Voz en el desierto
•Pataleos del PAN
•El Chapito, solo
ESCALERAS: Joaquín Guzmán Avilés, presidente del CDE del PAN, denuncia al sexenio guinda y marrón. Y nadie lo escucha. Y nada pasa como dijera aquel.
Así, la conferencia de prensa semanal ha perdido su sentido, de igual modo, digamos, como las denuncias de otros sectores sociales, inclusive, hasta las marchas y las caminatas y la resistencia pacífica.
Luis Velázquez
Hay protestas, por ejemplo, en los 4 puntos cardinales y la constante es la misma. En el palacio de Xalapa están sordos. O les vale la inconformidad social.
PASAMANOS: En la última conferencia denunció el presunto recorte presupuestal a los partidos políticos anunciado por el góber jarocho de Amlove.
Y de paso se lanzó contra el dedazo manifiesto en el IVAI imponiendo como consejera presidenta a la esposa del secretario de Educación.
Pero sin éxito.
El recorte a los partidos políticos fue puesto en la cancha por Amlove, el presidente de la república, y su góber en Veracruz repiqueteando las campanas para quedar bien.
Y en el caso del nepotismo y tráfico de influencias del profe Zenyazen es una característica del estilo personal de ejercer el poder de los Morenistas.
Guzmán Avilés se desgasta.
CORREDORES: Difícil, entonces, que la elite panista gane liderazgo político, social, moral y partidista en la población electoral.
Y menos en el tiempo del COVID 19 donde el desempleo y el subempleo y la tremenda recesión en puerta se agudizan más como ha profetizado el Fondo Monetario Internacional, FMI.
Los titulares se ocupan del coronavirus y el CDE azul del recorte del erario a los partidos políticos, una distancia mil años luz.
BALCONES: Por eso da ternura mirar a la cúpula azul con su jefe superior al centro rodeado de los suyos como estatuas de sal y que si voltean a un lado, ya saben la maldición de la mujer de Lot huyendo de Sodoma y Gomorra cuando ardía en medio de las llamas.
Y es que “El chapito” se desgasta y también expone a su comité directivo, pues ningún resultado social genera en el edificio de enfrente.
Los Morenos llegaron al poder y de igual manera que los priistas y panistas y perredistas en su tiempo, a nadie escuchan.
Le llaman el mesianismo del poder. La silla embrujada del palacio decía Eufemio Zapata porque a todos enloquece.
PASILLOS: Ha de preguntarse, por ejemplo, cuántos de los 8 millones de habitantes de Veracruz (digamos, unos 4 millones entre la población económicamente activa, PEA, y los jóvenes), conocerán de las denuncias del CDE del PAN.
Y en una encuesta “a mano alzada”…quizá la respuesta sería baja, demasiada baja, pues la población anda ocupada en otras cosas. Uno, el COVID. Dos, el desempleo. Tres, la inseguridad. Y cuatro, la impunidad.
VENTANAS: En el país hay reclamos sociales y Amlove, publica el semanario Proceso en portada, inmune, y hasta pitorreándose con su famosa estampita de “Detente enemigo”.
Y el góber jarocho… impartiendo clases de matemáticas en línea.
Y Guzmán Avilés, predicando en el desierto.
En todo caso, el presidente azul cumple con su parte, y se ignora si sus huestes, sus equipos en los comités municipales, adoctrinan a la población.
Por eso, es la hora de la resistencia pacífica para utilizar otras estrategias funcionales.
Y girando, claro, alrededor de los errores del sexenio de MORENA y que son muchos, los más acentuados, la violencia con el tiradero de cadáveres, y el desempleo, y el nepotismo y el subejercicio y el reparto de las mieles del poder entre ellos mismos y familiares y aliados y socios.