Fue por una botellita...
Según las versiones, Javier Duarte salió de la habitación del hotel donde se hospedaba en Panajachel, Guatemala, para buscar una botellita de licor. Y ahí, en el vestíbulo, lo aprehendieron. Bien aseguraba un duartista: así como es de depresivo, huyendo durante tantos días y semanas, Duarte ha de estar en la depresión total, más gordo, más cachetón y libando. Eran fama pública sus debilidades humanas en Veracruz cuando el ejercicio del poder. Por ejemplo, solía amanecer con sus amigos Moisés y Franky y en medio de la francachela. Y en la cima del poder, el descarrilamiento.