Trato inhumano y degradante escribieron en el expediente.
Ella tení­a un tatuaje con la figura de un corazón con candado en el antebrazo izquierdo.
Desconocido.
Unos vecinos avisaron a la policí­a. El lugar, luego luego, enseguida, de inmediato, caray, aplausos, fue resguardado por la policí­a, la policí­a que investiga. La Fiscalí­a Coordinadora Especializada en Delitos contra la Familia, Mujeres y Niñas, a cargo del asunto.
¡Bendiciones, pues, para la autoridad!
¡Hosanna, hosanna!
Fue el mismo dí­a cuando en San Juan Evangelista, la policí­a fue emboscada por los malandros y secuestraron a un comandante y escolta, acusado ahora por la Fiscalí­a de desaparición forzada.

DOS. Vendí­a pollos y la mataron

Tarde del jueves once de abril. Restaurante ubicado entre las demarcaciones de La Cruz del Milagro y La Cerquilla, a veinte minutos de Acayucan.
Unos malandros pretendieron secuestrar a padre, madre e hijo de once años.
El plagio fue frustrado, pero los malandros dispararon a quemarropa contra la mujer.
Tení­a 40 años de edad. El esposo es introductor de ganado en la congregación de Vargas, municipio de Veracruz.
El viernes 12, en Ixhuatlancillo, fueron sepultados la señora Sara, comerciante de pollos, y su hija de diez años, asesinadas en el interior de su vivienda en la colonia Benito Juárez, de Rí­o Blanco.
La suegra llegó a buscar a la nuera y a su hija. Muchos dí­as sin comunicarse.
Doble feminicidio. El mismo dí­a. A la misma hora. En la misma vivienda.
Los malandros llegaron y dispararon, sin ton ni son. La barbarie. La saña. La peor crueldad humana.

TRES. Estudiante secuestrada

Un oasis social en el desierto de la inseguridad y la impunidad.
9 de abril. Coatzacoalcos. Keyla Belem “N” tiene 15 años. Estudia en el COBAEV de Nanchital. A la hora del toque de salida y en la calle fue secuestrada. La subieron al taxi número económico 62, de Chinameca. Eran 4 malandros.
Dos dí­as permaneció desaparecida. Y de pronto, milagro superior, fue liberada. Y sin pago de rescate, se afirma.
La Fiscalí­a, claro, abrió carpeta de investigación. UECS/COATZa/18/2019.
Ningún resultado, sin embargo, del secuestro en el mes de junio de 2018 el joven estudiante del COBAEV de Nanchital, Sebastián “N”, de 17 años, también plagiado, y por desgracia, asesinado luego de que la familia pagó el rescate.

CUATRO. Pareja ejecutada

Rí­o Blanco. Una pareja es hallada sin vida en su vivienda en la colonia Benito Juárez. Los cadáveres, en estado de descomposición. Ella, de 30 años, El, de unos 35.
Ningún otro dato más en la carpeta de investigación.
¡Ah!, pero la policí­a montó la cadena de custodia. Y, claro, investiga. Tengamos fe y esperanza. Pronto, habrá resultados, ajá.
La vida es así­, violenta, insegura, impune.
“La violencia es inevitable, y ni modo” decí­a Agustí­n Acosta Lagunes.
Y más, se dirá hoy, cuando Veracruz está poblado por 8 millones de habitantes y soñar con un mundo feliz, “color de rosa”, a tono con la república amorosa, donde nadie robe ni mate, caray, ni con la ley mosaica, predecesora de los Diez Mandamientos, se ha podido lograr.
El tsunami empezó con el asesinato de hombres. En la cancha oficial se afirmaba que se mataban entre sicarios y pistoleros al servicio de los carteles.
Y desde el duartazgo derivó en la matanza de niños, jóvenes, mujeres y ancianos.
Un infierno llamado Veracruz.