Desde su llegada, el sacerdote católico y defensor de migrantes caminó entre los pasillos de la universidad, captado por cámaras fotográficas de teléfonos móviles que pedí­an “selfies”.

Entre los presentes se observó al diputado federal por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Cuitláhuac Garcí­a Jiménez, quien esperó varias horas para poder entablar diálogo, al menos, por escasos dos minutos.

Solalinde Guerra aprovechó medios de comunicación para exhortar a los veracruzanos y mexicanos a darle la última oportunidad a un partido, MORENA, dirigido por Andrés Manuel López Obrador.

“Andrés Manuel y MORENA son el último recurso para componer México en la paz, si él nos falla o le impiden que llegue como voluntad popular, lo que sigue es peor de lo que hemos tenido. No hay más que violencia, no hay otra alternativa”.

En sus palabras insistí­a una y otra vez que no se unirá como militante, tampoco que lo hará en otra fuerza polí­tica, pero recalcó que MORENA es la única opción para todos o consumar una revolución.

“No me considero de MORENA ni pienso ser de un partido, pero sé que como estrategia, como coyuntura, no tenemos otra, es esa o una revolución”.

Las oraciones que dejaba fluir no se detení­an para reprochar la situación de violencia en Veracruz, del nulo cambio de gobierno que se prometió en el pasado proceso electoral donde se renovó al mandatario estatal.

Con este “cambio”, se postuló un nuevo Fiscal General del Estado, Jorge Wí­nckler Ortiz al mando de la dependencia encargada de indagar con la desaparición forzada de cientos de personas en los primeros cuatro meses del gobierno panista.

El padre y activista criticó al defendido de Yunes Linares y apoyó la postura de las ví­ctimas, los familiares de personas en calidad de desaparecidos por más de diez años o algunos dí­as.

“No tiene vocación, son personas ocasionales que no saben de la oportunidad que tienen de servir a México, les aburre”.

En cada entrevista y conferencia que ofrece, Solalinde Guerrera considera a México como un paí­s sembrador de fosas, de personas que antes de ser asesinadas fueron humilladas, violadas, torturadas y finalmente despojadas de su vida en la forma más cruel.

Lo último que nunca habí­a visto en su trayecto como activista, es que las personas desaparecidas son calcinadas y desmembradas al grado de dejar fragmentos de ellos entre ranchos o terrenos alejados hasta de zonas rurales.

“No se puede ocultar lo inocultable, se multiplicarán los solecitos, se multiplicarán las personas porque son muchí­simas las ví­ctimas. Ellas son las principales en buscas, los polí­ticos están tranquilos, tapan el ojo al macho para contener la opinión pública pero no solucionan el problema”.

La violación a los derechos humanos en cualquier etapa de la vida; bebé, niñez, adolescencia y adultez siguen evidentes en predios aún no inspeccionados por la autoridad correspondiente.

Recordó cómo en Monterrey, acudió con familiares de personas desaparecidas 45 minutos alejados de la ciudad, allí­, escarbaron cinco centí­metros para poner una cruz a los cuerpos recién encontrados.

Al primer movimiento de escarbar la tierra, removieron fragmentos de un cráneo, que presuntamente el Gobierno de Nuevo León no conocí­a por ya haber inspeccionada la zona.

Metros más al sur de Monterrey, en Veracruz, refirió que los predios de Santa Fe en el puerto y El Arbolilo en el municipio de Alvarado, “son nada” de lo comparado con más puntos ubicados en la entidad costera.

Solalinde reconoció saber algunos puntos ya presentados con pruebas a la autoridad, pero no procedieron.

Su frustración se extendió hacia sus colegas de Córdoba, quienes también tení­an conocimiento pero no denunciaron o hicieron saber las cuevas donde se depositaron clandestinamente osamentas.

En una reunión con el obispo Eduardo, en Córdoba, reprochó corregir la existencia de una cueva, ya que él (Eduardo) conocí­a de dos pero nunca lo hizo de conocimiento público o ministerial.

“Reclamé que guardaron silencio y que cuando estuvo Fidel Herrera Beltrán ustedes eran sus celebrantes por el dinero que recibí­an y favores”.

El tiempo pasó de reprochar y esperar que siguieran aparecieron puntos donde familias continúan escarbando para descartar que allí­ estén sus hijos, esposos o madres.

"TODOS SOMOS HIJOS DE DIOS"

Poco antes de las once de la mañana, el II Foro de Ética y Derechos Humanos, tuvo un receso previo a la ponencia del activista y sacerdote católico, Alejandro Solalinde Guerra.

Al salir del auditorio de la Facultad de Filosofí­a, lo abordaron integrantes de la comunidad Lésbico-Gay-Bisexual-Transexual-Intersexual (LGBTI) que le pidieron ser escuchados, mientras la iglesia católica los denigra.

El diálogo se entabló escasos minutos que culminó en una fotografí­a y algunas palabras de aliento de Solalinde a las personas homosexuales y transgénero que se reunieron con él, mientras algunos minutos antes, el gobernador de Veracruz no los recibió para una primera audiencia entre ambas partes.

Al finalizar la breve plática, el diputado federal de MORENA Cuitláhuac Garcí­a Jiménez se acercó al activista y defensor de los Derechos Humanos en México.

Un saludo de mano que se prolongó a un abrazo se consumó en ambos. Las palabras pocos se escucharon, pero intercambiaron números telefónicos para posteriormente profundizar lo poco expresado.

También se tomaron una fotografí­a y se separaron por la larga espera de seguidores del padre que buscaban un saludo, bendición o fotografí­a para presumir en redes sociales.

En una de las cuatro o cinco entrevistas que accedió el padre Solalinde, mostró apoyo directo a MORENA, para dar la última oportunidad a los partidos polí­ticos o de lo contrario, promover una revolución.

“Para hacer un cambio se requiere una persona cualitativa, son parte de lo mismo, le voy a ser sincero, la única persona que viene de lo mismo pero no es lo mismo, es Andrés Manuel López Obrador, se lo digo, no soy de MORENA, nunca voy a pertenecer a ningún partido pero es un servidor público honesto, les duele porque no quiere que cambie, ahora es su peor enemigo pero para el crimen organizado y para el crimen autorizado”.

El respaldo público que expresa Solalinde por MORENA y por su dirigente nacional, Andrés Manuel López Obrador, se exhibe públicamente desde el 2016, cuando se reunieron para acordar un Consejo Ciudadano de Contralorí­a y Ética.

“Tendrá todos los defectos, cuidaremos que MORENA no se convierta en un partido de estado, Andrés Manuel que tampoco sea un mandatario presidencialista, no necesitamos uno más, necesitamos uno distinto. Nuestra oportunidad es el”, reiteró el postulado al Premio Nobel de la Paz 2017.

"NOS ESTAMOS DESTRUYENDO"

Al mediodí­a del miércoles, subió al presí­dium del auditorio de la Facultad de Filosofí­a en la Universidad Veracruzana.

Le preguntaron si podí­an mencionar su postulación al Premio Nobel de la Paz, asentó la cabeza y no gesticuló con la lluvia de aplausos que realizaron los presentes.

Su acción se justificó por no querer ser admirado, sino escuchado para conocer una postura idónea ante un México lastimado por desapariciones forzadas y demás violaciones a derechos humanos.

En menos de una hora, habló sobre la crisis que se vive en todos los niveles; desde educación, el hogar, el trabajo y hasta transitar libremente por el paí­s o una localidad.

Las personas “libres” transitan con cautela para evitar aparecer en “narcofosas”, término mal ocupado por los gobiernos.

De acuerdo con el padre, se deben denominar fosas, ya que los cuerpos que aparecen sepultados de manera clandestina, pertenecen a personas que no estaban vinculados al crimen organizado y que transitaban libremente antes de ser desaparecidos, torturados o humillados hasta la muerte.

“Tenemos este México por permitir estos crí­menes, hasta cuándo vamos a tolerar polí­ticos sin cumplir su función, pastores insensibles con las ví­ctimas en la calle, ellos también deberí­an salir a exigir”.

Sus reproches continuaron, mencionando que se deben dar oportunidades a quienes las merecen o demuestran acciones que lo ameriten.

“No vean al que hace milagros, si no al hombre que hay detrás. Nos estamos destruyendo, es el grado máximo de destrucción, no podemos vivir resignados, debemos hacer algo”.

En su ponencia con un auditorio lleno, culminó pidiendo a los asistentes que reflexionen sobre sus actos y las decisiones que se avecinan para México.

“Hemos tocado fondo, no podemos permitir que los mismos partidos sigan, no son el mesí­as, debemos buscar el cambio que nos han negado”.