ADN priista
El PRI está en proceso de elección del comité ejecutivo nacional. Y el ADN priista (la traición, la deslealtad, la deslealtad a sí mismo, la docilidad, la sumisión y el vasallaje) alcanzan su dimensión estelar.
En el caso Veracruz, por ejemplo, las historias inverosímiles son las siguientes:
Javier Duarte gobernaba Veracruz. Entonces, lanzó a su Barbie favorita, Anilú Ingram Vallines, de candidata a diputada federal. Y perdió en las urnas.
Luis Velázquez
Furioso, irritado, fuera de control, Duarte inculpó a un par de priistas y los acusó de “enanos del tapanco”.
El primero, Daniel Galindo. Y el segundo, Marlon Ramírez.
Años después, Marlon Ramírez está asociado, hermanita de sueños, con Anilú. La primera manifestación fue cuando Marlon y Anilú integraron un frente común para encumbrar al “enano de Duarte” como presidente del CDE del PRI.
Incluso, Marlon traicionó a su ex amigo Raúl Díaz Diez para quedarse con la regiduría luego de perder la candidatura priista a presidente municipal, tiempo cuando el tiburón Fidel Kuri Grajales los desbarrancara.
Y la segunda expresión de traiciones y desparpajos y deslealtades y de componendas se ha consumado ahora.
Anilú y Marlon son aliados para amarrar la presidencia del CEN del PRI a favor de Alito, el gobernador con licencia de Campeche, conocido en la cancha política como “Amlito”, por su proclividad al presidente de la república.
Más indicativa la alianza entre Marlon y Anilú cuando Marlon perdiera la elección partidista en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, y en donde está conflictuado con todas, casi todas las elites políticas, dado su carácter y temperamento, Carolina Gudiño Corro, la más encendida.
CINISMO EN SU MíS ALTO DECIBEL
Si existe un par de priistas refocilados y fermentados en su rencor y odio son Marlon y Carolina Gudiño, con una carrera meteórica en el Fidelato con cuatro cargos públicos, a saber, directora del instituto de la Mujer, diputada local y federal y presidenta municipal de Veracruz, además de la fallida candidatura a diputada federal (por segunda ocasión) ahora por el distrito de Boca del Río, feudo de los Yunes azules.
Y sin embargo, ahora con la candidatura de AMLITO a la presidencia del CEN del PRI, la Gudiño y Marlon son aliados.
Para Ripley.
El cinismo en su más alta dimensión. La desfachatez y el desparpajo.
El AND tricolor incluye, además, la sumisión y el vasallaje, pues la militancia sabe, está consciente de sumarse y sumirse en todos los procesos electorales a la orden superior.
La base militante, por ejemplo, nunca ha conocido ni ejercido la libertad política para elegir.
En la historia de la sociología política los han identificado como unos borreguitos. “La cargada” y “la estampida de los búfalos” también les denominaron en el siglo pasado.
Por ejemplo:
De acuerdo con las versiones, en el camino a la elección en las urnas partidistas hay dos candidatos. Alito, mejor dicho, AMLITO, y la ex gobernadora de Yucatán y ex diputada federal y ex senadora de la república, Ivonne Ortega.
En una semblanza partidista, Ivonne Ortega ha despertado más, mucho más simpatías en Veracruz, con todo y que con AMLITO “sacaron sus trapitos al sol” sobre el origen de sus riquezas.
Es más conocida. Más respetada. Con mejor vibra y mucho mejor karma. Con una biografía política y social más sólida y consistente. Con mayor autoridad moral.
Y sin embargo, para el politólogo Ramón Benítez, tanto las elites como los jefes de la militancia y la militancia misma están esperando “la línea” de los jefes máximos del priismo encabezados por la presidenta Claudia Ruiz Massieu y Enrique Peña Nieto asociado con Carlos Salinas, el gurú, el fetiche, el tótem.
Y sin la orden superior nadie se mueve.
Y según sea la línea de la Ciudad de México por ahí votarán en Veracruz.
Y la línea, hasta donde se sabe si se sabe bien, es por AMLITO, el gobernador con licencia ligado a varios juniors, castas privilegiadas, del priismo nacional, entre otros, los hijos de Roberto Madrazo Pintado y José Murat Casab, además, claro, de Claudia Ruiz Massieu, su compañera en anterior legislatura federal.
IVONNE JUEGA A UN PEDACITO DEL PASTEL
La pelota está en la cancha roja. Pero luego de cuando el doctor José Narro, el otro aspirante al CEN, denunciara la línea a favor de AMLITO, y dada “la cargada” en Veracruz a su favor, Ivonne Ortega será, sería, sacrificada.
Incluso, bien podría entrar a la historia tricolor como la mártir de la democracia partidista en el siglo XXI, pues luego de conocer las entrañas del monstruo resulta inverosímil continuar creyendo en la transparencia electoral.
Quizá, nadie lo dudaría, Ivonne esté consciente de su derrota anunciada para ver si AMLITO se compadece y le comparte algún pedacito del pastel. Para ella o los suyos.
Los dinosaurios Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón, antiguos aliados de Carlos Salinas, fans de José Narro, ya se resignaron, pues tenían de “gallito” al exrector de la UNAM.