Un misterio rodea la muerte de Ricardo Monluí
•El caso fue atraído por la PGR... por ser asunto contra periodistas, pero parece irse a la impunidad
•Ningún resultado en tres semanas.
•El periodista número 20 de la lista de reporteros asesinados fue ultimado cuatro días antes de su cumpleaños número 57/Reportaje de Antonio Osorio
Córdoba, Ver.- A casi tres semanas de que el periodista cordobés Ricardo Monluí Cabrera fue asesinado a balazos, en el municipio de Yanga, el caso parece irse a la impunidad; las autoridades no han logrado pistas o la detención de algún responsable.
Un ambiente de dolor, tristeza y rabia aún persisten por la pérdida del reportero, amigo, compañero, esposo, padre y abuelo, que ni el correr de los días, ni la intervención del gobernador, Miguel íngel Yunes Linares, ha logrado atenuar en la familia y el círculo de amigos que tenía el que fuera considerado una “pluma” fuerte por su estilo de informar.
A pesar de que oficialmente se desconoce el rumbo de las investigaciones, existen versiones de que algunas líneas que se manejan son, entre otras, las siguientes: la actividad periodística, la investigación política que el hoy finado venía desempeñando, tanto en los medios de comunicación como en su agencia de elaboración de encuestas para el sector político, y su trabajo en el sector cañero como jefe de Prensa y Propaganda de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar de la CNC.
Aunque el caso fue atraído por la Procuraduría General de la República (PGR) y se encuentra en manos de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos en contra de la Libertad de Expresión (FEADLE), por tratarse de delitos contra los periodistas, aún no hay resultados de las pesquisas, ni mucho menos detenidos, señala una fuente con recato, prudencia, absoluta discreción.
Mientras tanto, personas allegadas a la familia, como amigos, conocidos e incluso reporteros que convivieron con él por años, se abstienen de dar informes, de hacer comentarios, de hablar del tema o algo por el estilo, como si se tratara de un secreto de estado, respetando en todo momento la seguridad de los afectados.
El comunicador es el número 20 que es asesinado en el estado de Veracruz, donde a últimas fechas la tensión crece por las agresiones que han venido sufriendo otros colegas, sin que haya hasta el momento resultados positivos de las investigaciones, o al menos no dados a conocer a la luz pública.
Monluí Cabrera fue asesinado a balazos a manos de un sujeto que le disparó en la cabeza la mañana del domingo 19 de marzo, en el centro del municipio de Yanga, cuando salía de una fonda de “gorditas” donde, como cada ocho días, había acudido a desayunar junto con su esposa, su hijo y su nieto, quienes resultaron ilesos, pero nada pudieron hacer para evitar la agresión. El hoy finado se disponía a subir a su automóvil cuando fue alcanzado por el desconocido que le disparó al menos en dos ocasiones, hiriéndolo en la cabeza, lo que le ocasionó la muerte.
Aunque la comandancia de la Policía Municipal de Yanga se ubica a tres cuadras, ningún elemento de la corporación se percató de la agresión, y el responsable huyó hacia la carretera federal Córdoba-Veracruz.
Esa misma noche el gobernador llegó a Córdoba, a la funeraria “La Paz”, donde era velado el cuerpo del comunicador, para respaldar a la familia. Habló con la esposa Rosalba Ruíz y con sus hijos, a quienes ofreció apoyo, e incluso se conoció que le solicitaron su intervención para ser llevados fuera del estado para no correr riesgos. Una semana después, durante la visita del Gobernador, de nueva cuenta se volvió a reunir con ellos. Sin embargo, hasta el momento las investigaciones continúan y no hay indicios que apunten al pronto esclarecimiento del asunto. Sólo se les ha informado cuáles son las líneas de investigación que se están siguiendo.
Según el secretario ejecutivo de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas (CEAPP), Jorge Morales Vázquez, este organismo no tuvo ningún registro previo de que Monluí hubiera solicitado protección por probables amenazas.
Asimismo, admitió estar enterado de que en el año 2014, Ricardo publicó una columna donde responsabilizaba de cualquier agresión a un dirigente cañero, con quien incluso llegó a tener problemas.
Por su parte, la diputada María Josefina Gamboa Torales, presidenta de la Comisión Permanente de Atención y Protección de Periodistas, habló con el Fiscal Especializado en Atención de Denuncias contra Periodistas y/o Comunicadores, Jaime Cisneros, para conocer los detalles de la investigación y para asegurarse que la familia cuente con el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Fiscalía General del Estado.
Al asesinato del periodista se le sumaron las agresiones que sufrieron, el 29 de marzo, el jefe de redacción del diario La Opinión de Poza Rica, Armando Arrieta Granados, y el pasado miércoles 4 de abril, la periodista y aspirante a la alcaldía de Orizaba por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Guadalupe Fuentes Barco, quien es conductora del noticiero “A Fondo”, de la estación “Ori Stéreo”.
Estos hechos desataron la indignación de grupos de reporteros, quienes con marchas pacíficas en municipios del Norte, Centro y Sur de la entidad, han manifestado sus inconformidades y exigido que cesen las agresiones contra los periodistas.
”EL AMOR A SU TRABAJO NO LE HIZO ESTO”: HIJO
En un mensaje difundido en redes sociales por uno de los hijos del periodista, y dirigido a los amigos, conocidos y familiares, estableció que “les agradecemos las muestras de cariño hacia él y hacia nosotros; no existen palabras que llenen este vacío que nos ha dejado; no sólo perdimos a un excelente periodista, que a pesar de muchas cosas, él amaba su profesión, amaba lo que hacía y eso lo mantenía de pie cada día”.
El joven, sostuvo que “el amor a su trabajo no le hizo esto, de eso podemos estar seguros, pero principalmente yo perdí a un amigo, a un padre, alguien que daba la vida por sus hijos, por su familia, y eso es algo que destruyeron, una familia que se amaba, pero que seguirá con el legado de Ricardo Monluí, él sigue con nosotros, y por ese amor a su trabajo y a su familia, El Político de Xalapa seguirá como él lo quería”.
Asimismo, también a través de las redes, la familia compartió el último “CRISOL”, “Triunfa la razón, aprueban diputados reestructuración de la deuda de Veracruz”, que sería la última publicación de Monluí, viernes el 17 de marzo.
“Con profundo dolor cerramos el ciclo de la columna CRISOL, la cual escribió por muchos años nuestro amado Ricardo, quien dedicó su vida a esta hermosa carrera que es el periodismo y con la que tuvo momentos llenos de alegría, de triunfos, de muchos logros, así como de tristeza, de llanto, de fracasos, pero jamás dejó de esforzarse y de buscar la verdad en cada párrafo que escribió, hoy concluye CRISOL y les damos gracias a todos los lectores que estaban siempre en espera de que la subiera a la página o que estuviera impresa en el periódico, MIL GRACIAS”, anunció.
De igual manera, refieren en otro espacio, “les comunicamos que la página de elpolítico.com.mx
Otro hijo del hoy extinto, también de nombre Ricardo Monluí, quien habitaba en la región de Tezonapa, falleció una semana antes a consecuencia de una enfermedad que lo aquejaba. Ahí empezó la mala racha para el comunicador, e incluso hubo quienes señalaron que el joven, de más de 30 años, fue quien se llevó a su padre.
Uno de sus más cercanos colaboradores, expuso que “cobardemente asesinaron a mi jefe y amigo Ricardo Arturo Monluí Cabrera, el gremio de periodistas condenamos los asesinatos de nuestros compañeros, ¿hasta cuándo las autoridades podrán parar estos arteros crímenes a los comunicadores?, ya basta, ya es momento que el gobierno de Veracruz ponga solución a estos crímenes, mi jefe fue columnista del Diario de Xalapa; del Sol de Córdoba, El Político de Xalapa y muchos medios más pero sobre todo era jefe de prensa de la UNPCA.C.N.C., descanse en paz mi jefe y amigo”.
Monluí fue asesinado cuatro días antes de su cumpleaños; también, una semana antes falleció otro de sus hijos que vivía aparte, en Tezonapa.
El periodista Ricardo Monluí fue privado de la vida por manos criminales cuatro días antes de que cumpliera 57 años. Apenas había pasado su sepelio cuando ya sus amigos de las redes sociales le estaban mandado felicitaciones a su muro del “Facebook”, lo que inicialmente parecía contradictorio.
A él lo recuerdan con cariño su esposa Rosalba Ruiz, así como sus hijos: los dos Ricardos y Stefy, madre de un bebé a quien el hoy finado alcanzó a cargar entre sus brazos.
Ellos tienen presente la figura del esposo y buen padre, que siempre se preocupó por el bienestar de la familia, dando consejos o dejando el ejemplo de buena persona.
Los amigos, cuentan que al periodista le gustaba tomar whisky, la música ranchera, las mujeres, así como bailar salsa y acudir a los antros; en las reuniones con periodistas saludaba siempre serio, con mirada fija y posteriormente con una sonrisa, como una especie de gesto de buen gusto y para entrar en confianza.
Le gustaba contar sus historias, como cuando tuvo oportunidad de entrevistar al extinto pistolero Toribio Gargallo Peralta, quien se hacía llamar “Juan Zavaleta” e infundió el terror en los municipios de Omealca y Tezonapa.
Esa entrevista fue publicada en El Sol de México el 28 de agosto de 1984, y posteriormente el reportero Ignacio Ramírez, de la revista Proceso, la retomó para citarla en su columna.
SUS ÚLTIMOS REPORTES
Horas antes de ser asesinado, Monluí Cabrera todavía publicó sus notas y columnas informativas, así como algunos avisos.
A las 09:37, en su muro de Facebook publicó que “La desbandada de militantes del partido Morena de Fortín, es a las cinco de la tarde”.
Entre los últimos artículos que Monluí publicó, abordó la cerrazón política del Partido Revolucionario (PRI), así como la inconformidad de aspirantes de ese partido en Yanga, quienes se inconformaron y exigieron su registro.
Expuso que debido a la cerrazón de la Comisión de Procesos Internos del Revolucionario Institucional, para la postulación de aspirantes a la precandidatura de ese partido, por lo menos dos militantes del PRI de Yanga se inconformaron y así lograron su registro como precandidatos.
Además, criticó cientos de casos en todo el territorio veracruzano, donde aspirantes rechazados afirmaron haber pagado hasta 25 mil pesos por su registro.
Citó como ejemplos al ex presidente municipal de Yanga, Gregorio Romero Rincón, así como el presidente de la Asociación de Riego para El Desarrollo Rural, Unidad de Riego “Alfredo V. Bonfil”, Cutberto Morales Martínez, quienes a pesar de haber cumplido con los requisitos para la postulación de precandidatos a alcaldes, fueron excluidos y su registro declarado improcedente.
Ambos, presentaron sus quejas ante la Comisión de Procesos del PRI estatal que preside, Carlos Brito, y afirmaron no haber sido notificados por el delegado del PRI estatal, de haberlos rechazado.
Ricardo, escribió que “los primeros palomeados, gracias al delegado del PRI-quien es gente del diputado federal Jorge Alejandro Carvallo Delfín- fueron Eduardo Gordillo Guzmán y el ex secretario municipal Rafael Aguilar Martínez, pero tras la inconformidad de los dos aspirantes mencionados, resultaron ser 4 los precandidatos en el llamado Primer Pueblo Libre de América, Yanga.
El sábado 18 marzo, en su columna “Crisol”, habló de la Feria de Apoyos y Servicios Interinstitucionales, en el puerto de Veracruz, encabezada por la delegación federal de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), a cargo de Anilú Ingram Vallines y con la participación de instancias federales, estatales y municipales, donde se reunieron unas 5 mil familias.
Describió la entrega simbólica de 388 techos de vivienda por parte del Programa de Empleo Temporal, y la entrega de pre registros del Programa Seguro de Vida para Jefas de Familia, otorgados por primera vez a seis familias, con un recurso superior a los 87 mil pesos.
Asimismo, el 17 de marzo, Ricardo Monluí publicó que después de una valoración del daño que se pudo haber hecho a la entidad, un total de 38 diputados de diversas corrientes políticas aprobaron la reestructuración de la deuda de Veracruz, emitida por el gobernador Miguel íngel Yunes Linares. Los diputados de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), como era de esperarse, dijo, votaron en contra.
Cabe señalar, agregó, que el dictamen obtuvo los votos de los 16 legisladores de Acción Nacional, 5 del PRD, 1 del Partido Verde Ecologista de México, 5 votos de los diputados de Juntos por Veracruz y 2 de los diputados independientes.
Ricardo Monluí es recordado por generaciones de reporteros de la zona centro como un ícono del periodismo que se formó en el campo de batalla, lo mismo cubriendo eventos de la zona cañera, hechos de corte policiaco, que viajando a otras ciudades, siguiendo la pista de los líderes cañeros o azucareros, así como de diversos personajes del mundo de la política, para ir documentado cada acontecimiento y transmitirlo al público.