Cuitláhuac, tierra fértil en violencia
•Cerca de 30 desaparecidos en los últimos dos años; uno era gerente de casa de empeños
•Este año, un exalcalde y un comandante, en la lista de las víctimas
•En la década anterior, pistolerismo tenía asolada la zona; hoy grupos delincuenciales
•Habitantes piden que intervengan Mando Único y Fuerzas Federales; gobierno municipal discrepa
•Hay 20 policías, la mayoría sin armas
Laura Rojas
•Hay 20 policías, la mayoría sin armas, y de ellos tres cuidan a alcalde y su familia
Cuitláhuac, Ver.- El municipio de Cuitláhuac se ha convertido en la tierra fértil para la violencia de grupos que han rebasado a las autoridades, ya que en los últimos 2 años han ocurrido unas 30 desapariciones de personas, y al menos 10 personas han sido asesinadas o ejecutadas, sin que las autoridades competentes puedan hacer algo para, cuando menos, identificar a los responsables.
En la década anterior, Cuitláhuac se volvió famoso por el pistolerismo que mantenía asolada la región. Constantemente había balaceras o muertos a balazos durante riñas, que generalmente involucraba a jóvenes bragados, que recién llegaban de los Estados Unidos, con camionetas de lujo y dinero para andar despilfarrándolo en las cantinas.
Hoy, la situación ha cambiado, ya que los habitantes de este municipio han mudado su temor de aquellos tiempos, por el terror que impera, ante los hechos violentos registrados, con la desaparición de personas, torturados y ejecutados.
También durante muchos años, la Policía Municipal, en coordinación con la VIII delegación de Seguridad Pública con base en Tierra Blanca, combatió a las bandas de delincuentes, e incluso se registraron enfrentamientos a balazos, donde fueron capturados los infractores y posteriormente llevados a juicio para ser condenados.
En Cuitláhuac, la Dirección de Seguridad Pública Municipal creada en la administración del exalcalde Ambrosio Borbonio Anne, quien también fuera víctima de la violencia, cuenta actualmente con 20 policías, así como con 2 patrullas, y sólo algunos elementos cuentan con armas, lo que resulta insuficiente para garantizar la seguridad de la población, repartida en unas 20 localidades.
CERCA DE 30 DESAPARECIDOS
En los últimos dos años, se tienen reportes de cerca de 30 personas que han desaparecido, algunas de ellas, han regresado a sus hogares; pero de otros nada se sabe.
Una de estas víctimas fue el gerente de la casa de empeños “Prestamil”, José Antonio Martínez Roa, de 40 años y con domicilio en Córdoba, quien se encuentra desaparecido desde el 16 de julio del año pasado.
Ese día, el gerente fue interceptado en Córdoba, por dos sujetos armados con pistolas, y llevado al negocio en Cuitláhuac, donde fue retenido hasta que llegaron dos empleadas a quienes obligaron a entregar 1.2 millones de pesos, y luego las dejaron amarradas; pero a él se lo llevaron. Meses después sus familiares aún lo buscan y dan hasta ocho líneas telefónicas para que si alguien sabe algo de su paradero lo reporte. Algunos de estos números son: 273-1057559, 8991201059, 2711261492, 2313199288 y 2711783530.
“La verdad ya nadie confía en la Policía Municipal de este lugar, faltan policías, no tienen patrullas, no tienen radios, y de los pocos policías que hay, unos andan cuidando al alcalde y a su familia. Ya van como 30 personas desaparecidas, unos han aparecido bien madreados; pero otros no. Se han suscitado riñas enfrente del Palacio y nadie detiene a los responsables”, citó una fuente cercana a las autoridades municipales.
Por otro lado, desde el 10 de junio se encuentra desaparecido un joven de nombre José de Jesús Ahuatzin, de 18 años, vecino de la colonia El Libramiento, quien la última vez que fue visto se encontraba en el mercado “Faustino Mora” de Cuitláhuac, y vestía una playera y short color café, con tenis azules.
Mediante fotocopias que fueron pegadas en postes de luz, su madre Nicolasa Ahuatzin Núñez pidió la colaboración de la ciudadanía y pidió que cualquier informe sobre el paradero del joven se le haga llegar mediante el número telefónico 271-1181985.
Se sabe que este joven había sido amenazado por un sujeto apodado “El Negro”, después de que el hoy desaparecido conoció y entabló una relación con una joven, a través de las redes sociales. Además, se conoció que en la misma semana, otra persona fue reportada también como desaparecida.
ALGUNOS CRíMENES OCURRIDOS EN LA ZONA
La región de Cuitláhuac, importante por ubicarse sobre la carretera federal Veracruz-México, el año anterior y este ha sido escenario de cuando menos diez crímenes, muchos de ellos ejecutados a sangre fría, sin que hasta el momento las autoridades hayan esclarecido los hechos.
El 3 de diciembre del año pasado, un joven de 36 años, mecánico de muelles y talachero, fue ejecutado de 2 balazos en la cabeza, en delante de su ayudante, a manos de un sujeto esbozado que llegó a su taller ubicado en la carretera federal Córdoba-Veracruz, en el libramiento Cuitláhuac, a la altura de la entrada de la localidad Tamarindo.
José Ramírez Martínez, alias “El Flaco”, de 36 años, y con domicilio en la localidad El Tamarindo, de este municipio, es la persona que murió acribillada.
Luego del crimen, al lugar arribaron policías de Seguridad Pública, Policía Municipal, Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI), así como oficiales de la Policía Federal de Caminos y la Secretaría de Marina, quienes nada pudieron hacer para localizar al homicida.
Ese día el maestro muellero y talachero, estaba en el taller “Muelles Vázquez”, localizado en el libramiento de Cuitláhuac, junto a la entrada de la colonia El Tamarindo.
El hoy finado se encontraba con su ayudante Gerardo Vázquez López, de 20 años, cuando arribó una camioneta blanca, de la cual descendió un individuo que llevaba la cara tapada con un pañuelo, y tras ingresar hasta el lugar donde se encontraban los jóvenes, le disparó en dos ocasiones a José, dándole dos tiros en la cabeza.
Versiones señalan que este joven era familiar del trailero Pablo Silva González, de 62 años y con domicilio en la avenida 5, sin número, en el centro de Cuitláhuac, y que el 21 de enero de este año, también fue ejecutado de siete balazos.
A Pablo lo asesinó un sujeto que lo sorprendió cuando se encontraba en su camioneta, frente a la escuela secundaria general “Cuitláhuac”, donde esperaba a su mujer, Gloria Morales, ya que había asistido a una junta. Ese día, la víctima fue vista por uno de sus hijos que entró despavorido a la escuela, gritando que a su padre lo habían matado. Varias corporaciones federales como el Ejército, la Marina, Policía Estatal y Dirección de Seguridad Pública Municipal, nada pudieron hacer para agarrar al responsable, que huyó en una moto, tras dispararle y pegarle a la víctima siete balazos en el pecho y la cabeza.
Casi un mes después, el 25 de febrero, fue ultimado un trailero, cuyo cuerpo apareció en el interior de su camión, propiedad de una compañía colchonera, y que apareció estacionado a orillas de la carretera federal Córdoba-Veracruz, en el kilómetro 29, cerca del poblado El Nanche.
Posteriormente, el 27 de marzo de este año, campesino de 32 años, murió en un sanatorio particular de Cuitláhuac, luego de recibir un balazo a manos de un elemento de la Agencia Veracruzana de Investigación (AVI), cuando trató de impedir que se llevara detenido a su primo, en la localidad El Nanche, municipio de Cuitláhuac.
La víctima fue José Luis López Guzmán, de 32 años y con domicilio en la colonia La Pitahaya, de la congregación La Luz, cuyos familiares agredieron a los elementos.
Al momento de que los agentes detuvieron al joven, el hoy occiso forcejeó con ellos para impedir que se lo llevaran, mientras otros vecinos acorralaron a los elementos, para hacer presión. En la gresca, uno de los agentes intentó sujetar su arma para que no se la quitaran los vecinos; pero en el forcejeo la accionó y le pegó un balazo a José Luis en el abdomen.
Luego, el 6 de abril, fue encontrado un hombre fue ejecutado a balazos y maniatado, a orillas del camino que conduce a la localidad Bajo Grande, ubicada entre el poblado Matatenatito y el paraje “La Quebradora”, Cuitláhuac, a la altura del kilómetro 39, de la carretera federal Córdoba-Veracruz.
El hombre estaba tirado boca-abajo, vestía un pantalón color café, una playera blanca y sin zapatos; pero tenía las manos amarradas hacia la espalda y los pies también atados, con apariencia de haber sido torturado, así como con múltiples impactos de bala en la cabeza.
Posteriormente llegaron al lugar agentes de la Policía Ministerial con base en Tezonapa, peritos criminalistas de los Servicios Periciales y personal de la Fiscalía Investigadora de Omealca, quienes realizaron inspecciones oculares y recogieron alrededor de 40 casquillos de bala como parte de la carpeta de investigación que se inició. Luego, ordenaron el levantamiento del cuerpo, el cual fue enviado al anfiteatro de Córdoba, quedando en calidad de desconocido.
LOS CRíMENES QUE DESBORDARON LA VIOLENCIA
Aun cuando la zona de Cuitláhuac venía registrando, durante los últimos meses y años, varias ejecuciones, los casos más impactantes ocurrieron durante el último bimestre cuando fueron asesinados un exalcalde y un exdirector de la Policía Municipal.
El primero de ellos fue el pasado 20 de mayo, cuando un grupo armado, asesinó al expresidente municipal Ambrosio Borbonio Anne, cuando cenaba en un puesto de hamburguesas, en la entrada de la cabecera municipal, sin que las corporaciones policiacas pudieran ubicar a los responsables.
El exmunícipe, de 42 años, ampliamente conocido como “Vocho” fue alcalde de extracción panista, en la administración pasada y actualmente era conductor del programa de televisión “Vámonos en Vocho”, en el canal de televisión por cable “Canal 56”, donde según versiones, recientemente habría abordado el tema de un secuestro en esa zona.
Fue atacado cuando se encontraba en un puesto de hamburguesas, en compañía de su madre, en la entrada de la cabecera municipal, frente al hospital del IMSS y cerca de la nueva estatua de Cuitláhuac.
Los sicarios le dispararon varias ráfagas desde un vehículo, aparentemente un automóvil color gris, hiriéndolo en la cabeza y el tórax, por lo que al momento el exalcalde cayó de espaldas y ahí murió, mientras los criminales huyeron.
A pesar de la movilización de distintas corporaciones como el Mando Único, Policía Municipal, Seguridad Pública y Policía Ministerial, quienes acordonaron la zona y desplegaron operativos, fueron acciones que de nada sirvieron para capturar a los responsables, quienes escaparon hacia la carretera federal Córdoba-Veracruz.
Personal de la Fiscalía Regional, junto como peritos criminalistas de los Servicios Periciales, realizaron inspecciones oculares y retiraron el cuerpo, el cual fue enviado al anfiteatro de Córdoba, iniciando una carpeta de investigación para el esclarecimiento del asunto. Pero después nada se supo de los responsables.
Una semana antes, Cuitláhuac había sido ya centro de atención, cuando el exdirector de la Policía Municipal, Martín Rosales Ordaz, junto con 2 elementos más, fue detenido y acusado de secuestro, por policías municipales de Santa Ana Chiautempan, en Tlaxcala, cuando presuntamente habían acudido a rescatar a una menor de edad, a la que se había llevado su pareja. Los elementos no contaban con oficio de comisión y se les decomisaron una patrulla y las armas que llevaban.
Posteriormente, autoridades ministeriales decomisaron en Cuitláhuac un lote de automóviles de dudosa procedencia, en una propiedad que resultó ser del presidente municipal, el también panista René Saldaña Urueta.
Días después, el exdirector de la Policía Municipal salió en libertad; pero sus elementos se quedaron presos en Tlaxcala, mientras que las armas y la patrulla quedaron en poder de las autoridades.
El pasado miércoles 17, fue asesinado el exdirector de la Policía Municipal, Martín Rosales Ordaz, mientras realizaba los trámites para resolver su situación jurídica, ya que andaba libre bajo caución y aún debía acudir a firmar el libro de reos al penal de Tlaxcala.
Por eso, el exjefe policiaco fue ultimado junto con el abogado Enrique ílvarez Garrido, cuando viajaban en una camioneta de lujo, en el kilómetro 12 de la carretera federal Córdoba-Veracruz, entre Parada La Concha y Puente de Oro.
La camioneta Grand Cherokee, color negra y con placas de circulación 772-UCY del Distrito Federal, fue alcanzada por otro vehículo, desde el que un comando armado les disparó y los mató.
La noticia sobre la muerte del exjefe policiaco y el connotado priista circuló por las redes sociales, debido a que el litigante laboró en la administración municipal del exalcalde de Córdoba, Juan Antonio Lavín Torres, y fungió como presidente de la fundación “Redes para Adelante, A.C.”
Se presume que la camioneta recibió cerca de 50 impactos, y en su desesperación el director de Seguridad Pública Municipal imprimió velocidad; pero chocó por alcance con el taxi número 16 de Yanga, y ambos vehículos se salieron del camino y cayeron a una zanja.
Mientras el vehículo de los sicarios escapó, la camioneta y el taxi quedaron entre la maleza, donde posteriormente fueron encontrados muertos el jefe policiaco y su defensor.
Debido a la tardanza de la Policía Municipal de Amatlán, al lugar llegaron primero los uniformados de Yanga, quienes se encargaron de acordonar el área. Luego arribaron policías de Seguridad Pública del Estado, Fuerza Civil y la Marina, así como grupos de la Policía Ministerial, quienes cerraron la circulación en la carretera, para que las autoridades ministeriales de la Fiscalía Regional, tomaran conocimiento del doble crimen.
Tras la ejecución del exdirector de Seguridad Pública Municipal, el alcalde René Saldaña Urueta, lamentó el hecho y aseguró desconocer si el exjefe policiaco había sido amenazado o tenía problemas.
Sin embargo, explicó que el excomandante Martín Rosales Ordaz se encontraba suspendido de sus funciones en el Ayuntamiento, por lo que tras haber sido liberado en el estado de Tlaxcala, pretendía buscar otro trabajo en alguna otra corporación de la zona.
Aseguró, que el hoy extinto estaba empeñado en resolver su situación legal, para demostrarle al cabildo y a la ciudadanía que no era culpable de los hechos que se le atribuían.
En otras ocasiones, el presidente municipal y el mismo exjefe policiaco, negaron que fuera necesaria la entrada del Mando Único a Cuitláhuac, asegurando que la Policía Municipal contaba con los medios suficientes para garantizar la seguridad de la población.