Ahora, luego del genocidio de migrantes en Isla, al sur del estado, juntita el lunes 10, y, todo indica, parece, si hemos de ser optimistas, una luna de miel entre las partes.
Dijo Cuitláhuac:
"Mientras Jorge Wí­nckler sea fiscal general tendrá de su parte un trato institucional".
¡Ah!, pero también negó haber dicho que la salida de Wí­nckler serí­a sometida a una consulta popular, cuando, caray, Cuitláhuac está posicionándose en el carril social como un polí­tico que deshonra su palabra y así­ como afirma algo también, sin reproche, la niega.
Y más por lo siguiente:
Por un lado, las flores de Cuitláhuac a Wí­nckler.
Y por el otro, y el mismo dí­a, los presidentes municipales de MORENA en el sur de Veracruz (Esteban Bautista Hernández de Tatahuicapan, y Sergio Guzmán Ricárdez de Agua Dulce, los voceros de todos ellos) exigieron el juicio polí­tico a Jorge Wí­nckler y su destitución.
Como quien dice, que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda.
Es decir, de hecho y hecho, la ley Taibo II, en su dimensión estelar.