Tragedia social
•Reelección panista
•Militancia, en la jodidez
ESCALERAS: Pepe Mancha y Joaquín Guzmán Avilés se declararon triunfadores con la presidencia del CDE del PAN. Pero Mancha fue más listo. Publicó el resultado de las casillas una por una y en donde, todo indica, ganó por más de 400 votos. El extitular de la SEDARPA dice que impugnará, el consuelo que suele quedar cuando se pierde en las urnas.
Luis Velázquez
Pero…con todo, la reelección del dirigente panista significa una tragedia social derivada de la pelea por el poder partidista entre las elites políticas… con el único objetivo de quedarse con los puestos públicos, y de paso, hacer negocios lícitos e ilícitos, tipo Pepe Mancha, y enriquecerse.
En la elección dominical del PAN ha de preguntarse, sin embargo, si se trata de una resurrección cívica de los panistas a favor de Mancha o una mediocre y sucia combinación de métodos priistas como la elección de Estado, la compra de lealtades, el reparto del billete y cargos partidistas y la fuerza política del gobernador Yunes, en que la dignidad electoral fue vendida por un plato de lentejas.
Joaquín Guzmán, El chapito, cacique de Tantoyuca, con más antigí¼edad y militancia y más poderío económico y social, derrotado en las urnas.
Pepe Mancha, quien manchado (su esposita impuesta como diputada local pluri, por ejemplo, tráfico de influencias, conflicto de intereses, dedazo puro al mejor estilo priista) fue reelecto.
El Chapito, con más operación política, perdió.
Mancha, encumbrado de nuevo en el poder partidista, gracias a Miguel íngel Yunes Linares.
Con Mancha se fortalece una elite en el poder azul alrededor de la llamada dinastía Kennedy de Boca del Río.
Los Yunes y sus satélites, entre ellos, el senador Julen Rementería del Puerto, sacando raja “a tiro por viaje”.
El, senador pluri. Su hijo, diputado local reelecto, soñando con la candidatura a presidente municipal de Veracruz en el año 2021.
ESCALERAS: Todavía más: ganó Mancha en Veracruz, pero el CEN del PAN quedó en manos del anayista Marko Cortés, quien abrió una cartera para Miguel íngel Yunes Márquez, mirando hacia
el año 2024 para de nuevo ser ungido candidato a gobernador de Veracruz, si es que, claro, deja atrás a su hermano Fernando, el presidente municipal.
De cualquier manera, “El Chiquis”, desde el poder nacional del PAN tendrá espacio y tiempo y recursos suficientes para trabajar la plaza.
Desde el altiplano, a la conquista de la provincia y de la aldea.
El CEN del PAN como caballito de Troya, donde, claro, Fernando Yunes suena los tambores de guerra, porque también tiene méritos.
Lo más fácil, sin embargo, es creer en la democracia partidista, pero resulta inverosímil que la militancia panista esté tan jodida que Mancha, manchado, fue reelecto, así sea en una elección apretada con un mínimo de votos.
Y más, porque en la militancia (pueblo sabio al fin) está la el poder y la capacidad para cambiar, cierto al PAN, cierto al país, pero también en todos los confines del mundo.
Y más porque Mancha, como tuxpeño, está lejos, demasiado lejos, de parecerse a Jesús Reyes Heroles en sus virtudes, cualidades y atributos.
Por el contrario, nadie dudaría que está más cerca, primero, de la biografía política de César “El Tlacuache”, Garizurieta, aquel de que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
Y segundo, más cerca del priista duartiano, Alberto Silva Ramos, con quien se daría un mano a mano.
Mediocre dirigente, ambicioso sin escrúpulos sociales y morales, el presidente del CDE reelecto se ha descrito a sí mismo a partir de su pasado.
Un pasado que lo condena.
Y, aun así, todavía más insólito, derrotó a su adversario.
Pepe Mancha: síndico en su pueblo, presidente del CDE del PAN, reelecto, esposita impuesta como diputada local pluri, sus delfines reelectos diputados, su chofer regidor en Coatepec y una pareja de amigos regidores en el Ayuntamiento de Minatitlán.
Joaquín Guzmán: tres veces alcalde de Tantoyuca, dos veces diputado, un hermano alcalde en funciones, otro hermano diputado, una hermana ex diputada local, ex senadora de la república y diputada federal por la vía pluri.
He ahí el perfil del par de panistas que contendieron por el liderazgo azul.
En tanto, la militancia, en la jodidez, soñando con una plaza burocrática que les permita juntar puntitos para la jubilación y vivir lo mejor posible en la vejez.
CORREDORES: El domingo once de noviembre, el panismo reprodujo el modelo priista en un proceso electoral.
La misma forma de explotación y manipuleo de la militancia en vez de la liberación política y moral y social con que soñaba Manuel Gómez Morín.
Quizá, y en nombre de la unicidad, pudiera darse en el CDE del PAN un gobierno bipartito para que unas parcelas fueran manejadas por Mancha y otras por Joaquín Guzmán, con el riesgo, claro, de acelerar la discordia azul, pero que al mismo tiempo, oh paradoja, expresara la madurez política, cívica y humana.
Así, se reproduciría la gran filosofía política de Plutarco Elías Calles cuando en 1929 fundara el partido abuelito del PRI, el PNR, con un reparto territorial para que todos estuvieran en paz.
Digamos, una especie de cohabitación política.
Sentaría un antecedente sin paralelo en el país, pero, bueno, es tanto como pedir peras al olmo…