Peor ahora cuando el Fiscal ha anunciado que interpondrá una denuncia penal por calumnias en contra del gobernador y el secretario General de Gobierno, pues lo acusaron de malas amistades.

PASAMANOS: Un manotazo de Miguel íngel Yunes Linares fue suficiente para destituir al Fiscal de Javier Duarte y para encarcelar a más de 80 funcionarios, jefes policiacos y policí­as del último sexenio priista.
Un manotazo bastó para que Miguel Alemán Velasco desaforara a Rafael Hernández Villalpando como presidente municipal de Xalapa.
Y un manotazo fue suficiente para que Agustí­n Acosta Lagunes encarcelara a José Luis Lobato Campos, director del Instituto de Pensiones con Rafael Hernández Ochoa, y desaforara al también alcalde de Xalapa, Carlos Padilla Becerra.
Ahora, el góber y la LXV Legislatura “han topado piedra con coyol” y el Fiscal se apresta a revirar con la denuncia penal por calumnias, luego de que continuar filtrando información a la prensa (que en la yunicidad nunca hizo) sobre el í­ndice de violencia de cada dí­a le ha resultado insuficiente.

CORREDORES: La vida pública está entre la espada y la espada en Veracruz, reducida a un pleito casero.
En su esencia pura se trata, en la mejor tradición priista y panista, de una sórdida y siniestra lucha por el poder público entre los que se fueron y los que llegaron.
El presente, que es futuro, reducido a una sola realidad: es el gobernador o es el Fiscal, pues los dos juntos no caben.
Ha de significarse, no obstante, el ajuste de cuentas entre las partes…, como si el millón de indí­genas y los dos millones de campesinos y los tres millones de obreros estuvieran pendientes de las tribus y hordas polí­ticas, llenas de ambición y codicia, para adueñarse del poder total y absoluto.

BALCONES: Luego de la derrota en el Congreso local para destituir al Fiscal, el góber traslapó el pleito al palacio de San Lázaro donde lo rafagueó.
Luego, MORENA en el poder estatal, aseguró que el Fiscal está coludido con el crimen organizado.
Incluso, lo expusieron en un programa radiofónico nacional.
Y el Fiscal se aplicó revelando que sopesa la denuncia penal por calumnias, quizá, también, por daño moral.
Por ahora, pidió que el góber y “El dos” revelen los nombres de los delincuentes con hechos concretos y especí­ficos que de manera presunta ha protegido.
La cordura, la mesura, la prudencia, las neuronas, rebasadas por completo.
El hí­gado está dominando la vida pública.

PASILLOS: Se ignora si el presidente de la república tendrá conocimiento del Veracruz huracanado (502 asesinatos y 52 feminicidios y 80 secuestros en el dí­a 109 del sexenio) y del pleito verdulero entre el góber y el fiscal.
Y de ser así­, mucho se dudarí­a lo aprobara. En todo caso, “estarí­a dejando hacer y dejando pasar” hasta que de acuerdo con la ley pueda intervenir.
Incluso, en la cancha polí­tica y mediática han filtrado que el presidente nombrarí­a a un Comisionado de Seguridad, de igual manera como está contemplado en el resto del paí­s.
Es más, un diputado federal de MORENA ya declaró que en el tiempo torrencial que se vive la única salida es la mano federal, pues está claro que el gobierno local llegó a su principio de Peter.
Los narcos, manejando la agenda setting de cada dí­a imponiendo el Estado Delincuencial.
Y mientras, Veracruz chorreando sangre.

VENTANAS: En la revolución y después, por ejemplo, los ajustes de cuentas entre las elites, tribus y hordas polí­ticas terminaban con el asesinato de los adversarios y enemigos.
Quizá el capí­tulo más terrible fue con la matanza de Huitzilac, el crimen del general Serrano y seguidores cuando Plutarco Elí­as Calles defendí­a a su candidato presidencial.
Una de las sórdidas historias aquellas quedó plasmada en la pelí­cula, “La ley de Herodes”, de Damián Alcázar.
Ahora, sin embargo, y aun cuando los malandros han ajustado cuentas asesinando a polí­ticos (en Veracruz van 7 polí­ticos y lí­deres sindicales ejecutados del mes de diciembre 2018 a la fecha), otros, se entenderí­a, son los caminos.
Pero como el góber y el fiscal ya perdieron las neuronas y los estribos, la ley de la selva parece estar ganando la batalla.
Es uno o es el otro.

PUERTAS: Fastidia la guerra de declaraciones entre las partes como si fuera el más grande pendiente social.
La vida pública girando todos los dí­as y noches alrededor del mismo espectáculo desde hace 5 meses para determinar el capí­tulo final de si los Morenos lanzan al Fiscal o si el Fiscal les vuelve a ganar la batalla perdida en el Congreso.
Un espectáculo más intenso, folclórico y divertido que el Festival Tají­n y/o el tan anunciado Festival Salsero.

CERRADURAS: La polí­tica, un show en Veracruz.
La disputa por el poder público, que también es económico y social, en las cañerí­as y los chiqueros.
Las tribus, midiendo fuerza.
Y en el otro lado de la cancha, la desigualdad económica y social y la más terrible y espantosa pobreza, miseria y jodidez.
Todo, por un reino, un imperio faraónico e imperial, la silla embrujada de palacio que a todos enloquece, a unos más y a otros menos, pero a todos.