Caravana automovilística
•Tumbar a AMLO de la silla
•Liga de la Decencia jarocha
ESCALERAS: La Liga de la Decencia, que por ahora tiene los colores guinda y marrón, dirá que las caravanas automovilísticas en Veracruz y el resto del país significan un atentado a las buenas costumbres.
Más, con las leyenda fatídica que muestran. “AMLO, no te queremos en Veracruz”. “¡AMLO vete ya!”.
Los conductores y copilotos andan en la marcha y se expresan como Dios los trajo al mundo.
Luis Velázquez
Desnudos en su ideología. Tan delirante la izquierda, digamos, como la derecha.
Las pasiones ideológicas convertidas en pasioncillas. La lucha frontal, en ningún momento para abatir la pobreza y la miseria, sino para lanzar a AMLO del paraíso terrenal y cambiarlo por otra dinastía.
PASAMANOS: Los chairos, siervos de la nación y soldados de la patria como se llaman dirán que en la caravana participan los antimexicanos, los perversos, los feligreses de las capillas roja y azul.
Incluso, levantarán sus voces asegurando que hablar mal de AMLO es hablar mal de la nación como en el siglo pasado comparaban a cada presidente de la república con la patria.
CORREDORES: Desde hace ratito, antes de la BOA, las caravanas andaban por ahí bombardeando con sus cartulinas al nuevo héroe patrio, el tabasqueño que llegó a Palacio Nacional efectuando marchas de Tabasco a la Ciudad de México con indígenas y campesinos en contra de Pemex.
Ahora, los hijos de Agustín de Iturbide, Antonio López de Santa Anna y Maximiliano de Habsburgo engloban el reality-show de los renegados y disidentes.
Pachanga bonita en el tiempo del coronavirus para salir a la calle los fines de semana y hacer un streap-tease político.
Relajito puro. Onda bonita. Solo les falta levantar la mano desde el asiento del automóvil con la V de la victoria.
BALCONES: Pronto quizá, en la siguiente marcha automovilística regalarán discos con las canciones de Oscar Chávez y Víctor Jara, el intérprete y compositor asesinado por los militares de Augusto Pinochet en el golpe a Salvador Allende.
Acaso también regalen el Diario del Che Guevara para mostrar que sueñan con el paraíso socialista…, pero desde la derecha, por ejemplo, como los cristeros en el siglo pasado.
Por lo pronto, nadie dudaría de que sus fotos VIP se publicarían en las páginas de sociales de la prensa escrita y saldrán por ahí en televisión en uno que otro evento de caridad a los niños huérfanos.
PASILLOS: Se ignora si tales caravanas automovilísticas escarbarán la conciencia electoral de cada ciudadano para multiplicar el rechazo a AMLO.
Cierto, hay un descontento social cada vez creciente porque la pandemia ha servido para la polarización política.
Pero aun cuando el impacto sicológico de la marcha en coches (¡vaya comodidad!) ningún feligrés incorporaría al frente de batalla, se esperaría que con todo y festín la indignación crónica se conserve en las neuronas de los participantes.
VENTANAS: En ninguna crónica periodística han identificado a los organizadores en Veracruz y en el resto del país.
Bien podría tratarse de la BOA nacional. Los gobernadores en su frente amplio. Los mandatarios del PAN. Las cúpulas empresariales. La BOA jarocha, aquellos que asegura el góber bendecido por AMLO “quieren derrotarlo en las urnas”.
Mientras, se agazapan en el anonimato. Quizá “un oreja” del gobierno de Veracruz ha filmado los autos registrando las placas para rastrear la pista del dueño en la dirección de Tránsito del Estado y dar el siguiente paso.
Por lo pronto, desde el anonimato seguirán con más caravanas los fines de semana, medio infalible para distraerse con el encarcelamiento en casa que todos vivimos y padecemos.