Previamente, cerca de las 17:00 horas de la tarde del jueves, el taxi que conducí­a, marcado con el número económico 282, fue encontrado abandonado sobre la carretera Villahermosa”“Coatzacoalcos, a la altura del poblado de Los Manantiales, de Agua Dulce, punto en el que se presume que fue ”˜levantado”™ Salazar Sánchez.

Los familiares de la ví­ctima se preocuparon al ver pasar la unidad a bordo de una grúa, por lo que iniciaron la búsqueda del joven, aunque sin alertar a las autoridades, sólo a un vecino al que pidieron apoyo.

Finalmente, alrededor de las 01:30 horas de la mañana, José Salazar fue ubicado a 50 metros de la carretera Las Choapas”“Paralelo, a la altura del acceso al ejido La Arena, también de Agua Dulce.

El muchacho estaba semidesnudo y no presentaba impactos de bala, sino múltiples golpes en el cuerpo, principalmente en el rostro. Presuntamente falleció a causa de un estrangulamiento con cinta para empacar de color canela, que aún permanecí­a alrededor de su cuello. Sobre el cuerpo habí­a una cartulina azul en la que estaba escrito el siguiente mensaje: “Sigue la limpia de secuestradores adios bocho bamos por los que faltan volas de ratas putos de mierdas. Att. Los mismos” (sic).

A través de una llamada del C-4, cerca de las 02:00 horas de la mañana, la Policí­a Municipal de Agua Dulce y la Policí­a Estatal fueron notificadas del hallazgo y se trasladaron varias patrullas al lugar del hallazgo, en el que os familiares del occiso ya estaban.

Hasta las 03:00 horas llegó un perito enviado por la Fiscalí­a General del Estado (FGE), para iniciar las acciones de rigor. Previo al levantamiento, el ciudadano Rosendo Salazar identificó formalmente al finado como su hijo y se procedió a trasladarlo a un anfiteatro en Las Choapas.

Ola de homicidios

Esta ejecución fue atribuida al grupo autodenominado “los mismos” que, de acuerdo a un registro en medios de comunicación a nivel regional, ya sumaban 8 homicidios, convirtiéndose el caso del joven José Salazar Sánchez en el número 9 en lo que va de julio y agosto. La ola de ejecuciones se ha expandido desde Acayucan y Rodrí­guez Clara, pasando por Jaltipán, y Coatzacoalcos hasta Las Choapas y Agua Dulce.

El primero del registro ocurrió el 11 de julio, en Acayucan, cuando ocurrió el homicidio de Raúl Vázquez Hernández, de 30 años de edad, presunto miembro de la banda de “El Kevin”. Recibió 5 impactos de bala a bordo de su camioneta, en el barrio de San Diego.

El segundo incidente, que se dio el 3 de agosto, tuvo como saldo la pérdida de la vida de dos personas oriundas de Juan Rodrí­guez Clara, que fueron dejadas en en distintas partes del municipio de Acayucan.

También el 3 de agosto, en el municipio de Soconusco, Jesús Manuel Olmedo Reyes y Jesús Guadalupe Rodrí­guez Dí­az fueron ejecutados presuntamente por este grupo delincuencial, que se adjudicó el hecho a través de unas cartulinas.

El 7 de agosto, Francisco Castro Ruiz fue asesinado en el barrio de La Palma, de nuevo en Acayucan, y en el lugar se dejó una cartulina en la que los sicarios aseguraban que el individuo habí­a asaltado dos farmacias. Para el 13 de agosto, Hiram Toledo Sánchez perdió la vida en esa misma ciudad.

El í­ndice de robos violentos disminuyó notablemente en Acayucan después de estos hechos de sangre, debido a las amenazas del grupo y a las 7 ejecuciones que se adjudicó a través de diversos mensajes escritos.

Sin embargo, la ola de muerte no paró en la región, pues se extendió hasta Coatzacoalcos, cuando el pasado 22 de agosto se encontró un cuerpo en la colonia Lomas de Barrillas, en la playa, con un mensaje firmado por “los mismos” y clavado con un cuchillo.

El hallazgo efectuado durante la madrugada del 26 de agosto, en los lí­mites entre Agua Dulce y Las Choapas se convertirí­a en el número 9 de esta espiral de violencia.