Quiso así­ describir a Canek Garcí­a, el hermano de Cuitláhuac, el góber, y a una sobrina, ambos chambeando en el Ayuntamiento de Xalapa, y que según el cronista de la capital y la Contralora Leslie Garibo bien pudieran estar a tono con "las lacras de la polí­tica" señaladas por AMLO para referirse al tráfico de influencias, el conflicto de intereses o simple y llanamente el deseo de quedar bien con el jefe de jefes.
"Los hermanos o sobrinos del diablo" también serí­an, por ejemplo, los sobrinos del secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, trabajando en la dependencia.
"Los sobrinos del diablo" serí­an de igual manera los parientitos de la secretaria de Trabajo y Previsión Social en la nómina, uno de los cuales habilitó, se afirma en el trascendido, como escolta para bloquear a los trabajadores de la información incómodos y que, como asegura el diputado local de MORENA, preguntan puras burradas.
"Hermanos o sobrinos del diablo" serí­an, digamos, los sobrinitos de Zenyazen Escobar, secretario de Educación, laborando en la LXV Legislatura, sin que lo anterior incluya a "El cadenero" que era su amigo en la región de Orizaba en aquel tiempo stripero.
Más sobrinos, claro, habrá por ahí­ en el gobierno de MORENA en el palacio de Xalapa, considerando, incluso, que en el tiempo del priismo algunos polí­ticos iban de gira y llevaban a sus barbies y las presentaban como "mi sobrina" que estudia Ciencias Polí­ticas en la UNAM y anda de prácticas profesionales.