"Como pude brinqué los cadáveres para escapar" de "La Madame"
•"A un amigo le dispararon en la cabeza. Estaba tirado boca abajo. Se le veía el agujero en el cráneo. Era sangre de parte del cerebro la que estaba regada en el piso"
•Habla sobreviviente de la masacre del antro en Xalapa
•“Muchas cosas que dijo la Fiscalía fueron mentiras”
•Sus padres le prohibieron dar entrevistas, pero él aún recuerda el olor a pólvora y a sangre
•“No dispararon a una mesa en especial, era un regadero de balas”
“Mi amiga vio a los malandros y ninguno se parecía al joven detenido”
XALAPA, VERACRUZ.- “Aún recuerdo el olor a pólvora y sangre. Hubo muchos gritos de mujeres, pero más disparos y muertos. Como pude brinqué los cadáveres para escapar; pero en la entrada estaban otros dos chavos… Vuelvo a la escena y me dan escalofríos. A uno, supongo que le dispararon en la cabeza, estaba boca abajo y se le veía el agujero en el cráneo. Yo creo que era parte del cerebro lo que estaba regado en el piso”.
Miguel íngel León Carmona
Habla un joven universitario, sobreviviente de la matanza del antro La Madame, en Xalapa, Veracruz, ocurrida el pasado 22 de mayo de 2016. Su testimonio lo relata mediante una llamada telefónica, ruega su identidad no sea develada, tiene miedo de las represalias, pues asegura, “muchas cosas que dijo la Fiscalía de Veracruz fueron mentiras. Mis amigos y yo vimos todo”.
Sus padres le tienen prohibido dar entrevistas, no puede hablar del tema ni con los amigos. Le recalcan que los asesinos andan libres, pues según lo que el mismo Bonifacio (como se le llamará por seguridad al sobreviviente) dice ninguno de los seis pistoleros reúne las características de Gabriel Alfredo Martínez Godos, el joven de 20 años que el Fiscal Luis íngel Bravo Contreras señala como presunto responsable del multihomicidio.
“Una de mis amigas vio entrar a los hombres malos, ella pensó que eran gogos, los que bailan en poca ropa para ambientar el lugar, porque se veían fuertes, o sea tenían el porte. Uno de ellos llevaba una maleta con ropa, de ahí sacó las armas y comenzaron a disparar a todo mundo. Ahora que vemos la foto del joven que atraparon, no creemos que sea el culpable, pues no lo vimos en un retrato hablado, nosotros estuvimos allí".
Y así comienza a relatar los hechos Bonifacio, cierra la puerta de su cuarto y pide disculpas cada vez que cuchichee las partes sanguinarias. “Aquella vez no pude dormir hasta que el sol apareció. Ahora tomo pastillas para poder descansar. Me espanto de cualquier ruido; si se cae un cubierto de la mesa o cuando suena la campana de los señores que venden el gas. No pienso salir de mi casa. Me levanto llorando. Si le platico la historia es porque quiero desahogarme”.
ERA UNA SALIDA DE AMIGOS… CREO QUE YA A CUALQUIERA LE PUEDE TOCAR
Esa noche quedé con unas amigas de reunirnos en el antro La Madame; unos alcanzamos mesa y vimos todo desde adentro. Otros dos fueron los que llegaron tarde y les tocó los balazos en la entrada. Fue una salida que duró no más de dos cervezas. A las 12:30 comenzó la tragedia.
Cuando llegamos eran las 11:30, aproximadamente; ya se nos había pasado la reservación. Tuvimos que registrarnos en la lista de espera. Yo creo que la Fiscalía no mintió en el dato de cuánta gente entró aquella noche, porque si éramos como 200 personas. Fue que un amigo salió por nosotros y nos invitó a su mesa. Nos ubicamos cerca de las tarimas donde hacen show los gogos. Éramos unos siete amigos, todo iba muy bien. Nadie se imaginaba muerto”.
¿Por qué decidieron ir al bar La Madame?
Realmente era un antro barato, esa vez pagamos 150 de cover e incluía el alcohol ilimitado. Ahí se podía estar tranquilamente. Nadie te criticaba; entraban heterosexuales, homosexuales, lesbianas y hasta transexuales. Esa vez había más hombres que mujeres. Es lo que recuerdo.
¿Pudiste ver si había menores de edad?
Cuando voy a un lugar no me fijo quién entra y quién sale. Pero esa vez sí nos solicitaron la credencial de elector. La verdad no me explico cómo se coló la chica de 14 años, pues en la entrada había tres o cuatro personas encargadas de la seguridad, dos de ellos se veían grandes de edad y un poco gorditos. Es lo que recuerdo.
“NO DISPARARON A UNA MESA EN ESPECIAL; FUE UN REGADERO DE BALAS”
Mi amiga y los demás pidieron vodka, yo pedí una cerveza. Comenzamos a bailar música pop, Ariana Grande, creo. De repente se oyeron dos explosiones, fue cuando mataron a los dos chavos en la entrada. Creímos que eran cohetes, un show sorpresa o algo así. Pero después llegó el olor a sangre y pólvora y los gritos de mujeres.
Yo lo que hice fue aventarme sobre mi amiga y tiranos al piso. Nos agarramos de la mano y ya no quise voltear. Fue un regadero de balas, no tengo idea de cuántas, pero se escucharon más fuerte que la música. Supongo que entré en shock, porque ya no oí nada, solo vi zapatos junto a mi cara; iban escapando. Lo único que recuerdo es que mi amiga me jaló y gritó “¡Vámonos!”.
Comenzamos a correr, yo me iba deteniendo de las paredes, que eran moradas, mientras esquivaba los cadáveres. La gente se confundía con el humo de las balas, había luces verdes de láser y el piso que era blanco aquella vez fue rojo. Mi amiga se quitó las zapatillas para avanzar más rápido y cuando llegamos a la entrada, comenzó a gritar; las plantas de sus pies las tenía manchadas de sangre.
Le puedo decir que no fueron cinco muertos, como dicen las autoridades. Tan solo yo conté siete. Es evidente cuando están heridos y cuando ya no se puede hacer nada por ellos. Tampoco fueron matar a alguien en específico; cómo están las cosas por acá, los hubieran levantado de sus mesas y desaparecido. Pero no, apenas abrieron la puerta comenzaron a tirar, dejaron heridos de lado a lado.
“MI AMIGA VIO A LOS MALANDROS Y NO SE PARECíAN AL JOVENCITO QUE ACUSAN”
Yo nunca perdí comunicación con ella, nos escribíamos por mensajes de Whats App. Lo último que me dijo fue que ya estaba en la entrada. Luego comenzó la masacre…
Ella venía acompañada de un joven, ahora me platica que recién llegaba cuando vio a unas personas en la entrada de La Madame, pensó que eran gogos, bailarines, porque se veían fuertes. Uno de ellos tiró una maleta al suelo y comenzó a sacar ropa. A mi amiga no se le hizo raro y se distrajo, tratando de encontrar nuestra mesa.
En ese momento soltaron los dos primeros balazos. Su acompañante reaccionó pronto y se resguardaron en el primer pasillo del lugar. Los demás fueron cogiendo su armamento de la maleta y abrieron las puertas para acabar con la gente.
Ahí nos encontramos los amigos, después del incidente. Ya no pude ignorar lo que estaba pasando. Había dos muchachos muertos junto a nosotros. A uno supongo que le dispararon en la cabeza, estaba boca abajo y se le veía el agujero en el cráneo. Yo creo que era parte del cerebro lo que había regado en el piso.
Quisimos huir lo más pronto posible del lugar. Pero la noticia ya era trending topic en las redes sociales, quizá por eso ningún taxi se detuvo. No recuerdo exactamente cómo llegué a casa, pero inmediatamente me bañé, porque seguía impregnado el olor a muerto en mi ropa. No sé realmente cómo, pero sobreviví. Hoy le aseguro que no volveré a sentirme seguro en Xalapa.
Así culminaban 53 minutos y 14 segundos de la entrevista telefónica. El universitario traga saliva y suplica que después de colgar no se le vuelva a contactar. No sabe si regresará pronto a la escuela, tampoco si seguirá durmiendo con su madre, con la luz prendida. Sólo espera que las pesadillas de las noches nunca se hagan realidad y que los asesinos no lo encuentren y también lo maten.
01 Jun, 2016 - 16:23
La foto no es del que da la entrevista, se supone que es del chico detenido o sea el presunto responsable, ahà lo dice la foto.
01 Jun, 2016 - 11:01
Como es posible que me cambien nombre al. Vivo que da la entrevista según para protegerle y pongan una foto, eso es incoherente.
Además ese relato cualquiera se lo inventa