Deportación anunciada
•Insensible la Yunicidad
•Veracruz vive de las remesas
PASAMANOS: El gran líder moral, Cuauhtémoc Cárdenas, efectuó ayer en Tijuana un acto público de protesta pacífica.
Fue en contra de Donald Trump a tres días de su toma de posesión como presidente de Estados Unidos.
Cuauhtémoc quiso así expresar su inconformidad con la política racista de Trump.
Luis Velázquez
La deportación de miles de paisanos migrantes sin papeles. La cacería de brujas que se ha desatado en el país vecino en contra de los hispanos. Los impuestos anunciados a las remesas. La revisión del Tratado de Libre Comercio. El muro fronterizo. Y la política económica intimidatoria en contra de los inversionistas en México, entre ellos, las agencias automovilísticas, a excepción de la BMW, que se le plantó.
Cuauhtémoc estuvo acompañado de otros grandes líderes morales, pero también de los madres de los indocumentados, los más afectados, entre tantos otros.
Sin embargo, ningún gobernador del país estuvo a su lado. Ni siquiera, vaya, los emanados del PRD, entre ellos, Graco Ramírez de Morelos, Arturo Núñez de Tabasco y Silvano Aureoles de Michoacán. Tampoco Alejandra Barrales.
Menos, mucho menos, Miguel íngel Yunes Linares, de Veracruz, una entidad federativa donde las remesas se han vuelto el sustento de la economía local por encima de los ingresos derivados de la caña de azúcar, el café y los cítricos.
Es más, al momento, ni una sola palabra del góber azul sobre la política migratoria que es fundamental en la tierra jarocha, pues cada semana, con todo y la xenofobia de Trump, continúan saliendo autobuses repletos de paisanos a la nación vecina, además de las decenas, cientos, que parten a la aventura norteamericana bajo su propia iniciativa.
Y más, por otra circunstancia: según la investigadora Patricia Ponce, autora del libro “Las guerreras de la noche”, Veracruz se ha convertido en el productor y exportador número uno de trabajadoras domésticas, primero, ante el desempleo, y segundo, ante la falta de oportunidades, y tercero, ante los miserables salarios de hambre.
La Yunicidad, sin embargo, tiene otras prioridades, y el secretario General de Gobierno, de quien depende la política migratoria, insensible ante la realidad social, soñando quizá con lanzar a su esposa de candidata a presidenta municipal de Lerdo de Tejada por la alianza PAN y PRD, pues el sol azteca como partido es un cascarón jarocho, rebasado por MORENA en todos los órdenes.
BALAUSTRADAS: A estas alturas, nadie duda de que Trump deportará a miles de hispanos, entre ellos, originarios de Veracruz.
Y si las remesas se han convertido en el sostén de la economía local, sobre todo, en las regiones indígenas, campesinas y obreras, caray, resulta paradójico que la Yunicidad ni en cuenta.
Por un lado, cierto, apenas están llegando pues tienen 49 días en el mando, y resultaría un milagro que ya hubieran alentado la creación de empleos, además de que nadie conoce si hay secretario de Desarrollo Económico.
Pero por el otro, la Yunicidad sólo durará 24 meses y han transcurrido casi dos en el limbo, mejor dicho, en la opacidad.
Quizá, en la gestión y el cabildeo ante empresarios, aun cuando, y en contraparte, los Chedraui ya están felices porque ellos se han vuelto abastecedores de la gasolina al gobierno de Veracruz en vez de las gasolineras del oaxaqueño Gilberto Bravo Torra, además de que también han relevado a las tiendas Soriana.
Y, por eso mismo, sólo con acciones políticas bien concertadas entre todos pudiera, quizá, lograrse un milagro trumpiano.
Cierto, la Conferencia Nacional de Gobernadores, Conago, logró un acuerdo para cabildear con los empresarios norteamericanos.
Pero en tal cometida únicamente están los mandatarios de la frontera norte, bajo el argumento de que ellos son los más perjudicados.
Falso, pues aunque Veracruz y otras entidades se ubiquen en el otro extremo del país, la migración a EU es generalizada.
Sólo allá hay fuentes de empleo.
Bastaría referir que en el Valle de San Quintín, en la frontera norte, donde los campos agrícolas son campos de concentración, hay más de diez mil paisanos, porque hacia allá los llevó la fallida política económica y agropecuaria del duartazgo y el fidelato.
ESCALERAS: Las remesas son en Veracruz como “la gallina de los huevos de oro” de que hablara Enrique Peña Nieto.
Y si con Donald Trump en la Casa Blanca las puertas serán cerradas para los paisanos huyendo del hambre, la miseria y la jodidez, entonces, tendremos un peor escenario si se considera que agotado el petróleo en Cantarell, los ingresos petroleros sufrirán una merma significativa.
Por eso la voz de la Yunicidad ha de sentirse en la resistencia pacífica y la protesta masiva en el coro social, colectivo y popular ante el nuevo huésped de la Casa Blanca.
Y más, cuando ante la inminente deportación de paisanos el gobierno de Veracruz, ni menos, mucho menos, los presidentes municipales están preparados para enfrentar el ramalazo.
El desempleo se multiplicará, y por añadidura, los salarios de hambre.
Peor tantito: ninguna esperanza tendrán los 800 mil seniles que en Veracruz necesitan de un ingreso mejor como tampoco los 750 mil discapacitados, todos en iguales o peores circunstancias económicas.
Lo peor del asunto es que la Yunicidad parece estar en el limbo, insensible ante el tsunami que viene.