cargando

En twitter:

Barandal
Miércoles 25 mayo, 2016

Politizado caso UV con Duarte

•Operan sucesión de la rectora
•Hilario Barcelata, el incómodo

PASAMANOS: El maestro e investigador de la UV, Hilario Barcelata, contemporáneo de Rafael Arias Hernández, secretario General de la UV a los 26 años de edad, comenzó a perfilar su nombre en un noticiero radiofónico de Xalapa, luego, y atrás de la notoriedad, publicó una columna, después cambió su estatus periodí­stico por conferencias

Luis Velázquez

de prensa sobre la situación de la UV y ahora, acaricia el sueño más importante de su vida, como es llegar a la rectorí­a el año entrante y, de paso, descarrilar a Sara Ladrón de Guevara en la reelección. Incluso, piensa así­ rebasar por completo a otro investigador de la UV, Cuitláhuac Garcí­a Jiménez, quien de profe de tiempo completo pasó a diputado federal y ahora es candidato de MORENA a la gubernatura de dos años y sus fans duartistas le susurran al oí­do que va de puntero.
El problema de la deuda pública del duartismo con la UV “le cayó como anillo al dedo” a Barcelata, y entonces, tendió un puente de plata con la secretarí­a de Finanzas de la UV, Clementina Guerrero, se puso a sus órdenes, acordaron un intercambio de barajitas informativas, y hay quienes, osados y temerarios (y que uno se resiste a creer), aseguran que le daban apoyos para seguir en su, digamos, legí­tima defensa de la UV.
Un dí­a, un grupo académico denominado “El Colectivo”, integrado por académicos de las áreas Histórico-Sociales y Ciencias Educativas, tocaron a su puerta, para unirse en su lucha recí­proca por la casa de estudios.
El biógrafo de Hilario Barcelata asegura que con una gran habilidad y audacia se fue apoderando del Colectivo, compartiendo honores con otra investigadora de la UV, Mayra Ledezma, para así­ evitar suspicacias, celos y recelos, y continuar atrás de su objetivo supremo, sin despertar sospechas.
Mientras tanto, la tensión entre Javier Duarte, JD, y Sara Ladrón se multiplicaba. Incluso, habí­a llegado a tensar la cuerda, luego de tantas “tomaduras de pelo”, pues para entonces, la rectora ya usufructuaba el respaldo de la ANUIES y se habí­a entrevistado con diputados federales y senadores y hasta tení­a el respaldo de la ONU.

BALAUSTRADAS: Un dí­a, JD anunció que enviarí­a una iniciativa de ley al Congreso local para que a partir del año entrante, el subsidio del gobierno local a la UV llegara al 3 por ciento del presupuesto estatal, que significa más o menos un aproximado de 3 mil millones de pesos, y lo que resulta indicativo, pues ahora el subsidio es de 2,400 millones de pesos.
Además, sólo se reproducí­a la vieja tesis del siglo pasado cuando la gran polémica entre Antonio Caso y el teziuteco Vicente Lombardo Toledano de que el Estado tiene la obligación de subsidiar la educación superior.
Con la cena servida, Hilario Barcelata, para entonces consolidado con Clementina Guerrero, visto bueno de la rectora, se extrapoló con exceso y demasí­a y movió a la prensa para rechazar la iniciativa de JD del 3 por ciento, porque significaba una miseria, y tal cual, cambió la jugada y exigió el 5 por ciento del presupuesto general del gobierno de Veracruz a la máxima casa de estudios.
Y como en el palacio principal de Xalapa miraban a Hilario Barcelata como una voz oficial y oficiosa de la rectora, entonces, Troya ardió.
El resultado fue concreto y especí­fico: hasta donde se sabe si se sabe bien, la rectora se irritó con la postura de Barcelata, ordenó que le cerraran la llave de la información privilegiada que tení­a y lo dejó a la deriva.
Simple y llanamente, ya le estaba causando problemas.
Y más porque alguien por ahí­ descubrió el doble juego de Barcelata, que es la rectorí­a, por encima, incluso, de Ladrón de Guevara, quien de acuerdo con la ley de la UV tiene el legí­timo derecho a la reelección.

ESCALERAS: Muchas cositas ocurrieron, entonces, y por añadidura.
Por ejemplo, el gobierno de Veracruz, la UV y el SAT se fueron a una negociación y acordaron que el duartismo absorberí­a la deuda de la UV con el SAT, a partir de que la UV la tiene por el atraso en el pago de los subsidios federal y estatal.
Y aun cuando en el pasillo se afirma que se trata de una condonación del SAT a la UV, mejor dicho, al gobierno del estado, de cualquier forma, la UV quedó desafanada.
Incluso, hasta podrí­a hablarse de una especie de FOBAPROA universitaria, lo que cierto, constituye una práctica común.
Pero, además, JD ha mantenido la iniciativa de ley en el Congreso para que el subsidio a la UV se mantenga en un 3 por ciento del presupuesto general del Estado, y lo que todaví­a, y por fortuna, está vigente.
Más todaví­a: se está dando una negociación entre el duartismo, el Instituto de Pensiones y la UV sobre el pendiente que tanto escozor ha significado.
Las cosas estarí­an caminando para la UV, aun cuando las huestes de Sara Ladrón de Guevara han de aplicar una lupa sobre Hilario Barcelata, porque con su obsesiva obsesión de la rectorí­a puede convertirse en “un chivo en cristalerí­a”.
Por ejemplo, según las versiones anda desvariando y está en precampaña en los campus construyendo, digamos, un grupo institucional que lo perfile para la rectorí­a y en el momento conveniente le levante la mano y la historia del Niño Pí­pila se repita.


Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.