Ojo por ojo...
El obispo de nombre kilométrico, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, descubrió la octava maravilla del mundo. Dijo que los artistas, los políticos y los reporteros son homosexuales. Y el resto de la población gays los imita. Por eso, la diversidad sexual. Los gays le pidieron una disculpa. Y Gallardo, gallardo al fin, los mandó al diablo.
Ojo por ojo, diente por diente.