Fuego amigo
Ricardo García Guzmán acusó a Mauricio Audirac de deshonesto, pillo, ladrón. Audirac le reviró con una carta exigiendo un desmentido, una disculpa y un perdón. García Guzmán, por el contrario, lo rafagueó otra vez, ahora en el Congreso. Audirac de nuevo reviró con otra cartita, declarándose impoluto. ¿Par de cínicos, par de bufones, el ladrón gritando al ladrón, quién dice la verdad?