Para Pablo Ferri, corresponsal del diario El Paí­s de España, el mayor problema de inseguridad y violaciones a los derechos humanos en Veracruz, viene por un sólo frente: la relación entre policí­as y criminales.

A su parecer, en ningún otro estado del paí­s la delincuencia organizada y las policí­as muestran tanta cercaní­a, al grado de que a veces se confunden.

Ambos grupos, que deberí­an ser antagónicos, "conviven en Veracruz" en una perversa relación que ha resultado en masacres, desapariciones forzadas y fosas clandestinas como la de Colinas de Santa Fe, de la que han exhumado hasta el momento unas 250 ví­ctimas.

Ganador del Premio Ortega y Gasset, así­ como del Premio Nacional de Periodismo, Pablo Ferri cree que el gobierno de Miguel íngel Yunes Linares ya comienza a parecerse al de Javier Duarte de Ochoa, sobre todo en lo relacionado a violaciones graves a derechos humanos.

El reportero valenciano cree esto después de que supuestos elementos de la Marina Armada de México participaron en la privación ilegal de la libertad de cinco ciudadanos del estado vecino de Oaxaca durante la jornada de saqueos en enero pasado, en la ciudad de Veracruz; dos de esos chicos ya aparecieron sin vida y tres permanecen ausentes.

Y aunque las autoridades han negado la implicación de la Marina en esas muertes y desapariciones forzadas, Pablo Ferri muestra pocas expectativas de que el nuevo gobierno de Miguel íngel Yunes resuelva la viciada relación autoridades-delincuentes.

A su parecer, ese problema es "algo muy enraizado" que ni si quiera tiene posibilidades de mejorar con el cambio de mandos superiores.

Pues mientras se haga el cambio de cabezas, si abajo los mandos medios y bajos siguen en la misma dinámica de colaborar con los maleantes, los más vulnerables siempre serán ciudadanos.

Ni en Guerrero, ni en Tamaulipas ni en Michoacán, estados muy parecidos a Veracruz en varios indicadores, hay un ex secretario de Seguridad Pública tras las rejas, como es el caso de Arturo Bermúdez, que carga el estigma de haber ordenado diversas operaciones para desaparecer personas, sobre todo jóvenes.

Autor de libros sobre narcotráfico, el reportero del mejor diario de escrito en español del mundo, fue entrevistado durante su estancia en el puerto jarocho, al que viajó interesado en las nuevas historias sórdidas en torno a los 11 ejecutados de La Tampiquera, la tirotiza de la zona norte, los tres marinos desaparecidos y un nuevo caso de desaparición forzada en donde se involucra a la Marina.

Y es que si Ferri recorrió Veracruz cuando Duarte gobernaba, por los constantes casos de abusos y atropellos, el interés por estas historias no se pierde porque lejos de terminar, siguen ahora con la Yunicidad.

-¿Cuál crees que sea el conflicto de derechos humanos más grave en Veracruz, según tu perspectiva de reportero que ha venido ya en varias ocasiones al estado?

-Más que en otros estados, hay un problema muy cabrón con las fuerzas públicas, con la judicial, la estatal y la fuerza civil, no creo que haya otro estado en donde la cercaní­a entre el crimen y la policí­a sea tan manifiesta. Así­ lo dejan ver casos como Tierra Blanca, Papantla, el fiscal Pedro Huesca Barradas, que levantaron en Cardel, y terminó en un panteón que presuntamente usaban Los Zetas, pero se supone que a esta ví­ctima la matan servidores públicos, entonces, ya no sabes por donde viene, se pierden las lí­neas de división. Por lo menos si acá no es más fuerte, si se ha documentado más que en otros estados.

"Eso te habla de que eso existe y se puede documentar, y para mí­ eso no es tan común, en Guerrero no lo he visto. Entonces, eso ha sido así­ con el sexenio de Duarte y parece que inicia así­ en el bienio de Yunes Linares, vemos lo de la Marina y las protestas del gasolinazo, es un problema. No sé cuántos policí­as llevan depurados. Poco más de 3 mil 500, no sé qué porcentaje será, pero imagino que será algo. Un secretario de seguridad está en la cárcel, en fin, un follón. No sé en qué otro estado esté el ex secretario de la seguridad tras las rejas. Si me preguntas, no hay otro estado en el que se haya documentado tanto la convivencia de criminales de policí­a como en Veracruz".

-¿Hay expectativas de que cambie con el nuevo gobierno?

-Creo que es una cosa muy enraizada, no por qué cambies las caras de los altos funcionarios significa que cambien las cosas a nivel medio bajo, los cuadros de la fiscalí­a y de la SSP siguen siendo los mismos. Marcos conde no comenzó en la estatal de Duarte, comenzó con Fidel Herrera, antes, ese es un ejemplo que te sirve para entender lo que pasa con Yunes, quien sí­, ha dicho que poco a poco va cambiando, reconoce el tema, como lleva unos 100 dí­as en el cargo, pese al pasado turbio de este señor, hay que darle un voto de confianza, pero bueno, hay que esperar un poco, pero el último mes es preocupante, te levantan tres marinos, tienes un enfrentamiento como en Tepic, en el Villa Rica, a balazos, miles de balazos, y luego los cuerpos en Boca del Rí­o, seis años después de los 35 cadáveres en la ví­a pública…

Sabemos que no es el estado más violento con la tasa de homicidios, pero sí­ que es simbólicamente parece que se complican las relaciones entre las bandas criminales, o lo que queda de ellas, y la representación policial del gobierno estatal.

-¿La caí­da de Bermúdez tiene que ver con el incremento de homicidios, como si se hubiera perdido el mando con los criminales?

-Creo que no, al final si te fijas en los datos del Secretariado Ejecutivo (más de 120 muertos en enero del 2017), no hay mucho más homicidios dolosos en enero que los de antes, creo que el robo, el secuestro como tal no han subido tanto. Además, los focos rojos siguen siendo los mismo, el sur y el norte. No creo que sea ni mejor ni a peor, no creo que haya influido demasiado. Veo que en base decapitan grupos, las células que están bajo mandos fuertes, hace cinco años, ahora ya no, igual que en Guerrero, hay muchos grupos, en Veracruz tienes muchos diversos, les decimos Zetas, pero los Zetas de Puchini, en Poza Rica, como que no tienen nada que ver con los zetas de acá, ya no son grandes estructuras, cuando pones la lupa un poco, te das cuenta.

"En Colombia, por ejemplo, cuando descabezan los grandes cárteles coincide con la desmovilización de las guerrillas, y se forman otros grupos, que les llaman los bacrim, que tienen alcance local, los Urabeños y los Rastrojos son algunos. En realidad, te acercas a un sitio y a otro, y no pareciera que hubiera una cercaní­a entre los rastrojos de arriba y los de abajo. Parece que eso pasa acá ahora.

-¿Cubriste mucho el caso de los jóvenes de Tierra Blanca, qué te dejó?

-Pues es el ejemplo de cómo operaron los grupos criminales con la policí­a, todo muy local, pues además, Francisco Navarrete tení­a un poder local muy marcado a lo que es Tierra Blanca, y los pueblos de alrededor. Los policí­as entregaban a las ví­ctimas a los criminales y los reducen a polvo, a eso me referí­a antes cuando decí­a que es un estado donde más se ha documentado la convivencia de criminales y grupos de investigación. Se hizo mediático porque los papas se movieron mucho, a mi me impresionó mucho cuando vine a ver ese caso y vi el gran número de casos de más personas desaparecidas que habí­a abajo de esos cinco chicos.

-¿Qué opinas del estilo de gobernar de Miguel íngel Yunes contra el de Duarte?

-Me parece (Yunes) un tipo más inteligente, no cualquiera va de un partido a otro y permanece arriba tanto tiempo; además, coloca a sus hijos en distintos cargos, para eso hay que tener cabeza. No sé, se ha escrito mucho sobre él, mucha cosas malas, lo peor, lo de Lydia Cacho, pero vemos que es inteligente, lo haga bien o no, genera una sensación de eficacia; además vemos que es un gran comunicador, porque con lo de la bodega de Duarte, en Córdoba, parecí­a que habí­a encontrado la gran cosa, pero en realidad eran futilerí­as, cosas sólo mediáticas, como la del diario de Karime.

-En la Fiscalí­a General se habla ya del muro del Fiscal nuevo por no aportar informes oportunos de los hechos de violencia ¿lo hay?

-Lo que pasa es que lo veo desde dos puntos si lo ves desde el punto que manejan ellos, supongo que tiene algo de sentido, pues al final están en un nuevo sistema penal, pues implica un mayor nivel de secrecí­a, por eso los medios ya no ponen lo que hace indentificable a las personas, el nivel de secrecí­a tiene que ver mucho, ahora, puede llevar eso con soberbia o con cierta humildad y creo que este tipo no parece muy humilde o cuando menos el trato que lleva con la prensa o con los colectivos de madres, no es el mejor.

"No sé cómo sea como persona, una vez intenté hablar con él pero no me contestó, pero en parte tiene que ver con la aptitud ante el nuevo sistema. Claro que de ahí­ de lo que puede hacer a lo que tiene que hacer, hay un hueco, y él prefiere mostrarse más distante, es un estilo".

-¿Y esta información relacionada con la violencia le sirve al ciudadano común saber estos hechos?

-Claro que lo es, por eso, entre lo que puede hacer y lo que hace, hay un cacho, y él prefiere esperarse y después jugar con el olvido de los medios. Si cuando mataron a los chavos el dí­a del gasolinazo, hubo quienes le preguntaron y dijo que no habí­a nada, lo lógico es decir que no lo tenemos, pero lo estamos investigando. Eso pueden hacerlo, estarí­a bien, y no choca con el sistema, pero no lo hace, ¿por qué? pues por que no lo quiere.

-¿Te recuerda a Gina Domí­nguez?

-No la traté, creo que sólo una vez y no recuerdo.

-¿Habí­a más apertura?

-Para mí­ son iguales, no noto ninguna diferencia en el trato con la prensa, pues el asistente del fiscal de antes, en el área de prensa, era igual de incompetente como el que está ahora, pero pues habrá que esperarse un tiempo

¿Piensas que con todo esto que pasa en Veracruz, nos aproximamos al sufrimiento de los paí­ses bajo dictaduras?

-No lo sé, lo que pasa con las dictaduras es que el régimen es el que es, y nadie habla de lo que sabe por miedo, acá todo mundo sabe cómo es la cosa, en muchos sitios es igual o peor, y no se habla, pero no es algo tan malo, no está institucionalizado el horror o se viste de legalidad. La dictadura dice esto es legal porque soy gobierno, e interpreto las leyes que así­ me aconsejan mis juristas, entonces, tú como ciudadano no tienes conque luchar contra eso, acá el gobierno federal son una historia y los federales son otra. Si me dices de Tamaulipas, te puedo decir que es algo parecido o a veces peor, seguramente los gobernadores allá tuvieron sus acuerdos como Fidel Herrera acá, como se ha asegurado en el juicio de Francisco Colorado, en Texas.

"No le he dedicado tiempo a pensar el tema, pero la comparación se puede hacer que el poder hace algo malo, sabiéndolo, ahí­ está la diferencia y la gente está igual de desarmada, acá la policí­a te desaparece a alguien y es muy complicado que te lo solucionen, o están vinculados con los que generan e problema o no tienen los medios para hacerlo, y no hay voluntad polí­tica para hacerlo".