Un notario la defraudó
•Por Yerania Rolón
"Si yo tuviera 300 mil pesos me pondría mis dientes que me hacen mucha falta para comer, yo no tengo esa cantidad" dice Georgina Hernández Marcos, quien viajó desde Jalacingo a Xalapa para manifestar que fue víctima de un fraude por parte del notario Antonio Gallegos Bonilla.
Su pesar comenzó hace más dos años cuando su cuñado, Andrés Bandala, le pidió a su esposo Francisco que intercambiaran terrenos; uno de ellos en Jalacingo por un rancho en Plan de Limón, en Atzalan.
Francisco le planteó la idea a Georgina, pero ella desde el principio estuvo en desacuerdo debido a que dicho terreno ya se rentaba a otra persona, aunque a pesar de su negativa Francisco insistió.
"¿Y cuándo vamos a ir al rancho? Nosotros ya estamos muy viejos para ir allá" alegó Georgina a su esposo, para que no hiciera el trato.
Los hermanos acudieron con el notario Antonio Gallegos, sin embargo necesitaban la firma de Georgina para el trámite, pues ella y Francisco se habían casado por el Registro Civil y el terreno estaba a su nombre.
Por esta razón el contrato que elaboraron su cuñado y su marido, que estaba a nombre de Esther Fuentes Alarcón, esposa de Andrés, nunca se realizó.
"Firmaron una hoja de compra venta. Yo no fui porque no estaba de acuerdo y le dijo el notario que no podía hacer nada porque el contrato estaba a nombre de Esther y como nunca fui nunca elaboraron la escritura".
Georgina señala que tiempo después su esposo murió en 2014 y su cuñado en 2015.
Todo se hubiera quedado así si no es porque el notario aprovechó lo sucedido para sacarle provecho.
Comenta que desde hace años se hace cargo de tres nietos y ante su avanzada edad buscó escriturar dicho terreno, para no dejar desamparada a su familia en caso de que ella también faltara.
Fue entonces que volvió a ir con el licenciado Gallegos para elaborar la escritura de sus propiedades, ya que sus oficinas están en Atzalan.
"Cuánto me cobra por hacer mi escritura, le pregunté al notario, él contestó que nada. Yo me alegré la vida porque no tenía dinero y fue cuando elaboramos la lista de la escritura".
Antonio Gallegos la citó dos días después para que le entregara su documentación, pero le dio unas hojas en blanco para que firmara, lo que ella hizo.
Al cuestionarle porqué tenía que poner su firma en hojas en blanco, el notario le alzó la voz y le recriminó: "esta es una notaría de prestigio y tengo más de 20 años siendo notario”.
Por eso ella confió y firmó con tal de recibir la escritura del terreno de inmediato. Lo que no esperaba es que la citara nuevamente, pero ahora le dijo que sí le cobraría por el trámite 3 mil pesos.
"Me puse a llorar como un niño por la cantidad que me pidió, le comenté que no tenía 3 mil pesos, que de dónde los iba a sacar".
"En esta vida todo cuesta", fue la respuesta que obtuvo del notario Antonio Gallegos.
Georgina Hernández relata que el mismo notario le advirtió que nadie le creería si lo acusaba de firmar hojas en blanco, pues él tenía una trayectoria y ella es una mujer humilde que vive con 300 pesos a la semana.
Ahora, la viuda de su cuñado Andrés, Esther Fuentes, sostiene que ella es dueña de la propiedad y que Georgina le firmó papeles para entregarle el terreno, además de deberle 300 mil pesos.
Con su cartel cargando y acompañada de su nieta, Georgina acusa a Antonio Gallegos de "jugarle chueco", de abusar de su humildad para beneficiar a Esther Fuentes, creándole una deuda que jamás podría pagar.
Por eso la mujer exige justicia, que las autoridades la apoyen porque sus tres nietos dependen de ella, lamentando que ahora no tiene ni siquiera un lugar qué dejarles en caso de que le pase algo.