Un pueblo clama para que liberen a secuestrada
•Ama de casa y comerciante de aguas frescas fue sustraída violentamente de su casa cuando trabajaba en Cosoleacaque
•En el pasado mes de abril habían plagiado a su hermana y la soltaron viva tras el pago de rescate
Por IGNACIO CARVAJAL
Rubicelia RamÃrez (57 años) debe hasta la ropa que trae puesta.
Tuvo que pedir prestado, vender enseres domésticos y varias cosas de valor para pagar el rescate de su hija, Nallely Caballero RamÃrez, quien fue privada de la libertad a finales de abril pasado.
Con sacrificios, pero pudo pagar el rescate y Nallely fue liberada.
Varios hermanos de su iglesia cooperaron, los vecinos y los amigos dieron su parte al saber que la señora Rubicelia, comerciante de aguas frescas yhelados, pasaba ese drama.
La hija regresó y los malestares de salud de Rubicelia serÃan menos. Estaba determinada a trabajar duro para pagarle a todos quiénes le prestaron para juntar el rescate.
Sin embargo jamás imaginó volver a sufrir el mismo delito en menos de un año, y asÃ, Sujeydy Caballero RamÃrez, de 37 años, madre de dos, con seis meses de embarazo, hija de Rubicelia RamÃrez, fue secuestrada la tarde del miércoles.
Los maleantes se la llevaron de la calle Dante Delgado, en la-->
colonia Insurgentes, de Minatitlán.
La joven estaba vendiendo aguas frescas de sabores sobre una avenida cuando fue interceptada por sujetos que viajaban a bordo de un coche de lujo.
Entre gritos se llevaron a la joven, en la escena solo quedaron las sandalias que portaba. Cómo si la hubieran arrancado de los brazos de su madre.
Comenzó el drama de nuevo para Rubicelia, quien está vez no se quedó callada.
De inmediato avisó a su comunidad en la iglesia. A los vecinos y a los amigos. Para las diez de la noche, medio centenar de personas habían tomado un carril de la autopista Cosoleacaque-La Tinaja para exigir la liberación de la embarazada.
Los inconformes, en su mayoría mujeres, marcharon a la carretera de cuota con palos, ramas, cuerdas, llantas y piedras, y en vilo, las amontonaron en fila para bloquear la arteria de comunicación al sureste mexicano, en el sentido Villahermosa - Acayucan, justo a la altura de Cosoleacaque.
Cada mujer y cada hombre presente está noche en la protesta conoce a las víctimas. Casi todos ellos forman parte de la misma iglesia evangélica. Tapados de la cara algunos, blandiendo machetes o palos, han rodeado el lugar donde Rubicelia descansa un poco.
Las manos entrelazadas sobre una bebida hidratante, la madre no deja de lanzar súplicas a los secuestradores:
"Por favor, regresen a mi hija, ya no tenemos dinero. Somos hijos de Dios. Ella sabe de la Palabra. No les vamos a tener rencor. Los perdonamos. Pero por favor regresen bien a Sugeydy, sus dos hijos la esperan".
Y remarca: "No queremos más problemas, no los vamos a denunciar, por favor regresen a Sugeydy".
La señora recuerda las secuelas del primer caso:
"Ya no tenemos nada. Solo deudas. Se le debe a los hermanos y amigos que nos prestaron para el rescate.
"Después de que la liberaron, nos fuimos un tiempo de acá, regresamos a seguir la vida, y ahora nos pasa esto", dice.
La otra hija ya no se encuentra en Minatitlán. La familia de Rubicelia vive en la misma zona del menor Eliasib Victorio Juárez, de 6 años de edad, secuestrado en días pasados en la región, y así, después del caso el niño, fue como Nallely vio de nuevo cerca el riesgo y se exilió de Mina.
Después de unas cuatro horas de bloqueo carretero, la familia y vecinos llegaron a un acuerdo con las autoridades para levantarlo y volver a casa para seguir haciendo oraciones a favor de la secuestrada.
Con Sugeydy serían 35 las personas que actualmente en Veracruz están secuestradas. La Fiscalía general del estado informó que de diciembre de 2018 a la fecha suman 226 secuestros denunciados, que han generado 247 víctimas.
El gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha exigido a la unidad Antisecuestros de la Fiscalía ponerse a trabajar y capturar a esas bandas.