Operador yunista
Priista y panista cuando le conviene, Ricardo García Guzmán, el hombre de todas las confianzas de Javier Duarte, excontralor del sexenio anterior que todo solapó y encubrió y protegió, ahora camina como un yunista químicamente puro. En realidad, lo usan. Y de ñapa, el secretario de Desarrollo Agropecuario, Joaquín Guzmán Avilés, lo trae en la mira por los celos caciquiles en el norte de Veracruz. Finito y exquisito que ha deseado ser, las elites priistas lo miran como un acomodaticio y, al mismo tiempo, un instrumento más del jefe máximo de la revolución azul.