Yunicidad, a prueba
•La ley fue prostituida
•Apretón de tuercas en Yuribia
PASAMANOS: Durante la Docena Trágica en Veracruz, de Fidel Herrera a Javier Duarte, el dinero corrió a manos llenas, sin ton ni son.
Entonces, rigió el principio universal enseñado a los políticos por Carlos Hank González, el tlatoani del grupo Atlacomulco, de que “todo lo que en política se compra con billete... sale barato”.
Luis Velázquez
En el par de sexenios, Érick Lagos Hernández, diputado local y federal, presidente del CDE del PRI, secretario y subsecretario de Gobierno, secretario particular del gobernador, fue el apóstol más ferviente.
Sabía que distribuir el billete implica “ordeñar la vaca”.
El dinero era distribuido en todos los niveles sociales “de manera arbitraria e indiscriminada”.
Los líderes, los jefes, los dueños de la pelota social quedaban con la mayor parte.
Y no obstante que era público y notorio, nunca, jamás, los titulares del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, ni la Comisión de Vigilancia del Congreso lo advirtieron.
Y si lo registraron, claro, lógico, obvio, callaron y guardaron silencio.
Más silencio hubo de los secretarios de Finanzas y Planeación.
Y ni se diga los Contralores.
El saqueo fue creciendo del Fidelato al Duartazgo hasta dejar el peor hoyanco en la historia nacional y según la ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos, todos ellos son culpables, ya por omisión, ya por negligencia.
Además, inflaron salarios, inflaron viáticos, inflaron el gasto corriente, inflaron la obra pública, inflaron la deuda.
También, claro, inflaron su patrimonio personal.
La corrupción llegó a la sierra de Soteapan, en el municipio de Tatahuicapan, la sede de la presa Yuribia, que abastece a muchos pueblos sureños de Veracruz.
Tan es así que hacia finales del mes de diciembre 2016, los líderes, digamos, indígenas, mostraron el puño a la Yunicidad.
Y cerraron la válvula.
Y bloquearon la carretera, como siempre fue hábito y costumbre durante los últimos doce años.
Y el góber azul, peleador callejero, acostumbrado a hacer política en el ojo del huracán, enfrentó la realidad.
¡Basta ya de corrupción!
¡Basta de negociaciones oscuras y sucias!
¡Basta de comprar conciencias con el billete fácil!
Es la hora de restablecer el orden y la legalidad y aplicar con firmeza el espíritu constitucional.
Estado de Derecho o en todo caso Estado Sumiso.
BALAUSTRADAS: El góber azul fue lacónico con Topacio, la lideresa priista de Xalapa que en los primeros días demandó plazas en la secretaría de Educación que le ofreciera el duartazgo.
Luego de bloquear una avenida en Xalapa, le aplicaron la ley y está presa.
También enfrentó cara a cara a los saqueadores y detuvo a ceca de 500, a quienes pronostica hasta 30 años de cárcel, acusados de delitos de la guerra fría, terrorismo, asonada y motín.
Y de igual manera se ha ido en contra de los líderes indígenas de la sierra de Soteapan, de manera concreta y específica, de Tatahuicapan, caso la presa Yuribia.
Es más: sin rodeos, acusó al partido MORENA, propiedad de Andrés Manuel López Obrador, de estar atrás del bloqueo.
Y aun cuando Morena “se ha curado en salud”, Yunes ha aportado nombres, teniendo de seguro, más “que los pelos de la burra en la mano, la burra completa”.
La diputada por el distrito de Cosoleacaque, Rocío Pérez, es la principal instigadora.
En tanto, el dirigente estatal de Morena, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, igual que Poncio Pilatos se lavó las manos.
Y la diputada federal, Rocío Nahle, quien sueña con la candidatura a la gubernatura en el año 2018, se quejó, una vez más, háganos favor, de una embestida contra López Obrador, pobrecita mesiánica.
Tal cual, con las pruebas que el góber azul ha de tener, solo resta el siguiente paso, que es la denuncia penal en la Fiscalía para proceder en contra de los instigadores.
Solo así el orden jurídico se restablecerá, llegando, pues, como dice el clásico, “a las últimas consecuencias”.
ESCALERAS: Muchos frentes hay por delante, el más sórdido, los carteles y cartelitos y que según la PGR se concentran en los Zetas y Jalisco Nueva Generación.
En la secretaría de Desarrollo Agropecuario, SEDARPA, por ejemplo, tienen registradas unas 600 organizaciones del campo, todas, “metiendo la mano al cajón” desde el fidelato hasta el duartazgo.
Y muchas de ellas, integradas solo por las familias que cuando aterrizan en Xalapa bloqueando calles, avenidas y la autopista suelen contratar a los amigos y vecinos para mostrar un poderío social del que carecen.
Y si los “líderes” de tales grupos fueron acostumbrados al dinero fácil, el mismo modelito se repitió en otros niveles, por ejemplo, incluso, hasta el gremio reporteril.
Y de paso, los líderes sindicales, el caso más conocido con la sección 32 del Snte, propiedad del cacique magisterial, Juan Nicolás Callejas Arroyo, quien tenía arrodillada a la secretaría de Educación por donde pasaran Adolfo Mota, Flavino Ríos y Xóchitl Adela Osorio.
Las canonjías, por ejemplo, a varios de los líderes sindicales que integran el Consejo de Administración del Instituto de Pensiones, a varios de los cuales, además, les concesionaron notarías fast track, por dedazo, para los hijos.
Bastaría referir el caso más emblemático como César del íngel con los 400 Pueblos.
Un día, luego de un mitin en Xalapa con todo y sus encueratrices, Fidel Herrera quiso rasguñar el millón de pesos ofrecido y solo le envió unos 600 mil pesos.
Y Del íngel enfureció. Y amenazó con una rueda de prensa.
Y de inmediato, el fogoso se dobló y le envió el dinero faltante.
Otro día, Fidel Herrera en la Cuenca del Papaloapan, los malosos encarcelados en el penal de Pacho Viejo armaron un borlote porque les debía el pago de las tortillas que ellos abastecían para el consumo interno de los presos.
Y en automático, Fidel voló a Pacho Viejo para el pago correspondiente.
Todo en el duartismo y en el fidelato tenía un precio con tal de llevar la fiesta en paz.
Ahora, la Yunicidad ha de luchar por instaurar el imperio de la ley. No más corrupción. No más pactos oscuros y siniestros. No más desvíos de recursos oficiales.
Una batalla sórdida y siniestra porque la ley fue prostituida.
La Yunicidad, a prueba.