Al momento, doce polí­ticos y lí­deres sindicales asesinados. El último rafagueo de los malandros toma nueva dimensión. Ahora van, digamos, por funcionarios menores.
El viernes 5 de julio, en Texistepec, dos empleados del Ayuntamiento, con cargos públicos, fueron tiroteados. Los proyectiles estrellaron en el cristal de la ventanilla del lado del copiloto. El par, herido. Iban en la carretera Transí­stmica, a la altura de la desviación al pueblo.
Uno, Pedro Antonio Florentino, auxiliar de la Tesorerí­a. Y el otro, Adán Reyes Hilario, adscrito a la dirección de Obras Públicas.
Un vehí­culo se les emparejó. Hombres desconocidos en la unidad. Les dispararon. Momento después, llegó una patrulla de la Policí­a Federal y se los llevó al hospital más cercano.
Carpeta de investigación. Homicidio en grado de tentativa.

DOS. Rafagueado ex tesorero municipal

El miércoles 3 de julio, en Yanga, fue tiroteado el ex tesorero municipal de Texistepec, pero también de Tierra Blanca y Boca del Rí­o. Además, ex delegado de Tránsito en Fortí­n. Se llama Raúl Castillo. Empresario transportista.
Iba con una de sus hijas. Repelió la agresión. Huyó hacia el palacio municipal. Y se resguardó. Por fortuna, libró "las aves de mal agí¼ero", listas para el carroñazo.
La unidad en que se moví­a quedó baleada. Momentos largos, eternos, perpetuos minutos de tensión, miedo, terror y horror.
Los polí­ticos, en la mira. Los carteles y cartelitos, sicarios y pistoleros, pilluelos y ladrones, los persiguen. Figuran en la lista de la muerte.

TRES. Morenistas asesinados

Otros polí­ticos han sido ejecutados. Todos, 7 meses y medio después, en la impunidad.
En la lista de las cruces en los panteones de Veracruz, presidentas municipales en funciones, ex alcaldes, ex regidores, ex candidatos a un cargo de elección popular, ex Oficiales Mayores de Ayuntamiento, ex lí­deres municipales y regionales de partidos polí­ticos, desde MORENA al PAN.
Incluso, fundadores de MORENA en algunas regiones del estado.
Quizá de todos, la embestida peor fue contra alcaldesa de Mixtla de Altamirano, asesinada con su esposo y el chofer del Ayuntamiento, razón por la cual, además, el gobierno de Veracruz quiere desaparecer los poderes municipales porque, afirma, el asesino (se ignora si intelectual o fí­sico, o ambos) está en palacio.

CUATRO. Numeralia de la muerte

Nadie sabe el paso siguiente de la delincuencia organizada y común.
En la extensa y larga numeralia de la muerte, niños, mujeres, jóvenes, ancianos, hombres, sacerdotes, taxistas, empresarios, comerciantes, empresarios, trabajadoras de la información, hijos, sobrinos, tí­os, abuelos, todos forman parte de las cruces. Ahora, incluidos los polí­ticos.
El gobierno de Veracruz a punto de llegar a rebasar su propio récord Guinness, pues si el mes anterior llegaron a mil, ahora se van acercando a los mil cien y al paso que vamos, a los mil 200, mil 300, mil 500, mil 600, etcétera.
Inaudito el estado de cosas y circunstancias y de inseguridad y de impunidad a que hemos llegado. ¡Tantas esperanzas levantadas por MORENA tiradas por la borda!