Reportero amenazado y despedido, firme en su pasión por informar
•Cesado en el diario "El Sol de Orizaba", tras circular en redes mensaje que lo relacionó con grupo delictivo
•El mensaje fue una respuesta represiva por haber cuestionado al gobernador sobre la presunta ejecución de dos jovencitas a manos de policías, en Río Blanco
•“No debo nada, estoy limpio, mi única adicción es mi esposa” replica
•Presume conocer y leer a grandes periodistas
Por ANTONIO OSORIO
Orizaba, Ver.- En medio de amenazas y acusaciones que lo relacionaron con el crimen organizado, aparentemente en venganza por cuestionar al gobernador sobre la matanza de dos jovencitas a manos de policías, el reportero Juan José Enríquez Ramírez fue despedido del periódico donde laboró los últimos siete años.
A pesar de las desavenencias dice que no dejará el oficio en el que se ha mantenido durante 23 años.
"Yo pienso que si hubiera una oportunidad, si me llegara a pasar algo y ya no existo, y si volviera yo a nacer volvería a ser reportero, me gusta mucho lo que hago", dice en forma de reto.
En un acto ordenado por altos directivos de la Organización Editorial Mexicana (OEM), pero sin especificar el motivo, el pasado 2 de abril, fue notificado de su separación del diario "El Sol de Orizaba", pero además con la sombra de las amenazas que lo mantienen en la zozobra a él y su familia.
La zona donde el también locutor se ha desempeñado es el corredor Ixtaczoquitlán, Orizaba, Río Blanco, Nogales, Ciudad Mendoza y Acultzingo, que a últimas fechas se convirtió en escenario de ejecuciones, balaceras y enfrentamientos entre grupos delincuenciales y policías.
El 10 de marzo, las hermanas Nefertiti y Grecia Camacho Martínez, de 16 y 14 años, así como el joven José Eduardo García Aguilera, de 19 años, fueron abatidos por elementos de Seguridad Pública, en el bulevar de Camino Nacional, a la altura de la ex fábrica textil de Río Blanco.
Días después, medios locales difundieron una fotografía en la que se apreciaba la silueta de una de las menores herida, sentada sobre el pavimento, junto a un policía, y posteriormente en otra imagen se le apreciaba tirada boca abajo y ya muerta, aparentemente con "el tiro de gracia", lo que desató una condena nacional e internacional, contra el gobierno estatal.
Ese día, el gobernador Miguel íngel Yunes Linares arribó al municipio de Soledad Atzompa, para inaugurar obras, y ahí fue entrevistado por reporteros e incluso saludó y abrazó a Juan José Enríquez.
Al día siguiente, con motivo de los hechos violentos suscitados en Río Blanco, el gobernador regresó a la zona para encabezar la reunión del Grupo de Coordinación Veracruz.
Ahí, tras dar su discurso ante la prensa, Juan José cuestionó al gobernador sobre la acusación que había emitido el luchador social de la región de Orizaba, Jairo Guarneros, sobre la presunta ejecución extrajudicial que los policías habían cometido con una de las menores.
Eso provocó la molestia del gobernador, quien volvió a negar el hecho.
Días después de que la Fiscalía presentara fotografías y datos de las víctimas, para justificar los hechos y exigir a la prensa aclarar que no hubo ejecuciones extrajudiciales, surgieron los actos de represión y amenazas para Juan José y otros periodistas de la zona.
Fue el día en que la Fiscalía empezó a buscar a los culpables, según el fiscal Jorge Wínckler Ortiz, de difundir la fotografía que incriminó a los policías.
Luego, en un mensaje de WhatsApp, el reportero fue acusado de ser enlace entre delincuentes y reporteros, y por lo mismo amenazado de muerte.
Eso provocó que días después Juan José, quien fungía como jefe de información en "El Sol de Orizaba", y otro periodista de nombre Alfredo Tello, fueran despedido sin que se les notificaran las causas, y hoy están literalmente en la calle.
OTRO CASO DE DESPIDO INJUSTIFICADO
En la región de Orizaba, donde todos los días está al tanto de los hechos noticiosos, Juan José Enríquez, cuenta que "el martes de la semana pasada recibí una llamada de mi empresa, El Sol de Orizaba, donde me citaban en las oficinas de El Sol de Córdoba, para decirnos a mí y al compañero Alfredo Tello Espíndola que tenían una orden del corporativo para despedirnos".
Agrega que "al preguntar los motivos del cese nos explicaron que ellos no tenían ninguna justificación pero que eran órdenes directas de la Ciudad de México para despedirnos. Nos preguntaron que si habíamos hecho algo malo para que nos despidieran pero nosotros les dijimos que no, y que no sabíamos por qué lo hacían, no había ningún motivo".
Detalla que "nos reunimos con Juan Carlos Morgan que es el coordinador administrativo de los Soles de Córdoba y Orizaba, quien ya traía nuestros cheques nada más para firmarlos y fuimos a la Junta de Conciliación y Arbitraje para dejar asentado que estábamos de acuerdo con nuestro despido".
El comunicador, quien acepta que recibió asesoría de la Comisión Estatal para la Atención y Protección a Periodistas (CEAPP), recordó que el sábado 10 de marzo, cuando fue la balacera en Río Blanco, donde murieron las hermanas Nefertiti y Grecia, el gobernador andaba de gira en esta zona, ya que fue al municipio de Soledad Atzompa a inaugurar el Centro de Salud y el módulo del Servicio Estatal de Empleo, "en la tarde se suscitó la balacera y como yo tenía el cargo de jefe de información, mandé a los reporteros a cubrir esa nota, yo estuve pendiente de esa información y salió la información", cita.
Al día siguiente fue la reunión del Grupo de Coordinación Veracruz en el Palacio Municipal de Orizaba, donde el gobernador Miguel íngel Yunes Linares dio su rueda de prensa. Mi compañera Nora Gabriela Lira Domínguez, del diario Imagen del Golfo, le preguntó al gobernador sobre el tema de los policías que habían matado a las niñas y que habían alterado la escena, porque en una fotografía que circuló en las redes sociales se ve a una de las niñas sentada y en otra se ve tirada y en un charco de sangre".
"Yo sentí que mi compañera preguntó, pero no tuvo la respuesta adecuada de parte del gobernador, por lo que al final yo pregunté: gobernador, Jairo Guarneros cuestiona a sus policías ¿qué pasa con sus policías? y me respondió, pero lo vi molestó, quienes conocemos al gobernador sabemos que se molesta cuando pone la cara adusta y por la forma de su mirada, se encabronó".
Sin embargo, al otro día, el lunes 12, a Juan José le avisaron que tuviera cuidado porque la Policía estaba molesta por las notas que habían salido en contra de los uniformados y a favor de la delincuencia.
"Yo era el jefe de información, no reportero de policíaca, todas las notas se las mandaba a mis jefes en Córdoba, donde las jerarquizaban y las titulaban" señala mientras saluda a algunos conocidos y responde llamadas telefónicas.
Dos días después, el miércoles 14, hubo un enfrentamiento en Acultzingo entre policías y supuestos delincuentes. "Yo me trasladé al lugar para cubrir la información porque no encontré al reportero de policiaca, pero en el camino me hicieron llegar un mensaje de WhatsApp, donde me señalaban como enlace entre Los Zetas y los periodistas".
Admite que le dio miedo. "Sí me dio miedo porque yo no tengo vela en el entierro, pero me fui a Acultzingo y cuando llegué a Tecamalucan, ahí estaban tirados los cuerpos de unos hombres muertos, no había cadena de custodia, no había cinta amarilla que impidiera el paso, por lo que llegué tomar fotos y a cumplir con mi trabajo. Ahí estaba un policía de la Fuerza Civil que me amenazó, me pidió mi credencial, me tomó fotos a mí y a otros compañeros de Imagen del Golfo y del Mundo de Orizaba y nos amenazó, nos dijo que nos fuéramos a la chingada y que si publicábamos algo iba a ser en contra de nuestra seguridad. Ese día reporté la amenaza con mi jefe Miguel íngel Salazar y me dijo que me moviera de ahí" acusó.
ATRIBUYE EL DESPIDO A MOTIVOS POLíTICOS
Considerando que hasta antes de cuestionar al gobernador no había tenido problemas, Juan José atribuyó su despido a cuestiones políticas.
"El lunes 1 abril me hablaron del periódico de Córdoba para que me presentara al día siguiente junto con mi compañero Alfredo Tello, ya que venía personal de México para hablar con nosotros, y yo pensé que era por lo del mensaje que había circulado en WhatsApp. El que venía era del Diario de Xalapa, Juan Carlos Morgan, nos preguntó que qué habíamos hecho porque traía órdenes de corrernos, pero no sabía por qué. Luego, pidió negociar nuestra salida, pero no quería que demandáramos, aunque fue un despido injustificado".
En el mensaje que lo involucró, precisa Juan José, "nadie da la cara, cualquiera puede escribirlo y hacerlo llegar a una persona, pero sí te asusta, porque yo no tengo nada qué ver con la delincuencia. Sí conocí al Cachorro (Manuel Escalona Barradas) porque fue jefe policiaco en Ciudad Mendoza, pero yo nunca fui a Mendoza".
Además, expone, "el 3 de abril salió otro mensaje, decía que habían detenido al reportero Alfredo Tello y a Juan José Enríquez, y eso sí me preocupó, dije ¿qué hice?, por eso me atreví a publicarlo en las redes sociales. Yo relaciono el hecho con lo del día de la rueda de prensa porque antes no tuve problemas, ni con Javier Duarte, ni con Fidel Herrera".
Extrañado, menciona que conoció al gobernador Miguel íngel Yunes cuando era director del ISSSTE, lo trataba bien, y ahora como gobernador, jamás ha tenido problemas con él, asegura. Incluso, "el día que llegó a inaugurar la obra en Soledad Atzompa preguntó a los reporteros ¿cómo está la obra? y yo le dije, chingona, se río y me abrazó, y me dio gusto".
AMENAZAS Y DESPIDO CAMBIARON SU VIDA
Desde el día en que empezaron las amenazas y posteriormente su despido, la vida cambió por completo para el "Doble J".
"Desde ese día (2 de abril) todo cambió para mí, en las cosas que me rodean, en mi entorno, con mi familia, con mis hijos y con mi trabajo", cuenta.
"Ocupo las redes para poner cosas para desestresarme, pero no para publicar noticias ni nada, como para que digan que yo edité la foto de la joven muerta en la balacera".
El próximo 5 de junio, Juan José cumplirá 40 años de vida, casi la mitad compartidos con su esposa y sus dos hijos, una joven de 19 años y un adolescente de 15. "A ellos les gusta mi trabajo y están contentos, mi hijo quiere ser locutor y mi hija quiere ser reportera" comenta.
A este reportero no le gusta viajar, pero eso sí le gusta correr en motos, la motocicleta que le prestó su hermano y una motoneta que le regalaron.
A pesar de los riesgos que en Veracruz implica el periodismo, asegura que "el oficio no lo voy a dejar, yo estoy limpio, a mí que me chequen y lo único que van a encontrar es que soy adicto a mi mujer. Si van a buscarme que me busquen, no he robado ni frutsis ni gansitos" y vuelve a reír.
Con el rostro ávido de satisfacción por lo que hace, se describe: "Soy inquieto, me gusta echar desmadre en las redes sociales, me llevo con todos, y pido disculpas si a alguien ofendí, si a alguien lastimé con mi pluma, nunca ha sido mi intención esa, sólo cumplo mi trabajo de reportero, y aquí tenemos amigos, pero también el doble de enemigos".
Y en alusión a la represión que sufrió expresa: "Si incomodó eso -la pregunta al gobernador-, señor gobernador le pido una disculpa, no era mi intención lastimarlo ni ofenderlo, simplemente hice mi trabajo de reportero que es preguntar, preguntar y siempre preguntar".
CON LARGA TRAYECTORIA COMO REPORTERO, LOCUTOR Y FOTÓGRAFO EN VARIOS MEDIOS Y PORTALES ELECTRÓNICOS
Juan José Enríquez empezó a reporterar en "El Sol Córdoba", donde le dieron una plaza, por invitación del entonces subdirector José de Jesús Alegarín Durán.
Todos los días iba y venía de Orizaba a Córdoba; lo mandaban a cubrir notas de la región.
Empezó a reportear con los compañeros Benito Juárez Ramírez y José Luis Jiménez Zaragoza, iban a Paso del Macho, a Tepatlaxco, Camarón y Soledad de Doblado, a veces Juan José se iba en su moto, una Shopper, motor 150, que le prestó su hermano.
Después fue enviado a cubrir la zona de Huatusco y hasta Totutla, luego lo mandaron a la zona de Omealca, Tezonapa, Cosolapa, Oaxaca, y hasta allá se iba también en moto, igual que cuando recorrió la zona de Cuitláhuac y Yanga.
Admite haber conocido a algunos líderes cañeros de ingenios como "El Potrero" de Atoyac y "La Constancia" de Tezonapa, así como a los extintos los líderes cañeros cenecistas de los ingenios "Central Motzorongo", Norberto Echevarría Ortiz, y de "La Providencia", Fernando Maza Muñoz, a quienes alguna vez entrevistó también.
Recuerda que en una ocasión, en octubre del año 2014, la lluvia y el frío le provocaron una neumonía que lo dejó hospitalizado e incluso fue intervenido quirúrgicamente y estuvo a punto de morir por un paro cardiorespiratorio.
El "Doble J" empezó a trabajar en los medios de comunicación cuando tenía 16 años, inició como locutor en la XETQ, se llamaba la "Q Orizabeña". Se fogueó con los viejos locutores, como Eleuterio Ruíz Pérez, Delfino Chico, Blanca Hernández y el "Tío Beto", en paz descanse. Ellos fueron quienes lo enseñaron a ser locutor y gracias a eso ingresó a la Asociación de Locutores de México, incluso hace algunos años participó en un evento en Orizaba, denominado "Micrófono de Oro", donde reconocieron a muchos de los grandes locutores, a quienes Juan José les debe respeto por sus enseñanzas.
Ya era miembro del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio y la Televisión (STIRT), cuando llegó a la estación "La Picosa", luego saltó al Grupo Acir con "La Comadre", donde empezó como reportero, bajo la dirección del jefe de noticias, Salvador García Quintero Mármol, y posteriormente fue conductor del noticiero Primeras Noticias del Grupo FM, en la estación Lasser 89, desde Orizaba y Fortín de las Flores, así como en Oliva Radio, antes Radio Centro, cubriendo la zona de Orizaba y Zongolica.
Más tarde conoció a otros reporteros y lo invitaron a escribir, cuando Jaime Acosta inició el periódico "Hoy es Noticia"; escribió también en el Gráfico de Xalapa, en Marcha con Saúl Contreras; después volvió a trabajar en radio con Norberto Espinosa Domínguez, quien además abrió el portal "Diario Noticias".
Ha trabajado como corresponsal en AVC Noticias, en Radiover, El Golfo, Versiones, Imagen del Golfo y Plata Negra, utilizando la cámara y equipo fotográfico que con esfuerzos pudo comprar.
Ya después, en los eventos que cubría, presumía un telefoto 400 milímetros, 2.8, que era equipo de la agencia El Golfo.
"ESTOY LIMPIO, MI ÚNICA ADICCIÓN ES MI MUJER; ME APASIONA LA FOTOGRAFíA; SI ME MUERO Y VUELVO A NACER VOLVERíA A SER REPORTERO"
Desconcertado por la situación que enfrenta y a pesar de las circunstancias hostiles para el ejercicio periodístico, por los crímenes y desapariciones de comunicadores que se han suscitado en los últimos años, Juan José Enríquez, se rehúsa a dejar el oficio.
"Los sueldos de los reporteros están muy malos, hay reporteros que ganan mil pesos a la quincena, no hay prestaciones, aunque en El Sol sí teníamos todo, ahí fue una casa para mí, la relación se acabó, no tengo que decirles nada, me despidieron, ellos sabrán sus motivos y estoy tranquilo, no voy a proceder legalmente", asegura.
Comparte que "a mí lo que más me apasiona es tomar fotografía, por eso ahorré mi dinero y me compré mi camarita, una chiquita, Cannon, luego seguí ahorrando y le compré una cámara en 15 mil pesos al señor Fadanelli, mi primer cámara de formato completo, una EOS, luego pedí un préstamo y le compré un telefoto a un fotoreportero de Yucatán.
Después me junté otros 3 mil pesos para un lente gran angular, para el formato completo y con eso tengo nada más, salgo a la calle y veo algún cuadro, alguna imagen que me guste, la capturo".
Afirma que a pesar de su mala racha, "ahorita sigo trabajando en los medios, como corresponsal, yo siempre he dicho que los reporteros debemos trabajar desde que Dios amanece hasta que se duerme, y si Diosito no se duerme, nosotros debemos estar despiertos. Yo pienso que si hubiera una oportunidad, si me llegara a pasar algo y ya no existo, y si volviera yo a nacer volvería a ser reportero, me gusta mucho lo que hago. Soy reportero nato, aunque no estudié la licenciatura en Ciencias de la Comunicación".
Con mirada firme expone: "Soy locutor porque me llamó la atención, fui México a hacer el examen y saqué mi licencia de locutor, la número 22025, categoría B, después empecé a ser reportero, al finalizar la administración de Fidel Herrera me metí a estudiar la carrera de Ciencias de la Comunicación, pero me quedé en quinto semestre, no terminé porque me mandaron a traer para cubrir la campaña de Javier Duarte, no terminé la carrera pero aquí estoy".
Entre sus logros, presume: "A mí me han enseñado muchos maestros en el periodismo, uno de ellos es Norberto Espinosa Domínguez, al que le agradezco mucho; me compré un libro del maestro Luis Velázquez, de la Universidad Veracruzana; me lo compré en el museo porque sacaron varios libros que tenían en oferta, ya me lo aventé; me aventé también el de Carlos Marín y Vicente Leñero, Taller de Redacción para Periodistas, ese es clásico, lo tiene uno que leer; el de Guillermina Bahena también ya me lo eché, el de Proceso, de Manual de Estilo, también lo tengo".
También "me gusta leer, a Truman Capote, a Ryszard Kapuscinski, y siempre me la paso criticando a los que escriben, por eso me nombraron jefe de información, porque soy un jefe muy castroso, que estoy encima de mis reporteros, diciéndoles: oye, escribe bien, a tu nota le falta un dato, le falta esto, cuando ponen, por ejemplo, es que arrancó esto, les digo: ¿cómo?, si no es raíz o no es tu cabello para que lo arranque".
Parte de su preparación la debe, afirma, a que "he conocido muchos reporteros, muchos locutores y grandes fotógrafos que han hecho de mí lo que soy ahorita, un reportero tal vez no bueno, pero que se defiende".
Cuenta que en una ocasión apoyó un proyecto de otro compañero para poner un periódico impreso, pero fue un proyecto que no se dio, "y a mí ni siquiera me ha llamado la atención poner una página de Internet, no me gusta ser mi jefe, yo quiero ser reportero, si me dicen vente a trabajar, yo me voy contento a hacer lo que me gusta".
Presume que nunca se le "ha ido" una nota, por la que algún jefe le hubiera llamado la atención, gracias al dominio de sus fuentes informativas.
"El reportero se tiene que llevar con el mesero, hasta con el religioso, con el diablo y con Dios al mismo tiempo" dice con sarcasmo.
"Hasta el bolero te puede dar un buen tip, tú no sabes si en una cantina está el presidente municipal y el bolero te lo dice, por eso es bueno cuidar a las fuentes, yo me llevo bien con los meseros tanto de Córdoba como de Orizaba, con todos me llevo bien, me pasan datos o me dicen chécate esto y tu nomás llegas, lo escuchas y corroboras tu información" finaliza en su entrevista, triste por la situación que vive, pero firme de que seguirá haciendo lo que le apasiona.