Un vuelco en la vida del exfiscal
•Luis íngel Bravo Contreras, señalado de desapariciones forzadas, pero también de poseer propiedades, como un edificio que está por concluirse, carros de lujo, una constructora y hasta un rancho
•Grupos inconformes exigieron que renunciara al cargo, y lo acusaron de varias cosas, hasta que cayó
Por ANTONIO OSORIO/Foto de YERANIA ROLÓN
Córdoba, Ver.- La vida de lujos y comodidades que por años había tenido el exfiscal de Veracruz, Luis íngel Bravo Contreras, pareció venirse abajo tras su detención el domingo al ser acusado del delito de desaparición forzada.
Propiedades, una constructora, un edificio casi terminado, un rancho, carros de lujo y una vida de glamour fue lo que logró acumular el exfuncionario en pocos años, quien en su círculo de amigos mantiene a abogados, empresarios, políticos y hasta actores.
La risa que lo caracteriza, la expresión alegre de sus ojos y las emociones de joven habilidoso, se tornaron en desencanto luego de ser aprehendido y sometido, para ser ingresado al penal de Pacho Viejo, donde permanece junto con otros exfuncionarios de su tiempo.
La tarde del domingo pasado, Luis íngel Bravo fue capturado en la Ciudad de México, donde radicaba y donde, como trascendió, presuntamente laboraba para el equipo del excandidato presidencial Diego Fernández de Cevallos.
Ahí vivía junto con sus dos menores hijos, y su esposa Clementina García de Bravo, hija del empresario cordobés José Miguel García Regules, socio de la Canaco y dedicado al arrendamiento de bienes inmuebles.
Es el exfuncionario de la administración estatal duartista, el mismo que había sido designado para ocupar el cargo de Fiscal por 9 años, y que ahora enfrenta acusaciones por la desaparición de personas, cuyos familiares desde diversos colectivos también pedían proceder contra él.
El exfiscal es señalado de omisiones al permitir que desaparición de 13 víctimas que fueron echadas a la barranca de “La Aurora”, en el municipio de Emiliano Zapata, por el grupo de “Los Fieles” de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), entonces al mando del capitán Arturo Bermúdez Zurita.
Bravo Contreras pasó a formar parte de los 17 ex funcionarios detenidos, de la administración de Javier Duarte, entre los que destacan, por ejemplo: el ex titular del Régimen Estatal de Seguridad Social, Leonel Bustos Solís; el ex titular del ORFIS, Mauricio Audirac; el ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita; el ex gobernador interino, Flavino Ríos, quien fue liberado mediante una fianza; Francisco Valencia, ex encargado de CAEV; María Georgina Domínguez Colio, la ex vocera duartista, y el ex secretario de salud, Juan Antonio Nemi Dib.
Según analistas políticos, la detención de Luis íngel Bravo tiene tintes políticos, en época electoral, alentados por venganzas del actual Gobierno Estatal, en repuesta a las persecuciones que el exfiscal encabezó cuando citó a declarar al hijo del Gobernador y actual candidato a gobernador, Miguel íngel Yunes Márquez, y cuya residencia, ubicada en Boca del Río, estuvo a punto de ser cateada por un equipo de fiscales, entonces al mando del hoy implicado.
LOS ANTECEDENTES QUE LO LLEVARON A PRISIÓN
Tras la captura de 19 expolicías y exmandos de la Secretaría de Seguridad Pública en febrero pasado, entre ellos el exdirector de Prevención y Reinserción Social del Estado, Óscar Sánchez Tirado, así como el exdirector de la Fuerza Civil, Roberto González Meza, y el comandante de las “Fuerzas Especiales”, José López Cervantes, se extendieron las investigaciones, mismas que el 3 de abril llevaron a la detención del exdirector de Servicios Periciales, Gilberto Aguirre Garza, y la ex delegada regional de la Policía Ministerial en Xalapa, Carlota Zamudio Parroquín.
Estos últimos, colaboradores del exfiscal, fueron acusados de haber ocultado y alterado el hallazgo de 13 de los 19 cuerpos que fueron localizados el 19 de enero del 2016 en la barranca de “La Aurora”, en el municipio de Emiliano Zapata.
No obstante y tras haber sido denunciado, el 12 de julio del 2017, Bravo Contreras se presentó ante la Fiscalía General acompañado de un grupo de abogados, para realizar trámites en un proceso legal, aunque aseguró que no acudió para declarar por alguna carpeta de investigación en su contra.
A BASE DE SU TRABAJO Y CON AYUDA DE SU MADRE SE AFIANZÓ EN EL PODER
Hijo de la ex alcaldesa de Amatlán de los Reyes, Isabel Contreras Tinoco, Luis íngel Bravo Contreras se formó como abogado litigante, y gracias al poder económico y político que logró su familia, ingresó a la función pública, en la administración de Javier Duarte de Ochoa, preso por desvío de recursos.
El exfiscal nació el 2 de enero de 1970 y estudió la licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Veracruz “Villa Rica”, habiendo realizado también un doctorado en Derecho por la Universidad de Almería, España, el cual obtuvo gracias a un convenio con la Universidad de Xalapa.
Fue presidente del Colegio de Abogados de Córdoba y la Región A.C.; Agente del Ministerio Público Adscrito a la Subprocuraduría Regional de Justicia de la Zona Sur del Estado; Consejero Presidente del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVA), del mes de agosto del año 2013 a febrero del 2014.
Bravo Contreras, empezó a forjar su fortuna cuando les ayudó a ganar un pleito a los empresarios cafetaleros Zardain; anteriormente había trabajado en el despacho del abogado Renato Penichet y luego puso su bufete jurídico que hasta la fecha da servicio, en la avenida 3 y calle 10, a cargo de José Antonio Olavarrieta.
Más tarde, llegó a ser Procurador de Justicia del Estado y el 30 de enero del año 2015 fue ungido como Fiscal General, para un periodo de 9 años, con carácter de irrevocable.
Tras más de un año y medio de funciones, el trabajo del entonces Fiscal empezó a ser empañado por los miles de desaparecidos, junto con las ejecuciones que se cometían en el estado.
En ese tiempo recibió críticas y reclamos por su actuar al frente de la dependencia; enfrentó acusaciones por presunta negligencia, omisiones, enriquecimiento y hasta falta de trato humano a grupos inconformes, que se revelaron y que llegaron a exigir su renuncia.
Sin embargo, madres de los Colectivos de búsqueda de desaparecidos, quienes en su momento reprocharon el actuar de Bravo Contreras, le reconocieron que la atención que les brindaba era mejor que la del actual fiscal Especializado para la Búsqueda de Personas no Localizadas, Luis Eduardo Coronel Gamboa, ex asesor de la Comisión Estatal para la Protección de Periodistas, y ex Secretario Ejecutivo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en el sexenio de Javier Duarte de Ochoa, quien en una ocasión les respondió que cuál era la prisa que tenían por saber de sus familiares, “si los desaparecidos, desaparecidos están”.
EN CÓRDOBA SE ASOCIÓ CON EMPRESARIOS PARA CONSTRUIR UN EDIFICIO
En el bulevar de la avenida 1 y calle 24, en la colonia Los Maestros, de Córdoba, se erige un edificio de 5 pisos, con estacionamiento subterráneo, del que el exfiscal es socio propietario, junto con otros dos empresarios de la zona, entre ellos Sergio Herrera Betancourt.
Ese terreno, donde se construyó el inmueble fue adquirido hace más de 20 años por la familia de Luis íngel, que lo compró al exempresario gruero José Luis Serrano Garrido, y aunque durante años estuvo abandonado, en el 2014 se empezó la construcción el edificio, que actualmente lleva un avance de aproximadamente un 90 por ciento.
El exfiscal también cuenta con automóviles de lujo, como un BMW blanco, con asientos de piel, y una camioneta Jeep, Hummer, color verde militar, en la que se paseaba con su familia por las calles de Córdoba.
Versiones no confirmadas, aseguran que Luis íngel Bravo habría adquirido el rancho “Gavilán”, ubicado sobre la carretera federal Córdoba-Veracruz, a la altura de “La Piedra Móvil”.
De acuerdo con las fuentes, esa propiedad se la habría vendido el ex síndico, Vicente Montiel Alvarado, en pago por un favor recibido desde la Fiscalía, presuntamente por colocar en una fiscalía a uno de sus familiares.
LOS PRIMEROS SEÑALAMIENTOS CONTRA EL EXFISCAL
Algunos señalamientos en contra del exfiscal fueron haber protagonizó una riña en el restaurante de mariscos “La Jaiba Loca”, donde se enfrentó a golpes con un agente del Ministerio Público, y por eso en un medio de comunicación le pusieron como apodo de “La Jaiba Loca”.
También se vio involucrado en el conflicto que vivió la familia Guraieb, por la disputa de hoteles en Córdoba y Orizaba, y que llevó incluso al encarcelamiento de la madre de los empresarios Ernesto y Carlos.
Años antes, el abogado llevó la defensa de un joven que asesinó a su madre y su pareja, en la ciudad de Fortín, y por lo cual buscó que su defendido fuera declarado enfermo mental, para internarlo en el Hospital Psiquiátrico de Orizaba.
“Quiere sacar de la cárcel al chamaco, para llevarlo al hospital y luego dejarlo libre para quedarse con su herencia, pero si no tiene cuidado hasta a él también lo va a matar”, lo criticaban agentes del Ministerio Público adscritos al Juzgado, quienes años después estarían bajo su mando.
CIUDADANOS EXIGIERON LA RENUNCIA DE BRAVO CONTRERAS
En el año 2015, varias personas promovieron la renuncia del entonces fiscal, a través del portal “Change.org”, donde iniciaron una campaña para solicitar firmas y exigir que abandonara el cargo.
En el portal se exponía lo siguiente: “Dada la actual situación que se vive en el estado de Veracruz, y el trabajo deficiente del Fiscal General, el c. Luis íngel Bravo Contreras, exigimos su renuncia, debido que una persona sin experiencia, ni calidad moral, con denuncias penales en su contra, negligente, corrupto, ignorante, quien ha metido a trabajar a la Fiscalía General a personas como José Antonio Ibáñez Cornejo, quien salió de la PGR por sus nexos con el cártel de los Arellano Félix, no puede ser el Primer Abogado, situación inconcebible que el gobierno no debe permitir, como tampoco las personas que se duelen de sus desaparecidos, a quienes no les toma importancia pues no cumple los protocolos de medicina legal, pues es muy caro para él hacer un examen de ADN a todos los cuerpos que se encuentran en las incontables fosas comunes que a diario se destapan”.
“Entrega cuerpos que no son identificables, aprovechando la desesperación de las personas, por tener un cuerpo a la vista a quien poder enterrar y guardarle luto; a quien no le alcanzan mil millones de pesos de presupuesto para la Fiscalía General, pues junto con su director general de administración se encargan de cuadrar las cuentas para así poder tener ese dispendio de dinero, pues con su sueldo no podría comprar su colección de coches Mercedes Benz, los trajes ridículos de mal gusto Hugo Boss, el rancho El Gavilán que compró, y los departamentos y el hotel de lujo que está construyendo en la ciudad de Córdoba, a la gente ya no se le puede engañar”.
“Hay una crisis dentro de la Fiscalía General con sus mismos trabajadores, los abogados litigantes se quejan de la ignorancia del personal quien pone de pretexto que la Fiscalía no los preparó en el nuevo sistema, que los cursos sólo fueron para justificar el dinero Federal que malgastaron en ellos mismos. Es por esto que Luis íngel Bravo Contreras y su círculo cercano ya no deben seguir, pues sino renuncia solicitaremos una auditoria federal y una investigación por enriquecimiento ilícito. Es por ello que solicitamos el apoyo de la población en general, de abogados litigantes, de agraviados, de personal de la FGE que se arme de valor para ponerle un alto a esta situación, pues la institución que nos cuida y procura la justicia no puede ser dirigida por un corrupto, ignorante, delincuente de cuello blanco que sólo le importa hacerse rico a costillas del dolor y sufrimiento de las personas”.
Otra solicitud de renuncia fue la que hizo el entonces diputado federal Uriel Flores Aguayo, al señalar que las autoridades de la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) debían renunciar al cargo por no cumplir con su función.
“Hay que ser muy exigente con las autoridades, queremos que el Gobierno funcione y que la sociedad sea más exigente con el gobierno, que se organice y que denuncie. La sociedad no merece, y menos las niñas, niños y jóvenes, estar a expensas de toda esta delincuencia que nos está rodeando”, dijo, tras lamentar el crimen de la joven Columba Campillo.
También, el 9 de diciembre del 2014, en Xalapa, personal de la ex Procuraduría había solicitado la renuncia del funcionario; los ex agentes del Ministerio Público exigieron, a través de una carta enviada a un conocido portal de noticias, la renuncia de Luis íngel Bravo, por no ofrecer resultados.
“Agentes del Ministerio Publico, investigadores, adscritos, municipales, conciliadores, policías ministeriales, peritos y personal administrativo que laboramos día con día, durante años en la institución, exigimos que renuncie al cargo el Procurador Luis íngel Bravo Contreras”, acusaron.
”FORJÉ DE MANERA LEGíTIMA UN PATRIMONIO” DIJO CUANDO ERA FISCAL Y RECONOCIÓ TENER VARIAS PROPIEDADES
Antes de que ocupara el cargo, Bravo Contreras ya llevaba una forma de vida extravagante, de lujos y de poder.
Algunos testigos aseguran que al exfiscal le gusta la trova, incluso en ocasiones lo vieron cantando en un área Vip de un restaurante de mariscos. “Le gusta la guitarra y toca bien”, asegura uno de sus conocidos.
El 10 de agosto de 2016, el ex fiscal de Veracruz, Luis íngel Bravo Contreras, declaró ante Jesús Ruíz, corresponsal de la agencia Imagen de Veracruz, que contaba con varias propiedades y una inmobiliaria que le permitían a él y su familia vivir cómodamente, todo “producto de su trabajo”.
Sostuvo que además de ser funcionario público también era empresario, lo que está “debidamente asentado en sus declaraciones de bienes patrimonial y fiscales”.
Aseguró tener una sociedad, así como una empresa inmobiliaria, la cual nunca ha sido proveedora de los gobiernos municipales, estatales o federales y que le sirve “para darle una vida cómoda” a su familia.
“Es una empresa que tiene 10 años constituida, que está en mi declaración patrimonial. Tengo también algunos bienes adquiridos por el producto que gané como litigante, con mucha modestia quiero decir que me fue muy bien, la verdad es que la vida me ha dado éxito en lo que fue mi actividad profesional en el despacho que yo tuve” presumió Bravo Contreras.
Al preguntarle si era rico, respondió “no, soy feliz, estoy satisfecho de haber llegado a la meta que siempre soñé que fue la de ser procurador, hoy fiscal general, como litigante que fui también me siento satisfecho con lo logrado en esa etapa de mi vida”.
Reiteró que todos sus bienes están establecidos en su declaración patrimonial, de ahí que nunca se le podrís ser acusar de corrupción.
“Nadie podrá tildar al fiscal general de ”˜sospechosísimo”™ en ese tipo de cosas, estoy en caja de cristal, lo que quieran saber en relación con mi patrimonio, aparte de que todo está declarado, tanto fiscalmente como patrimonialmente, estoy abierto para que sepa todo mundo que la procuración de justicia en Veracruz está en una persona en la que de ninguna manera puedan cuestionar por temas de corrupción” mencionó.
En ese entonces, alardeó que “empecé como procurador y a lo largo de mi vida siempre me conduje de manera honesta y honorable y forjé de manera legítima un patrimonio que me ha permitido complementar el ingreso que tengo como servidor público, para darle una vida cómoda a mi familia” finalizó.