En peor momento de su historia la educación en Veracruz/26 de julio de 2011
*De Enrique Rébsamen a Adolfo Mota, de Leopoldo Kiel a Nemesio Domínguez, de Luis Beauregard a Denisse Uscanga y de Alvarez Naveda a Xóchitl Martínez
*Brillantes momentos de la pedagogía de Veracruz en el siglo pasado son hoy irrecuperables
En peor momento de su historia la educación en Veracruz
*De Enrique Rébsamen a Adolfo Mota, de Leopoldo Kiel a Nemesio Domínguez, de Luis Beauregard a Denisse Uscanga y de Alvarez Naveda a Xóchitl Martínez
*Brillantes momentos de la pedagogía de Veracruz en el siglo pasado son hoy irrecuperables
Luis Velázquez Rivera
26 de julio de 2011
Nunca como hoy en el Veracruz próspero la educación está en las peores manos.
En el sótano de la calidad pedagógica tanto en la escuela primaria y secundaria como en el bachillerato.
900 mil paisanos analfabetas que no saben leer ni escribir.
Con un sindicato todopoderoso, como el SNTE, donde además de que el padre hereda al hijo el trono sindical, desde tiempos inmemoriales le han concedido una subsecretaría, más aparte, como en la elección de 2010, cien regidurías, 9 presidencias municipales y la diputación federal.
De Enrique Conrado Rébsamen Egloff a Adolfo Mota Hernández.
De Leopoldo Kiel García a Nemesio Domínguez Domínguez, impuesto por Fidel Herrera Beltrán.
De Luis A Beauregard a Denisse Uscanga Méndez, impuesta por su padre, Jorge Uscanga Escobar, traficando su relación con Emilio Chauyffet, uno de los políticos fuertes del presidenciable Enrique Peña Nieto.
De Guadalupe ílvarez Naveda a Xóchitl Adela Martínez, la cuota milenaria del gobernador en turno al SNTE.
De Enrique Laubscher a Edgar Spinozo, el amigo del jefe del Poder Ejecutivo.
De Teodoro Lavoignet Naveda a Rafael Martínez Delgado.
De José Acosta Lucero a Carlos Rodríguez Velasco, quien de ex policía pasara a definir la política educativa.
De Carlos A. Carrillo a Fernando Arteaga Aponte.
El colmo: apenas antier, la secretaría de Educación Pública reveló que de los 5 mil 183 profesores de Veracruz egresados de la Escuela Normal que presentaron el examen para una plaza, solamente aprobó el 10 por ciento.
Es decir, el 90 por ciento (9 de cada 10) salieron reprobados.
Y si así está la eficiencia terminal de los profesores… ya podrá usted colegir, cómo, de qué manera se encuentra la calidad de la enseñanza de los niños de educación primaria y secundaria de Veracruz, el estado que, dicen, ”˜”™tiene todo”™”™.
Por lo pronto, se carece de datos duros sobre el momento en que Veracruz se jodió en materia educativa.
Hubo, por ejemplo, dos maestros, José Luis Lobato Campos y Víctor Arredondo ílvarez, como titulares de la secretaría de Educación, y con ninguno de los dos pudo izarse la bandera blanca de la alfabetización.
Menos, mucho menos ahora cuando el titular, Adolfo Mota Hernández, está reconocido como un grillo político, al fin ex presidente del CDE del PRI, alumno del cacique sureño, Carlos Brito Gómez, y ungido en el cargo por una recomendación de su amigo y ex compañero diputado federal, Emilio Gamboa Patrón, secretario general (no líder) de la CNOP.
Y en el mismo caso de haber sido ungidos por dedazo está el resto del gabinete en una secretaría cien por ciento técnica.
Es más, las versiones indican que Edgar Spinozo fue regresado de la subsecretaría de Finanzas y Planeación a la oficialía mayor de la SEV para arreglar lo que él mismo desordenara en el sexenio anterior cuando despachara en el mismo cargo con el doctor Víctor Arredondo Alvarez, pues Adolfo Mota ha seguido con el foco rojo atravesado.
EL PASADO FUE MIL VECES MEJOR
Nunca en su vida Adolfo Mota ha impartido clases. Jamás ha arrastrado el lápiz frente a grupo en el salón de clases. Y aun cuando por ahí le han llamado de manera populista ”˜”™maestro”™”™, su único antecedente es ser hijo de una profesora.
En cambio, Enrique Conrado Rébsamen Egloff (1857-1904) creó la escuela normal y una escuela experimental, reorganizó la instrucción pública en varias entidades del país, reformó las escuelas normales, dominaba las diversas tendencias pedagógicas de la época y su mística académica se basada en autores de la escuela alemana como Herbart, Ziller, Diesterweg, Froebel y Keher, y de la francesa, como Rousseau y Jacotot.
Leopoldo Kiel, hijo de un modesto herrero, antecesor histórico del subsecretario Nemesio Domínguez, por ejemplo, fue discípulo preferido de Enrique C. Rébsamen, quien lo nombrara director de la Enseñanza Moral, convirtiéndose en un gran impulsor de la educación familiar. Varios países de América Latina se disputaban su asesoría. Escribió diversas obras pedagógicas, entre ellas, Enseñanza de la Geografía, Guía Metodológica para la Enseñanza de la Geografía y la Educación Cívica y Pedagogía de la Escritura.
Mientras Denisse Uscanga brincó de Enseñanza Media a la subsecretaría gracias al tráfico de influencias de su padre, su antecesor histórico, Luis A. Bearugard, literato y pedagogo, fue otro alumno preferido de Enrique C. Rébsamen y muy joven fue nombrado director de la Escuela Normal. Su fuerte, entre otros, era la educación en el campo, y elaboró guías didácticas para multiplicar la creatividad y el rendimiento de los niños.
Guadalupe ílvarez Naveda, la antecesora de la subsecretaria Xóchitl Martínez, está considerada una de las sólidas columnas pedagógicas de Veracruz. Escribió y publicó doce libros de texto en la materia. Creó y construyó estudios integrales sobre la educación. Desde ”˜”™Tablas para calcular el índice de equilibrio morfológico”™”™ hasta ”˜”™Instrucciones para aplicar los tests tipo Raven”™”™ y el ”˜”™Diccionario escolar ilustrado”™”™.
Y si Edgar Spinozo tiene como antecedente pedagógico la secretaría particular del rector Víctor Arredondo y la oficialía mayor en la SEV, su otro antecesor, Enrique Laubscher integró los estudios primarios y desarrolló la nueva reforma educativa de su tiempo. Aplicó el fonetismo en la enseñanza de la lectura y la escritura y utilizó objetos, estampas y animales en sus clases para que la aritmética dejara de ser la enseñanza de cifras que nada decían a los educandos. Incluso, creó el primer grupo de jardín de niños en el país y su prestigio se multiplicó de norte a sur de la república.
El maestro Teodoro Lavoignet, antecesor de Rafael Martínez Delgado, subdirector de Educación Superior con Adolfo Mota, fundó la facultad de Pedagogía de la UV, fue director de Segunda Enseñanza en la UV, director de la Escuela Normal, subdirector de Educación Normal y director de Educación. Escribió un libro sobre Higiene Escolar.
José Acosta Lucero, antecesor de Carlos Rodríguez Velasco, ex policía y coordinador de delegaciones, fue uno de los excepcionales investigadores educativos de Veracruz y del país, autor de auxiliares didácticos tanto para el maestro como el alumno, y con hechos demostró que los alumnos aprender a leer en el hogar antes de hablar. Entre sus otros libros figuran Mamá profesora, Analfabetismo, Una lacra absurda, Los párvulos leen y Metodología genética.
Fernando Arteaga Aponte, director del Colegio de Estudios Científicos, nada, sin embargo, puede hacer para competir con su antecesor en la historia educativa de Veracruz como lo fuera Carlos A. Carrillo, el más grandes de los pedagogos mexicanos, cuya obra cumbre se considera ”˜”™La reforma de la escuela elemental”™”™.
Dominaba a la perfección las corrientes pedagógicas de su tiempo. Escribe y publica obra educativa. Funda revistas y periódicos para promover la enseñanza y capacitar a los maestros. Políglota, él mismo traduce libros extranjeros de educación.
Con Mota, Nemesio, Xóchitl, Denisse, etcétera, Veracruz ha llegado al colmo. Nueve de cada diez profesores examinados por la secretaría de Educación Pública para una plaza… reprobaron el examen.
¡Qué vergí¼enza, caray!
ALEJANDRO 26 Jul, 2011 - 11:46
En verdad no creo que vayamos para adelante como se nos quiere hacer creer. L a educación se encuentra en un retroceso producto de la misma corrupción polÃtica existente, donde se eroga demasiado presupuesto en mantener gente inepta en oscuros puestos administrativos , mientras se evita invertir en infraestructura, nuevas tecnologÃas y capacitación docente. Eso de que la educación es de sumo interés por las autoridades estatales, es un gastado discurso que no se refleja en la sociedad.