Cambio político sin razonar para unos y sin racionalizar para otros
•Por Reynaldo Escobar
En tanto transcurre el gobierno de la 4ª. Transformación y la presión de quienes votaron en favor de AMLO para recibir los beneficios prometidos a los jóvenes que ni estudian ni trabajan, así como a las personas...
que rebasan la tercera edad y que (reciban o no una pensión institucional) tienen derecho a ese beneficio de recibir también la pensión ordenada por Lopez Obrador, así como a las madres solteras para suplir el pago de las guarderías canceladas, la desesperación comienza a invadir a los beneficiarios de esos programas que no han sido atendidos al concluir el quinto mes de gobierno.
Y por la otra mitad de los mexicanos, los burócratas que han perdido su trabajo, para que el nuevo gobierno coloque a sus promotores del voto, o los burócratas que en ejercicio de la libertad de conciencia militan en otros partidos políticos y por ende no votaron por López Obrador, y hoy se ven perseguidos por los MORENOS que ya se sienten dueños de este país, el descontento y la crítica en contra del gobierno y sus más altos funcionario, crece día con día.
Hasta el empresario más rico del mundo don Carlos Slim Helú, ha expresado a la prensa que para él, “Repartir el dinero público no es la solución a la pobreza” porque ningún Presupuesto público alcanzará para dejar satisfechos a todos y en vez de un reconocimiento a quienes gobiernan así, vendrán reclamos por parte de quienes se quedaron fuera del reparto de las dádivas sociales.
Los dirigentes de los partidos nacionales opositores a MORENA, también has fijado su postura en contra de la política clientela del actual gobierno y más por el nepotismo que se ha descubierto en esferas gubernamentales de MORENA, tanto en la Federación, como en los gobiernos de los Estados y Municipios, donde la falta de honestidad y ética pública prevalecen en medio de las denuncias publicitadas y probadas.
Improvisación y falta de planeación en la administración pública, es lo menos que se puede criticar del nuevo gobierno, pues lo verdaderamente grave es la criminalidad creciente y la inseguridad que tiñe de sangre nuestras calles, sin que se noten acciones eficaces que pongan el orden público y la tranquilidad social, acompañadas de un estado de derecho.