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Lunes 22 octubre, 2018

Cuitláhuac nació para ganar

•Retrato í­ntimo aprox.
•El otro rey Cuitláhuac

UNO. Retrato í­ntimo

Cuitláhuac Garcí­a nació para ganar. De la nada apareció y ganó la curul federal. AMLO, el presidente electo, lo lanzó para la gubernatura y perdió. Lo lanzó por segunda ocasión y se impuso.
De 50 años de edad, trepado en las valencianas del tabasqueño, con

Luis Velázquez

novia, una modelo de Liverpool, veinte años académico en la Universidad Veracruzana y CBTIS, dos plazas, vocecita de niño chiquión, con fama pública de que su padre es su Joseph Patrick Kennedy, solterón, el gobernador número 76 de Veracruz es la antí­tesis de Miguel íngel Yunes Linares.
Satanizado por Héctor Yunes Landa por ligas con Javier Duarte que nunca le demostrara, y que ahora pide audiencia con AMLO pues AMLO evade toparse con el Yunes azul, Cuitláhuac sigue para adelante.
Igual que AMLO, juega, aparece y se repliega. Juega rounds de sombra y se contrae.
Calculador, anunció a una parte de su gabinete legal y ampliado y frenó a los caballos desbocados. Dejó la pelota en el cuadrilátero y reapareció como un gobernador fifí­ en la boda fifí­ de César Yáñez, sin colarse en las diecisiete páginas de Hola!

DOS. Cuitláhuac, el honesto

Nunca ha desempeñado un cargo público con presupuesto propio y burócratas que mandar y nadie, entonces, puede saber si resbalarí­a ante el dinero fácil y ajeno.
El góber electo ha proclamado, sin embargo, que de igual manera que AMLO, es un polí­tico honesto, honesto. Honesto, dos veces, porque decir que tres veces está canijo.
Sin experiencia en la administración pública…
Sin conocimiento de los recovecos y las recámaras del poder, los vericuetos, las cañerí­as…
Sin aparentes compromisos con tribus y hordas, grupos y clanes…
Será el tótem, el gurú, el tlatoani, el Quetzalcóatl del siglo XXI en Veracruz.
El Moctezuma…
El mitológico Cuitláhuac, que nacido el 18 de abril es de Aries, el signo zodiacal impetuoso, lleno de virilidad y juventud, con el aura del fuego y las armas, con figuras simbólicas alrededor como animales carní­voros.

TRES. “Una forma limpia de hacer polí­tica”

Cuitláhuac sueña con ser el retrato í­ntimo “de una forma limpia de hacer polí­tica” (Jan Martí­nez Ahrens).
Dice que es el enemigo declarado de los peores males del priismo y el panismo.
Autoritarismo, cuatitud, corrupción, tráfico de influencias, conflicto de intereses, soberbia, egolatrí­a, impunidad, abuso y exceso del poder, frivolidad.
Casi casi es el hombre nuevo soñado por el socialismo del Che, pero que aquí­, en “la noche tibia y callada” de Agustí­n Lara será aterrizado por la ví­a democrática de las urnas con el millón 665 mil 824 votos obtenidos y los veinte diputados locales ví­a uni y los nueve ví­a pluri para sumar un total de veintinueve con lo que con su partido, MORENA, tendrán mayorí­a en la LXV Legislatura.
Todo, para partir la historia en un antes y un después.
Por eso mismo, Cuitláhuac significa “el hombre que ha sido encargado de alta misión”.
El chamaco de AMLO en el Golfo de México junto con los gobernadores de Tabasco y Chiapas.

CUATRO. El otro Cuitláhuac

El otro Cuitláhuac, el penúltimo rey azteca antes de Cuauhtémoc y después de Moctezuma, muerto a los 44 años de edad de viruela, fue el rey tlatoani mexicano, señor de Iztapalapa.
Hermano de Moctezuma Xocoyotzin, tí­o de Cuauhtémoc, se opuso a los españoles del sifilí­tico Hernán Cortés (así­ vení­a de España porque era muy faldero), organizó la resistencia y dirigió la rebelión azteca en Tenochtitlán contra las tropas de Cortés y quien terminara llorando su derrota en el conocido “Arbol de la noche triste” en las goteras de la Ciudad de México camino a Puebla.
Formó una poderosa confederación de ciudades, pero dada la desconfianza por tantos de años de dominio azteca (igual que los 89 años de hegemoní­a priista), fueron derrotados al principio.
Cuitláhuac fue esposo de la princesa, después conocida como Isabel de Moctezuma, de nombre Tecuichpo Ixquixóchitl.
Sólo que Izquixóchitl era muy buena para los pantalones y cuando llegó a la vida de Cuitláhuac tení­a una hija con Hernán Cortés, habí­a vivido con Cuauhtémoc y con tres miembros de la nobleza española.
La princesa de Moctezuma tuvo un par de hijos con dos ellos.

CINCO. El peso histórico

El peso social de Cuitláhuac Garcí­a Jiménez es canijo y ahora “la bebe o la derrama”.
Y más, ante una realidad avasallante:
A, la peor desigualdad social y económica.
B, 600 mil personas de 14 años de edad en adelante analfabetos.
C, un millón de paisanos de Veracruz con la escuela primaria incompleta.
D, un millón de habitantes con la secundaria a medias.
E, 600 mil paisanos con el bachillerato inconcluso.
F, la más alta deserción nacional de la escuela primaria.
G, de cada cien niños egresados de la escuela primaria únicamente diez llegan a la universidad y sólo uno se titula.
H, el peor reclamo en la historia local de procuración de justicia ante tantos secuestros, desaparecidos, asesinatos, feminicidios, infanticidios y fosas clandestinas.
I, uno de cada tres jefes de familia lleva el itacate a casa trabajando en el puesto de fritangas en la ví­a pública, vendiendo tacos, tortas, tamales, picadas, gordas, garnachas y refrescos de cola.
J, un millón de paisanos como migrantes sin papeles en Estados Unidos.
Si Cuitláhuac, el penúltimo rey azteca, derrotó en Tenochtitlán a Hernán Cortés, el Cuitláhuac del siglo XXI en el Golfo de México suena los tambores de guerra para combatir la más espantosa desigualdad social y económica, educativa y de salud, y de seguridad y procuración de justicia.
Ya veremos…


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