El pueblo favorito de los cárteles
•Tan sólo en la villa General Miguel Alemán, o Potrero Nuevo, llevan registrados 25 desaparecidos, sin ninguna pista, ningún detenido, ningún indiciado
•En puerta otra manifestación en Córdoba: las fotos de sus familiares en lonas para que sean vistas por Los Pinos
•El subprocurador Alejandro Dávila Vera tiene la misma explicación que su antecesor Ricardo Carrillo: estamos investigando
•“El gobernador come a sus horas y duerme; pero de nuestros hijos nada sabemos de su destino” claman los padres
Laura Rojas
Atoyac, Ver.- Tras dos años y cuatro meses de la desaparición de 19 personas en la Villa General “Miguel Alemán”, o Potrero Nuevo, no hay ni noticias de ellos ni avances en las investigaciones que llevan a cabo las autoridades, al igual que en el caso de otras seis personas de Córdoba que desaparecieron el mismo 2 de agosto del año 2013.
Hoy la lista de víctimas se ha incrementado, porque hace un mes desaparecieron otras seis personas en Potrero Nuevo que eran trabajadores de un productor cañero y transportista, el cual fue ejecutado a balazos cerca del ingenio “El Potrero” en septiembre pasado.
En Potrero Nuevo las familias afectadas siguen unidas en un grupo, que aún mantiene la esperanza de que su gente regrese un día a sus hogares.
Los agraviados ya se han entrevistado en varias ocasiones con personal de la Subprocuraduría Regional de Justicia en Córdoba, se reunieron en su momento con el exsubprocurador Ricardo Carrillo Almeida y ahora con el actual, Alejandro Dávila Vera; pero esto de nada ha servido, ya que sólo les dice que están investigando; provocando el desánimo de los afectados quienes acusan que no han podido conseguir una cita con el gobernador, es más, ni siquiera han podido acercarse a él cuando ha llegado a la zona para realizar inauguraciones de obras.
Algunos de los familiares, ya cansados de mantenerse en el reclamo, han desistido en la búsqueda. Una mujer pidió que les digan donde localizar a su sobrino, aunque sea muerto. Incluso, desde hace un año, en época de los “Fieles Difuntos”, una señora le colocó una ofrenda a su hijo, causando el malestar de algunos agraviados, quienes esperan vivos a sus seres queridos.
“YA ESTAMOS CANSADOS: PARA EL GOBERNADOR VIENE UNA FELIZ NAVIDAD; PARA NOSOTROS UNA TRISTE NAVIDAD”: PADRES DE AFECTADOS
“Nosotros ya estamos cansados de esta situación y queremos que publicarlo para que vea el Duarte y todos que no hacen nada para ayudarnos a encontrarlos, ya hemos ido a reuniones a la Procuraduría en Córdoba y no nos arreglan nada” clama una madre afligida, una de las mujeres que encabeza el movimiento y que todavía teme represalias.
Agrega: “Lo que queremos es que saquen las fotografías de todos los desaparecidos, por favor, donde se vea que el gobernador no nos apoya, que nosotros queremos justicia”.
“Exigimos que nos los entreguen ya, porque para el Gobernador viene una feliz Navidad, mientras que para nosotros otra triste Navidad, además de que el gobernador duerme y come a sus horas; pero nuestros hijos, no sabemos si comen o como los tratan”.
Por eso planean una concentración masiva en la ciudad de Córdoba donde tienen pensado llevar mantas y lonas con las fotografías de los jóvenes y adultos desaparecido.
Por segunda ocasión denuncian que siempre han tratado de ir a hablar con el gobernador para que se comprometa a ayudarlos; pero no han podido verlo.
"Siempre hemos pedido hablar con el gobernador porque queremos que nos digan dónde tienen a nuestros hijos, cuando menos que nos digan si están presos en algún lugar y si dicen que son delincuentes, pues que los presenten ante la autoridad; pero que no hagan eso", dice la abuela de Jairo.
Asegura: "Nosotros somos gente pobre, no tenemos problemas con nadie, hemos sufrido, ya llevamos un año y medio buscando y no hay respuesta de las autoridades, hemos pedido una cita con el gobernador y no nos atienden”.
CRECE EL TERROR EN LA ZONA POR HECHOS VIOLENTOS
Potrero Nuevo, en otro tiempo famoso por el ingenio que lleva el mismo nombre y el filme de antiguas cintas, cambió su historia desde el 2 de agosto del 2013, cuando 19 personas fueron "detenidas" supuestamente por policías estatales de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP), según los allegados de las víctimas.
Después de eso, “Potrero Molino”, como también es conocido el lugar, ha sido escenario de balaceras y crímenes de menores inocentes que han aparecido ultimados y nadie parece tener el control en el municipio que en los últimos años ha sido gobernado por las familias de los Mollinedo, tanto panistas como priístas.
Hoy muchas familias han dejado de asistir a ese lugar, famoso por sus restaurantes de langostinos, porque temen a la violencia, incluso, cuando se han realizado fiestas y bodas, algunas familias prefieren no asistir por temor a resultar afectados.
LA LISTA DE LOS DESAPARECIDOS DE QUIENES NADA SE SABE
En la lista de los desaparecidos figuran los hermanos Margarito y Juan Carlos Martínez Peña, de 18 y 14 años, quienes vivían en la entrada de Potrero, cerca del campo deportivo de la colonia Transbordo.
Ese día, los hermanos salieron de su casa, que se encuentra a orillas de la carretera estatal Córdoba-Atoyac y se encaminaron hacia el campo deportivo del camino conocido como "El Polvorón" o carretera a Cuitláhuac. Junto con ellos iba su amigo Marco Antonio Fernández Flores, de 16 años, y en el trayecto se juntaron con otros jóvenes, formando un grupo de unas 12 personas.
Cerca del corralón de los camiones cañeros del ingenio “El Potrero” fueron interceptados por policías estatales, quienes los subieron a una patrulla y se los llevaron.
La madre de los hermanos Martínez Peña, al enterarse de lo ocurrido, se fue a buscarlos, y horas después, en el basurero de Mata Larga, ubicado un kilómetro adelante de donde fue la detención, la mujer encontró un zapato de Juan Carlos; pero no pistas de sus hijos.
“Sólo encontramos el zapato de Juan Carlos y lo entregamos a Servicios Periciales, junto con la tarjeta del banco de otro muchacho” cuenta la madre de ellos, a casi año y medio de sufrimiento.
A Eduardo Alberto Ramos Tecalco, de 28 años, y vecino de la unidad habitacional Sección 23 de Potrero Nuevo, se lo llevaron los policías de la patrulla 1511, según varios testigos.
María de Lourdes Tecalco Villagómez, tía de Eduardo, reiteró que "ya queremos que aparezcan nuestros familiares, aunque sea muertos, pero que ya se acabe esta situación de desesperación, porque no sabemos dónde se encuentran".
Emma Guadalupe Pérez Arroyo fue otra menor que también iba en el grupo de jovencitos, a quienes hoy lloran sus padres, cansados de exigir su liberación en la delegación de Seguridad Pública de Fortín, en la AVI de Córdoba, y en el Mando Único Policial.
Del plagio de Emma se dio cuenta uno de sus primos quien se salvó de milagro porque ese día andaba sin camisa y se regresó a traerla; pero cuando regresaba a reunirse con su prima, vio como se la llevaban los policías, junto con otro vecino que tenia 12 años.
La búsqueda de Emma ha sido encabezada por su tío, el obrero del ingenio “El Potrero” Hilario Pérez Sol.
El trabajador azucarero recuerda sin temor a equivocarse que fueron patrullas de la policía estatal las que levantaron a Emma y a sus amigos, cerca del corralón de caña. Ella, dice, estaba esperando el carro de pasaje que va a Cuitláhuac, cuando llegaron los policías y la levantaron, sin motivos aparentes.
Jairo Manuel Flores Donado, supervisor de la compañía “Forma Vitrum”, de Venta Parada, en Amatlán de los Reyes, era un joven muy trabajador, que nada debía, cuenta su abuela, hasta ahora motivada porque el gobernador se apiade y ordene que aparezca.
En un altar, la mujer de unos 70 años, enciende veladoras y pide a la Virgen de Guadalupe que esta pesadilla se termine y pronto aparezca su muchacho.
Entre lágrimas recuerda que la tarde del 2 de agosto del 2013, Jairo salió de trabajar en la empresa "Forma Vitrum", ubicada a orillas de la carretera federal Córdoba-Veracruz, en el kilómetro 9, donde se hacen envases de vidrio para los medicamentos, donde ya tenia 11 años trabajando como supervisor de área.
Esa tarde llegó a la colonia Mercado Viejo,de Potrero Nuevo, donde se metió a un bar para tomarse unas cervezas, tal vez sin saber que ya era observado por sus captores.
Acababa de hablar con su hermana Sagrario Guadalupe Martínez Flores, quien llevaba a su bebé cargando, y luego se metió a tomar.
Momentos después, cuando la mujer estaba en su vivienda de la avenida Ferrocarril, se dio cuenta cuando llegaron varios policías estatales a llevarse a Jairo.
Según la declaración de la joven, cuando corrió para tratar de impedir que se lo llevaran, un policía encapuchado le puso el rifle en el brazo izquierdo, dejándole incluso un moretón. También le apuntó con el arma a su hija de 2 años y así la llevó hasta la entrada de su casa, gritándole que no se metiera porque si no se la iban a llevar también a ella.
Marisela Nájera Zayas, de 53 años, familiar de otros desaparecidos, dijo que las autoridades se negaron a darles informes de lo que iban localizando. “Cuando fueron a la Maquinaria, donde decían que habían aparecido las personas, los policías sacaron del cañal una bolsa transparente con unos zapatos, yo entiendo que no le van a dar solución a todos en un 2 por 3; pero esto no puede seguir así”.
Agregó: “Dicen que -la desaparición de personas- fue por una balacera, con un policía muerto, que hubo días antes en Huatusco. Ahora dicen que es delito que la gente se vista de negro, nadie sabe entonces qué clase de estatales son los que tenemos”.
Los familiares lograron reunir datos y supieron que las patrullas responsables de estos hechos fueron las números 1420, 1154, 0812, 0085, entre otras, cuyos números no fueron reconocidos por las corporaciones estatales de Córdoba, argumentando que en la zona solo circulan las que tienen como inicio los números 07, por pertenecer a la VII delegación de Seguridad Pública, y las del Mando Único de Córdoba, que empiezan con 20, pero que éstos últimos tienen prohibido andar en otros municipios distintos al de Córdoba.
En Potrero también desaparecieron con esos jóvenes algunos adultos, como la señora Carmen Arias, de 75 años, y su nieta Inés Sánchez Arias, de 35; Blanca Paula Gutiérrez Torres, de 46 años, y su hija, María Isabel Mirón Gutiérrez, de 23, quien se hallaba embarazada, y era esposa de un policía municipal.
Tiburcio Mirón Ochoa, de 59 años, con domicilio en la colonia Cruz Verde, fue quien se presentó a denunciar la desaparición de su esposa Blanca Paula y de su hija embarazada, quienes dijo fueron “levantadas, sin motivos, en la colonia Buenos Aires”.
“Ellas no debían nada, son personas que no se meten en problemas, no sabemos porqué se las llevaron, la muchacha está embarazada” dijo su vecina Guadalupe Hernández Paredes, de 45 años.
Mientras que el policía Rafael Carrasco dijo que su esposa vestía pantalón de mezclilla con blusa negra, de mangas y un moño rojo en el hombro izquierdo.
Otros desaparecidos fueron Ricardo Illescas Ramírez, de 25 años, y los menores Diego Jair Valerio García y Marco Antonio Fernandez Flores, de 17 y 16 años.
Dos de ellos fueron sacados a la fuerza, de un bar ubicado en el bulevar Córdoba-Fortín, a la altura del club social y deportivo “Azucareros de Córdoba”.
Mónica García, madre de Diego Jair, junto con la novia de éste, presentó la denuncia en la agencia Séptima del Ministerio Público, en ese entonces a cargo del fiscal Raúl Villiers Lagos, y hasta la fecha desconocen los avances de las investigaciones.
Las mujeres explicaron que Diego y otro de sus amigos fueron plagiados por los policías estatales la madrugada del día 2 de agosto, “cuando ”“los uniformados- se metieron al bar, donde obligaron a la novia de Diego a meterse al baño, para quitarse la ropa y a hacer sentadillas, para verificar si no escondía algo”.
REPORTAN OTROS SEIS DESAPARECIDOS
El pasado 16 de octubre habitantes de Potrero Nuevo reportaron la desaparición de otros seis trabajadores, empleados del agricultor y transportista Teódulo León Ramírez, quien fue asesinado a balazos por un comando que lo interceptó el 6 de septiembre.
Sin dar pormenores de los nombres de estas personas, los familiares pidieron a elementos de la Policía Estatal su intervención para localizarlos, indicando que los mecánicos fueron vistos por última vez por los rumbos de la clínica número 12 del Seguro Social.
Versiones indicaron que una camioneta blanca con franjas en color gris, en la que viajaban los trabajadores, fue localizada con las puertas abiertas en el municipio de Tepatlaxco.
Los familiares, al no obtener apoyo ni del Ministerio Público ni de la Policía local, pidieron auxilio a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública a quienes les pidieron localizar a los desaparecidos, mismos que se sumaron a la lista de desapariciones forzadas.