Un exgobernador está enfermo
•Pero, además, en la pobreza impresionante de un político que fuera secretario de Estado y jefe del Poder Ejecutivo en Veracruz
Patricio Chirinos Calero gobernó, digamos, Veracruz, en el sexenio 1992-1998.
Algunos de aquellos años la pasó, no obstante, en Los Pinos, como asesor de Carlos Salinas de Gortari, su amigo, el presidente; a tal grado que Porfirio Muñoz Ledo le apodó “La ardilla”, porque pasaba el tiempo en Los Pinos.
Igual que Agustín Acosta Lagunes...
Luis Velázquez
otro economista en el poder político, fue de los pocos, excepcionales gobernadores que saneó las finanzas públicas.
Claro, y en contraparte, con el vicegobernador Miguel íngel Yunes Linares ejerció un régimen de miedo y terror, donde, incluso, obligó a los disidentes a exiliarse.
Pudiera escribirse que Chirinos siempre vivió con “la medianía de su salario” como proclamaba Benito Juárez, aun cuando, de igual manera, y según la fama pública, dando rienda suelta a sus debilidades, como todos los seres humanos las tenemos.
Alguno de sus biógrafos ha dicho que Chirinos fue un político honesto que caminó por el pantano y nunca sus alas quedaron atrapadas en el fango.
Pero, sin embargo, igual que Venustiano Carranza, nunca robaba… pero dejaba, permitía, toleraba que otros, digamos, “metieran las manos completas, y hasta el brazo, al cajón”.
Por un lado, en su periodo constitucional hubo mano firme en el manejo de las finanzas; por el otro, creyó, con su equipo, que para ejercer el poder solo con la represión por delante.
Luego de la gubernatura, Chirinos desapareció de Veracruz y también del escenario nacional.
Algunas veces trascendió que tenía un despacho de asesoría; pero sin comprobarse.
También se dijo que estuvo internado en Oceanía para rehabilitar su organismo.
Ahora, y de acuerdo con las versiones confiables, Chirinos vive retirado de la política, lejos del “mundanal ruido de la política”.
Pero de igual manera, con grandes limitaciones económicas, inconcebibles en un país en los primeros lugares de la corrupción pública en el mundo.
Y es que Chirinos, afirma el biógrafo, nunca, jamás, se ocupó ni se preocupó ni le interesó “ordeñar la vaca” presupuestal en su paso por el gobierno de Veracruz.
Sus valores éticos y morales fueron diferentes al resto, la mayoría quizá, de los políticos.
Y por eso mismo, las estreches con que ahora vive.
OLVIDADO POR SU GABINETE
La fama pública consigna que luego de una gubernatura, el político resuelve el problema económico de varias de sus generaciones siguientes, a veces, hasta los bisnietos.
Pero en el caso de Chirinos, se trata de una excepción.
Y más porque nunca, jamás, volvió a desempeñar un cargo público.
Y, bueno, la estatura de su trabajo y nombre y prestigio se mide por lo siguiente: economista como es, fue asesor político de Carlos Salinas, compartiendo honores con José Córdoba Montoya, quien fuera el asesor económico del expresidente.
En cambio, bastaría revisar de manera rápida la vida luego de la gubernatura de otros mandatarios.
Fidel Herrera, retirado, por ahora, a la vida privada, con un bajo perfil, esperando, quizá, acaso, nuevos vientos.
Pero, al mismo tiempo, lleno de vida y vigor.
Miguel Alemán Velasco, despachando como asesor del presidente Enrique Peña Nieto y con su empresa aérea, Interjet, volando cada vez más alto.
Dante Delgado, dirigente de un partido político, Movimiento Ciudadano, luchando por mantener el registro en cada proceso electoral.
El resto de los exgobernadores han fallecido; pero, por ejemplo, don Fernando Gutiérrez Barrios pasó del trono imperial y faraónico de Veracruz a la Secretaría de Gobernación y luego a la Senaduría.
Agustín Acosta Lagunes pasó muchos años después como director del Instituto de Antropología de Xalapa.
Rafael Hernández Ochoa se retiró a la vida privada, en su rancho, hasta morir en un accidente automovilístico.
Don Rafael Murillo Vidal terminó sus días como director del Diario Oficial de la Federación, donde “El cara de pollo” le iba a seguir contando chistes como su gran bufón.
Fernando López Arias, retirado a la vida particular, hasta su muerte.
Chirinos, incluso, sin que su gabinete legal y ampliado de entonces, lo procure.
Y más aún, en la soledad, porque la gubernatura le costó el divorcio.
Ni hablar, ¡aquí nos tocó vivir!...
domingo yorio mendez 27 May, 2014 - 17:07
Para RIPLEY, un exgobernador pobre...nadie lo podrá creer en MEXICO, la capital mundial de los parasitos que se divierten asesinando y robando al pueblo
Francisco Rivera Jaome 24 May, 2014 - 09:13
Quizas el alcohol lo aislo.?
Triste destino. 23 May, 2014 - 16:25