Alabanza en boca propia…
Durante cuatro años y cuatro meses y medio, el gabinete legal y ampliado del gobierno de Veracruz miró la tempestad económica y financiera y nunca, jamás, se arrodilló.
Ahora, hacia el V año del sexenio descubrieron que el barco estaba desfondado y descarrilado, y entonces, entraron las urgencias.
Luis Velázquez
Tal cual…, lo que debieron asumir cuando Tomás Ruiz González, el llamado genio del SAT, genio financiero del priismo, era el primer titular de la secretaría de Finanzas y Planeación, apenas ahora.
Y, por tanto, hasta ridículos parecen, porque luego del niño ahogado todos tiran su espada en prenda, valientes soldados de la patria duartista.
Por ejemplo, en la semana que ha terminado, el secretario General de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, se inmoló en la plaza pública alardeando que era la primera dependencia en cumplir al pie de la letra con el plan de austeridad del doctor en Economía, graduado en la Universidad Complutense, exsubsecretario y secretario de Finanzas, Javier Duarte.
El primero… en despedir personal eventual.
El primero… en congelar las plazas vacantes, entre ellos, analistas, auxiliares, conductores y secretarias.
El primero… en mandar a volar los 400 aviadores que según tenía su antecesor, Érick Lagos Hernández, premiado ahora con la candidatura priista a diputado federal por el distrito de Acayucan.
El primero… en perseguir a todos y cada uno de los burócratas y funcionarios comisionados para evitar que cobren en otra oficina.
El primero… en cambiar de horarios de trabajo para aprovechar la luz del día y que, bueno, lo descubriera Jesús Reyes Heroles hijo cuando fuera secretario de Energía en el siglo pasado.
El primero… en cuya oficina por ningún concepto prenderán las lámparas en el transcurso del día y, de ser posible, tampoco el personal de guardia; incluso el mismo secretario, trabajará con veladoras, de igual manera como, por ejemplo, el niño Benito Juárez aprendió a leer en las noches, luego de una faena laboral de esclavitud.
El primero… en cuya dependencia todos y cada uno de los funcionarios pagarán la gasolina del automóvil oficial asignado de su propio salario para que, bueno, así vean lo que significa fajarse el lomo.
El primero… en reportar a SEFIPLAN el listado de su parque vehicular con el único objetivo de que, bueno, si se puede… que poder ha, sean vendidos y/o transferidos a otras dependencias, como por ejemplo ahorita el PRI que tantos operadores electorales tiene.
El primero… en eliminar el arrendamiento de vehículos que tan buen negocio significa para los cuates del jefe máximo.
El primero… en disponer que si un funcionario choca con el vehículo oficial, entonces, su chofer pagará con sus propios recursos el deducible aplicado por la aseguradora.
El primero… en disponer que a partir del momento, oh sacrificio de sacrificios, dejarán de comprar mobiliario para la oficina.
En fin, si es cierto como afirma el genio del SAT que el manejo de la administración pública es como apretarse el cinturón en la casa familiar en tiempo difícil y adverso, entonces el plan de austeridad de Buganza es una farsa, una comedia, pues tal cual debieron actuar desde hace cuatro años todos y cada uno de los secretarios del gabinete.
Ahora, cuando el barco está hundido se declaran los salvadores de la patria chica y se tiran incienso a sí mismos.
¡Vaya desparpajo!
ESTí BIEN QUE MAMEN; PERO NO SE CUELGUEN…
La medida, pues, debió haberse tomado en el mes de diciembre, 2011.
Incluso, por ahí la anunció el primer titular de SEFIPLAN, pero según se advierte en el plan de austeridad de Buganza, se quedaron cortos y/o le hicieron al monje loco.
Uno. En diciembre 2011 ya sabían el desastre presupuestal, económico y financiero heredado por Fidel Herrera.
Dos. En diciembre 2011, la deuda pública había entrada a la leyenda que se ha traducido, en la mirada del diputado del PT, Fidel Robles, en 140 mil millones de pesos, y en la mirada del investigador Rafael Arias en cien mil millones, y en la mirada de Mauricio Audirac Murillo en 40 mil millones.
Tres. En diciembre 2011, ene número de proveedores y prestadores de servicios tocaban la puerta de SEFIPLAN desesperados de un abonito, como todavía ahora.
Cuatro. En diciembre 2011 sabían que el barco se está hundiendo, además, porque ya habían desviado recursos federales a otros programas y a otras regiones, y solo faltaba la lupa de la Auditoría Superior de la Federación.
Y, sin embargo, al duartismo le valió.
Y, bueno, anunciaron con desparpajo un programa de austeridad en 2011, 2012, 2013 y 2014, cuyo resultado queda bajo sospecha y evidencia ahora con el plan de austeridad de Buganza publicado en la Gaceta Oficial del Estado, echándose incienso como si estuviera en Semana Santa y/o en un retiro espiritual.
¿Habrá en el duartismo algún farsante más farsante?
Reza el adagio ranchero:
Está bien que mamen; pero no se cuelguen…
POSDATA: Hay un paro de maestros porque la Secretaría de Educación les ha incumplido en el pago quincenal… Pero la SEV de Flavino Ríos dice que sólo aprietan el cinturón porque los profes han incumplido en la tarea laboral, que es impartir clases… Entonces, caray, que apliquen la ley como la ley lo establece y punto, sin jugar al policía chino…