Coronar a “las flores más bellas del ejido”.
Cacarear la flor de izote más sabrosa del mundo y desde Córdoba. Y los tegogolos más afrodisíacos de la historia y desde Catemaco. Y las cocadas más deliciosas del planeta y desde Costa Esmeralda. Y los pambazos más exquisitos del globo terráqueo y desde Xalapa. Etecé. Etecé.
Levantar el ánimo social con la marcha del “viejo”. Y desde la ciudad jarocha.
Alardear la película que producirá y filmará Salma Hayek en Veracruz.
Y al lado del circo, el pan:
El pan, por ejemplo, con la llamada caravana “Abrigando corazones”.
Paquetes alimentarios. Cobijas. Libros infantiles. Alimentos calentitos preparados en cocina móvil.
Y desde el 9 de diciembre, 2024, según el boletín oficial.
Y a cargo de la Sedesol, Protección Civil y el DIF estatal.
Por lo general, en zonas vulnerables reza la cantaleta.
Y en un Veracruz donde seis de cada diez habitantes están en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios pichurrientos y la migración a Estados Unidos y ante la incapacidad oficial para animar y reanimar la creación de empleos.
En contraparte al pan y circo, “la cruda verdad”:
Gran pendiente número uno en Veracruz:
Generar empleos en las regiones indígenas (un millón de habitantes), campesinas (dos millones de habitantes) y obreras (tres millones de habitantes).
Y empleos dignos, estables y cubiertos con justicia laboral.
Gran pendiente número dos:
Garantizar una vida sin sobresaltos.
Sin feminicidios. Sin secuestros. Sin desapariciones. Sin extorsiones. Sin crímenes. Sin fosas clandestinas. Y sin impunidad.
Por eso, y ante el principio de Peter a que ha llegado la autoridad estatal con el par de graves pendientes (empleos y tranquilidad), el pan y el circo.
Más, cuando la caravana “Abrigando corazones” (ajá) desembarca en un pueblo, deja alimentos para uno o dos días y se va, digamos, a la comunidad siguiente.
Casi casi como dar “una limosnita por el amor de Dios” al pordiosero del crucero en la avenida.
Un pancito a la señora indígena con un niño tomado de la mano y otro niño en brazos y apretando el timbre de casa y con una mirada angustiante de “borreguito a medio morir”.
Una cosita y un hecho está en obsequiar un pescadito a la gente, y otra, mil, dos mil, tres mil años luz de distancia, enseñarles a pescar gritoneaba el dicho ranchero en el siglo pasado.
El día cuando el Estado aterrice la creación de empleos y baje a niveles insospechados el índice de violencia, entonces, Nahle será, sería, magnificada.
Por ejemplo, en cuarenta días y cuarenta noches, el capitán Fernando Gutiérrez Barrios como gobernador, acabó con “La Sonora Matancera”, los carteles de entonces, y la población de Veracruz respiró tranquila, alegre de estar viva.
Su gran equipo de seguridad pública estuvo a la altura social.
Incluso, y además de operativos políticos, ahí se ganó la secretaría de Gobernación con Carlos Salinas de Gortari.

2 (“No nos olviden”, ajá…)

De acuerdo con el boletín de “Abrigando corazones”, una señora de nombre María de Jesús Guzmán (ajá) exclamó con los alimentos calientitos en la mano:
“No nos olviden”.
De hecho y derecho, la misma tonalidad de la tarjeta navideña del gobierno del Estado publicado a una plana en la prensa: “Por amor a Veracruz… seguimos trabajando, de la mano del pueblo, para que el bienestar y la alegría lleguen a cada hogar”.
A cada hogar, por ejemplo, de las familias aglutinadas en los cuarenta Colectivos integrados con madres y padres con hijos y parientes secuestrados y desaparecidos.
A cada hogar de todos y cada uno de los mil niños huérfanos por tantos feminicidios.
A cada hogar donde exista un feminicidio.
A cada hogar donde el padre de familia haya sido asesinado.
A cada hogar donde tengan un familiar desaparecido y que Cuitláhuac García dejara en siete mil cuatrocientos.
A cada hogar donde las familias sigan buscando a los suyos revoloteando la tierra en lotes baldíos.
A cada hogar donde tengan un familiar migrante en Estados Unidos y en la incertidumbre y la zozobra dada la feroz persecución migratoria.
A cada hogar con padres y con hijos desempleados y subempleados y con salarios pichurrientos y miserables.
Ta’guena la tarjetita navideña.
En todo caso, y como establece el dicho popular, “el camino al infierno está sembrado de buenas intenciones”.
Los doce apóstoles de Jesucristo fundaron una Comuna en las goteras de Jerusalén donde todos serían iguales y parejos en el bienestar económico y social.
Y “en menos de lo que canta un gallo” fracasaron.
Y la clausuraron.
“Por amor a Veracruz… en el Veracruz de moda”.

Posdatita: Caso del reportero preso en Coatzacoalcos, Rafael León Segovia. La verdad de la familia. La verdad de Nahle. La verdad de la fiscalía general. La verdad de la ONG Artículo 19. La verdad de la CEAPP. La verdad de los periodistas de Coatza. La verdad real. Sin maquillaje. Duelo, pues, entre verdades.