Peor agravio del duartismo
•Veracruz, río de sangre
•Y la impunidad, desde luego
Fiscal, se cumplen hoy siete días del crimen del reportero Pedro Tamayo.
EMBARCADERO: El peor agravio de Javier Duarte, JD, y el secretario de Seguridad Pública a los 8 millones de habitantes de Veracruz es que Veracruz ha sido convertido en un río de sangre... Diríase que en cada hogar de la tierra jarocha se llora un familiar, un amigo, un compadre, un vecino, un conocido, secuestrado, desaparecido y/o asesinado...En cada familia el dolor y el sufrimiento se ha aposentado con el sexenio más sórdido y siniestro que ni siquiera, vaya,
Luis Velázquez
con Agustín Silvestre Acosta Lagunes con su “Sonora Matancera”… Cierto, con Patricio Chirinos Calero inició el narcotráfico y con Miguel Alemán Velasco y Fidel Herrera Beltrán aumentó, porque de un solitario capo que entonces traficaba droga del sur al norte del país Veracruz brincó al paraíso terrenal para los carteles… Con todo, nunca, jamás, salvo quizá excepciones, las calles y las ciudades y las carreteras y los ríos se llenaron de muertos de la población civil… Ahora, con el duartismo, “la muerte ha tenido permiso” para que “el daño colateral” incluya hasta niños… Y lo peor, niños fusilados con alevosía, ventaja y premeditación, como sucediera en el poblado de Mata Mateo, en Paso de Ovejas, y en un poblado de Manlio Fabio Altamirano… Desde luego, resulta imperdonable que la elite priista en el poder sexenal haya “ordeñado la vaca” y “metido la mano al cajón” como toda la población está segura… Y que la secretaría de Finanzas y Planeación tenga deudas por todos lados, a tal grado que, incluso, han tronado a multitud de empresas medianas y pequeñas… Y que en tanto el gobierno duartista dispusiera de tantos créditos sin que jamás haya existido una obra pública de trascendencia municipal o regional… Pero más, mucho más inverosímil es que la sangre siga corriendo de sur a norte y de este a oeste de un Veracruz llamado el paraíso terrenal y mudado en una sucursal del infierno…
ROMPEOLAS: He ahí el peor legado de JD a la población… Y aun cuando todo mundo ya lo sabe, una vez más se repite, siguiendo la lógica de Andrés Gide de que “todo está dicho, pero como nadie hace caso, entonces ha de insistirse”… Quizá, acaso, el gabinete de seguridad y de justicia se ha “lavado las manos” considerando una frase estelar del
cronopio argentino, Julio Cortázar, de que “pasado un ratito… uno se acostumbra a todo”… Pero tal sería, y en todo caso, la visión desde el gobierno, pues en contraparte, en cada hogar están de luto… Y lo peor, cada ciudadano vive con el temor y la angustia de que un día sea el siguiente plagiado, desaparecido y asesinado para engrosar la numeralia de la muerte que ha ubicado a Veracruz en la lista negra nacional… La madre de la niña de 5 años, Karime Alejandra, secuestrada, ejecutada y sepultada en una fosa clandestina en Coatzacoalcos, lo dijo con una visión apocalíptica: “Hoy fue mi hija Karime, mañana puede ser la tuya”… Y por desgracia, la sentencia bíblica se ha cumplido de manera puntual… Por eso, cada vez que el ciudadano lee en los medios el horror cotidiano, como por ejemplo, los 6 cadáveres tirados en Manlio Fabio Altamirano, y los tres ejecutados en Las Choapas, uno de ellos, el líder local cetemista, y el plagio del hijo de un ganadero en Rodríguez Clara, y el civil que en Minatitlán frustró un asalto y mató a un secuestrador, y el asesinato con alevosía, ventaja y premeditación, del reportero número 19, Pedro Tamayo, resulta insuficiente que, por ejemplo, en el malecón de Coatzacoalcos los feligreses de las iglesias evangélicas se hayan arrodillado en la Plaza de la Paz, para pedir a su Ser Superior que frene el tsunami de violencia… Quizá, claro, y con todo respeto sea escrito, les sirva de consuelo, pero al mismo tiempo, oh tragedia, de nada sirve, mejor dicho, de nada ha servido, porque en las iglesias católicas también han rezado, y hasta el obispo de Córdoba, Eduardo Patiño Leal han encabezado marchas con sus feligreses, y la violencia sigue, fuera de control…
ASTILLEROS: Por un lado, la pesadilla de la inseguridad, y por el otro, su hermana gemela, la impunidad… Simple y llanamente, el Fiscal, rebasado por los hechos y las circunstancias, con un solo resultado: está bajo sospecha, no puede, el principio de Peter… Y lo peor: la población ha perdido la confianza que, acaso, quizá, alguna vez le tuvo… El palabrerío hueco, las gesticulaciones de Mr. Bean tratando de convencer de que pronto procurará la justicia… Si Javier Duarte ha dicho que Gabriel Deantes Ramos y Édgar Spinoso Carrera “defraudaron mi confianza”, aunque luego los restituyó, ahora Fidel Herrera Beltrán ha encarnado el sentir y el pensar de la población… “No fue lo que yo esperaba, pues hizo cosas que no tenía que hacer”… Ya veremos si el gobernador electo cumple con su juramento de encarcelar a JD en los primeros cuatro meses, o de lo contrario, se atragantará con sus propias palabras, aun cuando si así fuera, jamás podrán recuperarse las vidas ejecutadas…