El asesinato de un reportero
•Rastreo de pistas a considerar
•El fan de Francisco Franco
Fiscal: nueve días sin Pedro Tamayo y usted sigue investigando.
EMBARCADERO: Hay cositas que, con todo respeto a su chamba, la Fiscalía de Veracruz ha de estar considerando en la investigación para encontrar a los culpables del asesinato de Pedro Tamayo Rosas, el periodista número 19 ejecutado en el sexenio de Javier Duarte, JD, y en el que la tierra jarocha se ha convertido “en el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”...Por ejemplo: la esposa de Pedro declaró que “unas personas vestidas de negro y con botas tipo militar”
Luis Velázquez
le habían lanzado la siguiente advertencia: “Dígale a su marido que le baje de huevos y que ya no se meta con el gobernador y el fiscal” (La Jornada México, Fabiola Martínez, 24 de julio, 2016)… De entrada, se ignoran los posibles asuntos a que tales individuos se referían, pues Tamayo sólo escribía notas informativas basadas en los hechos reales, cada vez que en su carrito llegaba al lugar de la tragedia con su grabadora y cámara fotográfica, el celular… Con todo, y si así lo consideraran estratégico, la Fiscalía quizá pudiera, digamos, estar siguiendo tal pista, por ejemplo, profundizando en el análisis de su trabajo periodístico… Por ejemplo, hacia el sábado 23 de julio, 2016 (La Jornada México, Eirinet Gómez, página 12), once policías estatales, entre ellos, el subsecretario de Seguridad Pública de Tierra Blanca, había comparecido en la Fiscalía por el homicidio de Pedro… Al momento, habían desahogado 24 ejercicios ministeriales, en que incluían el interrogatorio a un par de paramédicos y cuatro testigos… Nueve días después del crimen, nadie dudaría que el expediente va engordando, pero como siempre, la población en ascuas, pues el gabinete policiaco y de justicia de JD sigue trabajando… Y por tanto, que cada ciudadano interesado en el tema asuma la filosofía social del pescador, uno de cuyos atributos es la paciencia para que el pescado caiga en la mordaza…
ROMPEOLAS: La otra pistita es la siguiente… Desde un principio, uno de los hijos del reportero número 19, número 19, número 19 asesinado en el sexenio, aseguró que el posible agresor era un conocido de Pedro, incluso, un policía… Habría, pues, de recordar que el periodista ejecutado inició en la vida laboral como policía raso en Tierra Blanca y, de pronto, descubrió su vocación periodística gracias al director de un periódico local, su maestro Evaristo Gutiérrez, y por ahí siguió el resto de su vida…Incluso, la secretaría de Seguridad Pública lo tenía como informante, de tal manera que alternaba su trabajo para llevar el itacate a casa, además, claro, en los últimos años, del puesto de hamburguesas… Y, bueno, los seres humanos tenemos claroscuros con los colegas de chamba, pues forma parte de la naturaleza psicológica… Desde tal eje, el cuarto eje de investigación sería la revelación de la familia de Pedro en el sentido de que policías estatales presenciaron la agresión, mejor dicho, el atentado, mejor dicho, el asesinato, y en ningún momento intervinieron “para evitar la fuga de los atacantes”… Más aún, uno de los hijos los correteó, pero como huían trepados en una unidad móvil nunca los alcanzó, además de que, oh paradoja, “fue obstruido por los uniformados”… “En la línea de fuego”, que así se llamaba el sobrenombre de Pedro Tamayo para sus textos, el agresor(es) escaparon, pero el hecho y la circunstancia habría de merecer el catalejo de la Fiscalía para apuntalar la verdad, la máxima tarea en la búsqueda de la justicia pronta, ágil, expedita, impoluta y confiable…
ASTILLEROS: Desde el poder público tienen (pues, además, lo han filtrado) la versión diabólica de que el reportero asesinado tenía malas amistades, como el caso de Francisco Navarrete, el presunto narcojefe de la plaza Tierra Blanca… Okey… Sólo que si la Fiscalía ha de transitar por tal camino de fuego, espinas y cardos con su experiencia, inteligencia y perspicacia considerará que hay un montón de fotos donde el presunto capo aparece al lado de Antonio Tarek Abdalá, en su tiempo electoral como candidato a diputado federal… Pero además, reuniones públicas con el presidente municipal de Tierra Blanca, y con los mandos medianos y bajos de la policía estatal y municipal… Además, de empresarios locales… Y, por si fuera poco, si hablan de que Navarrete y el reportero planeaban lanzar un periódico en el pueblo, nunca, jamás, fue concertado, y el camino al infierno está sembrado de utopías, esperanzas y sueños… Lo más canijo es lo siguiente: a cuatro meses y dos días del fin del duartismo, 19 reporteros han sido asesinados, mientras otros tres están desaparecidos, el primero el mes de septiembre del año 2011, y como tanto tiempo ha pasado por debajo del puente de la esperanza, entonces, ninguna duda hay (y ojalá, estuviéramos equivocados) de que estuvieran muertos… Y, en contraparte, Javier Duarte ha dado órdenes de que ninguno de los reporteros ejecutados lo fue por su trabajo periodístico, sino, entre otras cositas, porque tenían malas amistades… Y lo peor, sin aportar una sola prueba, nada más porque yo soy el gobernador, yo soy el Estado, yo soy Veracruz, y Veracruz habla por mí y yo lo digo, palabra divina… Los ojos del mundo una vez más están sobre el góber de los Frutsis, los tuiters, las tortas de “La rielera”, que juega con sus seis perros, sus mascotas, y suele mirar películas hasta las 3 y 4 de la madrugada, y tanto admira a Francisco Franco que lleva 19 reporteros asesinados y tres desaparecidos y tres exiliados, sin ningún reproche de conciencia…