Los desaparecidos incómodos
Hay cositas raras y extrañas que siembran la duda y la incertidumbre en Veracruz, a tal grado que el ciudadano termina encomendándose a su Ser Superior.
Por ejemplo: En el sexenio de Fidel Herrera, el góber fogoso, la madrugada del 21 de julio, 2010, desapareció el arquitecto José Christian Morales Carreto, quien soñó con
Luis Velázquez
la candidatura a presidente municipal de Xalapa, nominado primero por el góber fogoso, y segundo, por Miguel íngel Yunes Linares.
Aquella madrugada salió de un antro en Xalapa y se lo llevaron en compañía de su amigo, Nelson Leopoldo Cabrera Cobos, y una amiga.
Nunca aparecieron.
Pero las versiones siempre fueron que lo había desaparecido Fidel Herrera y/o Yunes Linares.
El primero, porque luego de chambear con el fogoso se le entregó al segundo.
Y el segundo, porque lo habría financiado para la candidatura y de pronto el dinero desapareció, pues nunca hubo precampaña ni campaña.
Otra versión asegura que atrás del plagio estuvo Érick Lagos Hernández, por órdenes superiores del “tío” de Nopaltepec, y cuando el padre protestó y armó un escándalo en Xalapa quisieron regresarlo, pero era demasiado tarde porque los malandros habían cumplido en tiempo y forma.
Fue el mismo caso de la rara y extraña desaparición de “El oaxaco”, José Manuel Flores Ríos, el constructor favorito de José Murat Casab, ex gobernador de Oaxaca, cuaderno de doble raya del góber fogoso.
“El oaxaco” construía obra pública para el duartismo, de igual manera que en el fidelismo.
Y un día, en diciembre de 2011, bloqueó la autopista del sur de Veracruz con nueve alcaldes para exigir el pago de pendientes.
Semanas después fue citado por el secretario General de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, en palacio de gobierno de Xalapa para revisar pendientes.
Y hacia las 6 de la tarde del 28 de febrero, 2013, cuando salió de la capital con destino al sur, en las goteras de la ciudad fue desaparecido, luego de que un par de patrullas policiacas lo seguía.
Hasta la fecha.
Como si hubiera volado al cielo igual que Remedios, la bella, en la novela de Gabriel García Márquez.
UN POLICíA MUERTO Y TRES MUJERES DECAPITADAS
Tal cual, en la semana que corre sucedieron los siguientes hechos en Xalapa.
Un día, la noticia fue que un policía de la secretaría de Seguridad Pública, donde despacha el impoluto Arturo Bermúdez Zurita (así se declaró él mismo), amaneció muerto en un motel, luego de una noche calenturienta.
Luego, en la prensa roja de Xalapa trascendió que aquella noche un par de policías se había encerrado con dos mujeres.
Y el 19 de julio, dos días después, en la colonia 21 de marzo, sobre las vías férreas, aparecieron embolsados los cuerpos desnudos y decapitados de tres mujeres.
Horas después se conocía que en otra colonia popular, La Lagunilla, tiraron en bolsas negras tres cabezas, las tres de mujeres, y que de acuerdo con las versiones pertenecían a los tres cuerpos decapitados tirados en la colonia 21 de marzo.
Mera coincidencia, hechos fortuitos, sucesos concatenados, vaya usted a saber, pero en la imaginación popular y en la percepción ciudadana, tan dada a ensortijar las cosas, el testimonio ahí queda.
PIENSA MAL Y ACERTARíS
Un director de cine dice que la ficción se parece más a la vida que la vida misma.
Por ejemplo: la telenovela “Las amazonas” de Televisa está por terminar.
Una protagonista, que la hace de intrigante y de mala para quedarse con la fortuna, recurre al asesinato de varias personas, a quienes a través de sicarios las desaparece y matan.
Desde luego, de tales historias está repleta la Biblia y sólo traduce la antigua y milenaria lucha entre el bien y el mal, entre dios y el diablo.
Además, el politólogo Carlos Ronzón Verónica tiene un eje central para el análisis social, donde la regla universal es pensar mal… para acertar en la hipótesis.
Nadie, claro, pensaría que en el fidelato el arquitecto José Christian Morales Carreto y en el duartismo “El oaxaco” fueron desaparecidos, digamos, sólo digamos, por razones de Estado, porque las instituciones públicas estaban en peligro.
Tampoco nadie quisiera pensar que el notario Armando Gálvez Pérez Aragón y el asesinato de las tres mujeres, además decapitadas tienen “una mano que mece la cuna”, la mismita.
Pero de ser así, Mario Puzzo con su novela “El padrino” demuestra que atrás de muchas fortunas y atrás de muchos grupos políticos siempre hay crímenes.
Es más, en el siglo pasado, los políticos se libraban de sus enemigos, adversarios y detractores a través de asesinatos.
¡Qué más da ahora!...
ENTÉRESE RíPIDO
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Mario López 21 Jul, 2016 - 10:25
Le faltó el contador de los negocios de José Ruiz Carmona alias El Prepin, el contador Edras López Arreola, desaparecido hasta el dÃa de hoy desde hace casi 5 años, justo después de sostener una fuerte discusión con su jefe por negarse a prestarse a las transas que su jefe le ordenaba. Se sabe que justo después de la acalorada discusión con Ruiz Carmona, el contador fue levantado por un comando armado y no se volvió a saber de él jamás.