediable.
Y por eso mismo, quizá, el secretario General de Gobierno, Éric Patrocinio Cisneros Burgos, decidió internarse en la Beneficencia Española, donde de entrada piden 50 mil pesos de depósito y cuando se agotan otros 50 mil pesos, y en el caso, sin duda, dice el maestro, con cargo al presupuesto oficial.
Peor tantito:
Según un estudio de la UNAM, la máxima casa de estudios de la nación, la pandemia ya llegó a las zonas periféricas de las ciudades urbanas y suburbanas y de las zonas rurales y por eso, de pronto, el rebrote de contagios.
Tantas personas enfermas que, por ejemplo, el gobierno federal fue obligado a abrir los hospitales manejados por el Ejército para atender a la población, como en el caso, incluso, las zonas militares en Boca del Río, Tuxpan y Minatitlán, dado que los municipios alrededor carecen de hospitales.
Insólito, una política sanitaria para ofrecer alternativas de una cura a la población en general, sobre todo a la población en la miseria, la pobreza y la jodidez, y otra política para canalizar a los funcionarios públicos, pues ninguno acepta internarse en el Seguro Social como tampoco en el ISSSTE, y menos, mucho menos, en los hospitales regionales.
Incluso, la misma filosofía fue aplicada con los funcionarios federales, evidenciando una vez más la política obradorista de que en su gobierno hasta el funcionario más humilde y sencillo sería atendido en el ISSSTE, y por tanto, que por ningún concepto habría pago de seguros privados.
Dice Ronzón Verónica: Desde la homilía mañanera se dijo que en el sexenio de MORENA nunca sería permitido un pueblo pobre con gobierno rico y la pandemia puso a cada parte en su lugar. Pura palabrería.
RODEADOS DE PANDEMIAS
La señora madre del politólogo falleció. Y fueron aquellos días terribles, porque anduvo de un hospital a otro con su madre enferma y rechazada.
Y por eso mismo tuvo oportunidad de comprobar la actitud oficial cuando las circunstancias rebasaron y siguen trascendiendo la capacidad de las secretarías de Salud federal y estatal.
Por eso, asegura que la población está sola en una pandemia que por lo pronto, ha generado una recesión en escalada con un resultado fatídico, pues montón de empresas, industrias, fábricas, comercios, negocios y changarros, anexos y conexos, han quebrado y bajado el talón, despidiendo a un número insólito de trabajadores, todos, a la deriva social y económica, pues aun cuando hayan sido liquidados al cien por ciento, o a la mitad, el dinerito pronto se acabará.
Más en caso de que de pronto un familiar sea contagiado.
Peor todavía si se considera que con los recursos de la liquidación ningún negocito puede emprenderse porque los vientos huracanados son inclementes y un día, en la adivinanza, la secretaría de Salud levanta la cuarentena y una semana después otra vez la establece, como si de plano las tribus políticas jugaran al conejo atrás de la zanahoria.
Pandemia una, el coronavirus.
Pandemia dos, la recesión.
Pandemia tres, el desempleo y subempleo.
Pandemia cuatro, la desesperación económica de los padres de familia.
Pandemia cinco, el oleaje de la inseguridad, la incertidumbre y la zozobra, inacabable, sin tregua de los malandros.
Y pandemia cinco, el tsunami de la impunidad.
¡Vaya destino social de la población en el tiempo de MORENA! dice el maestro en Ciencias Políticas.