Duarte, en una cárcel VIP de Guatemala
•Menos de 30 reos de “alto impacto” son los vecinos del exgobernador de Veracruz, en una prisión que antes fue fortaleza militar
•Duarte comparte celda con narcotraficantes y políticos acusados de defraudación fiscal
•Aunque varios medios nacionales consignaron que compartía mazmorra con el expresidente guatemalteco, éste se encuentra recluido en otra prisión en las afueras de la ciudad
•”Matamoros es como un hotel rodeado por barrotes” señalan habitantes de este país centroamericano /Por NOÉ ZAVALETA, enviado especial a Guatemala
•Custodios de Guatemala “cuidan a Duarte” más que a los políticos de esta nación, señala Jerson Ramos, periodista de “Prensa Libre” que ha seguido con lupa la audiencia del exmandatario
El Fuerte San Rafael de Matamoros, ubicado en el sector 1 de Guatemala, fue habilitado en el 2010 para alojar a delincuentes de “alto impacto” como políticos involucrados en escándalos de corrupción y fraudes aduanales, pero también a peligrosos narcotraficantes. Con el paso del tiempo, la descomposición penitenciaria que hizo el expresidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, obligó a la procuración de justicia de Guatemala a habilitar la prisión militar de “Mariscal Zavala” para evitar que el exmandatario siguiera teniendo el control de la cárcel de máxima seguridad.
El resto de los presos ”“comparte Jerson Ramos, periodista judicial del periódico Prensa Libre, el de mayor circulación en Guatemala-, pandilleros, Maras Salvatruchas, asesinos y ladrones del fuero común fueron enviados a “El Pavón” y “El Pavoncito” cárceles, ubicadas en donde vive el lumpen proletariado guatemalteco, donde se respira el ambiente centroamericano, hacinamiento, controles delincuenciales, liderazgos e incluso motines que han derivado en la muerte de reos.
En cambio Duarte, ataja Ramos, cohabita desde hace siete días, en una prisión de 27 reos de alto impacto, en donde nadie molesta o incomoda al exmandatario veracruzano y donde sus presos pueden deambular sin ningún problema entre los campos y pasillos de este centro penitenciario.
“En Matamoros hay edificios vecinales alrededor, que son más altos que la cárcel y que tienen visibilidad hacía el centro penitenciario, cuando el expresidente Otto Pérez se encontraba ahí recluso, se filtraron videos de los reos jugando fútbol, en actividades de ocio, en total relajación, como si no se tratará de una prisión”, acota el periodista de Prensa Libre.
Ramos no se muestra sorprendido de la detención del priista Javier Duarte por actos de corrupción en esta nación guatemalteca, ilustra que los delitos que cometió el priista en Veracruz, demuestra que en la clase política, Guatemala y el país vecinos “no son tan diferentes”, recuerda, cuando al expresidente Otto Pérez se le acusó de defraudación anual en prejuicio del erario público por 300 millones de Quetzales (cada mil pesos mexicanos son 389 Quetzales), escándalo conocido como “la línea”, en donde también salió salpicada la exministra, Roxana Valdetti.
Si Duarte tuvo sus empresas fantasmas, la simulación de reintegros al daño patrimonial de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y el impago a los organismos públicos descentralizados, Otto Pérez, expresidente guatemalteco aceptó sobornos por millonarios por permitir el ingreso de contenedores, sin reportarlos a la Hacienda Pública, en las principales aduanas de Santo Tomás y Puerto Quetzal.
Abelardo, es un mesero de un restaurante de carnes centroamericanas “El Churrasco” en el sector 9, asegura que la detención de Duarte indignó al pueblo guatemalteco porque se le presentó como “un político corrupto”, lo cual causa repudió en una sociedad que presenta hartazgo de la clase política.
“Fue muy sonado en noticieros y en periódicos, pero también es conocido que lo mandan a un hotel VIP, ahí incluso, va a estar seguro de sus enemigos, que los debe de tener. Para estar en esa cárcel, se tiene que pagar, sobornar a autoridades, él que va a dar ahí y no a una cárcel común, es porqué tiene plata”, asegura.
El mesero agrega que, aunque el pueblo mexicano y de Veracruz piensa que Javier Duarte puede estar sufriendo y pasándola mal, lo más seguro ”“apunta- es que esté jugando cartas, que ya tenga una teléfono celular y que si requiere alcohol o mujeres, en cuanto agarre confianza con los custodios de ahí, las podrá gestionar, detalla.
En las afueras de la prisión de San Rafael Matamoros se aprecia limpieza y pulcritud en sus afueras. Incluso para ser fin de semana hay una completa calma, aunque varios medios nacionales consignaron que compartía mazmorra con el expresidente guatemalteco, Otto Pérez éste se encuentra recluido en otra prisión en las afueras de la ciudad en medio de un bosque, en donde la misma población ignora si tenga privilegios como los tuvo en Matamoros.
A la prensa de Guatemala les llamó la atención como el pasado miércoles, custodios de la dirección general del Sistema Penitenciario de Guatemala “cuidaron de Duarte” más que a los políticos de esta nación.
“Tuvo 30 custodios, normalmente para una audiencia oral, ocupan menos de la mitad”, cuestiona Ramos, periodista de “Prensa Libre”.
Al final y sólo por eso, tal vez Duarte no la pasa mal aquí, tanto que el miércoles pasado rechazó la posibilidad de aceptar su extradición a México, acotando que será hasta que el gobierno de su país (PGR y Secretaría de Relaciones Exteriores) haga la solicitud formal.
“Creo que a Duarte ya le gustó nuestro país, entre corruptos se entiende, ya hasta debe de tener amigos en Matamoros”, bromean taxistas que trasladan a los reporteros enviados de Veracruz, del centro de Guatemala a la prisión de Máxima Seguridad.