El ciudadano le reprocha y revira los años que (des)gobernó la capital y que sirvieron para brincar de la clase media media a la clase alta.

Tal cual lo denunció una priista en el Foro Democrático donde plantó a todos.

Dijo:

“La candidata priista desaira este evento. Pero tiene casinos, multipropiedades y reparte dinero”.

Luego recordó su historia:

“Yo la conozco desde hace 20 años, cuando ni para el camión tení­a, ¡cómo cambió!” (La jornada, 13 de mayo, 2015, página 9).

Cierto. Otros vecinos que fueron de ella también la recuerdan en medio de la precariedad y ahora miran atónicos y sorprendidos su colección de residencias, lotes, terrenos y negocios.

Incluso, hasta un antro donde la diversidad sexual alcanza plenitud, como lo establecen las leyes universales.

Todo, a la sombra del poder polí­tico en tan sólo dos cargos públicos: diputada federal y presidenta municipal de Xalapa.

A la presidencia del CEN del PRI ya llegó con su poderí­o económico, considerando lo afirmado por el gurú del grupo Atlacomulco, Carlos Hank González: Polí­tico pobre es un pobre polí­tico.

Ahora, y luego de aquellos años de jodidez, Elmo sueña, la pobrecita, con la candidatura priista a la gubernatura.

Y es que así­ le hicieron creer sus barbies y reinis cuando los fines de semana se lo susurraban en las madrugadas en su mansión en Emiliano Zapata, su imperio y su emporio.

II

Elmo podrá alardear que el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, y la Comisión de Vigilancia del Congreso avaló su trabajo como alcaldesa y la exoneró de trastupijes e ilí­citos y hasta la ungió ángel de la pureza.

Y, por eso mismo, ninguna duda Nadie conoce el beneficio social para Veracruz de Elizabeth Morales, Elmo, cuando fue diputada federal por vez primera hay de que como parte de su campaña electoral se promueve en bambalinas y las redes sociales con la figura de un ángel femenino camino a la pureza.

Pero, bueno, el mundo polí­tico y el contribuyente saben, están conscientes, seguros de que el ORFIS y el Congreso son tapadera de los trastupijes polí­ticos.

Y más, mucho más cuando el polí­tico se baña en tina, chapotea y salpica… a los demás con la cuota correspondiente.

Nadie cree en el ORFIS y la Comisión de Vigilancia del Congreso local.

III

La percepción ciudadana es que Elmo dejó un cochinero en las finanzas públicas (más de 24 millones de pesos de deuda) y no obstante fue premiada con la presidencia del CDE del PRI, se ignora si por un telefonema de Beatriz Paredes Rangel, desde la Embajada de Peña Nieto en Argentina, y/o si desde la oficina de los Soles en México, con Mario Vázquez Raña, QEPD, y/o si en conjunto.

El caso es que luego del PRI fue promovida como candidata a diputada federal, que ya fuera y nadie conoce el beneficio social repercutido en Veracruz en aquel tiempo, más que haber amarrado la alcaldí­a.

Hoy de nuevo busca el regreso al Congreso de la Unión soñando con la silla embrujada del palacio principal de Xalapa, en igualdad de circunstancias que la fidelista Carolina Gudiño Corro.

Pero, bueno, cada quien tiene derecho a soñar, aunque sean ocurrencias.

IV

Mintió Elmo cuando anunció que dejaba 30 millones de pesos en dinero constante y sonante en el Ayuntamiento.

Mintió porque quedó a deber servicios a miembros de las cámaras empresariales de Xalapa como revelara el presidente del CCE, Jesús Castañeda.

Mintió cuando se lavó las manos ante Shariffe Osman de las fotos aquellas en altamar en un yate circulando en las redes sociales, pues ella misma las habí­a tomado y circulado.

Mintió cuando dijo que nunca, jamás, se habí­a enriquecido a costa del poder cuando los hechos son manifiestos.

Ahora, faltó al debate del Foro Democrático y su campaña electoral la efectúa en medio de radicales medidas de seguridad para evitar reproches.