Reportero preso
1 (Veracruz, en el concierto mundial)
En el sur de Veracruz, un reportero está preso. Es un periodista de la fuente policiaca. Está en prisión preventiva. Y la ONG internacional, Artículo 19, ha emitido veredicto. Es un caso de acoso judicial.
Está acusado de terrorismo. Y otros delitos.
La fuente policiaca, una de las más expuestas en el ejercicio reporteril.
Se llama Rafael León Segovia. Lo conocen como Lafita León.
En un Veracruz donde el 13 de abril, 2025, fue secuestrado y desaparecido otro colega. Miguel Ángel Amaya. Director del periódico digital Pánuco Online.
Y al momento, 8 meses y medio después, ninguna pista.
Quizá archivo muerto su averiguación previa en la fiscalía general.
Y en un Veracruz donde el 21 de mayo, una periodista fue asesinada, dejando dos hijas en la orfandad.
Se llamaba Avisack Douglas Coronado. Y la mataron en la casa de campaña electoral de una candidata a la presidencia municipal de Rodríguez Clara.
Y al momento, siete meses después, ninguna pista. Ningún detenido. Ningún retrato hablado.
El caso de Rafael León Segovia ya brincó al escenario nacional. Mejor dicho, al mundial.
La ONG Artículo 19 se ha encargado.
Y como los días y las noches galopan demasiado rápido, el riesgo de caer en la impunidad.
Impunidad con el reportero desaparecido y la reportera asesinada.
Impunidad con los diez trabajadores de la información ejecutados en la era Cuitláhuac García.
Impunidad con los cinco reporteros y camarógrafos asesinados en la era Miguel Ángel Yunes Linares.
Impunidad con los 19 (diecinueve) colegas asesinados en la era Javier Duarte.
Más tres desaparecidos.
La vida en Veracruz, difícil. Una pesadilla en cada amanecer y anochecer.
Feminicidios.
Secuestros.
Desaparecidos.
Extorsiones.
Crímenes.
Fosas clandestinas.
Ríos y lagunas convertidos en panteones particulares de los carteles y cartelitos. Sicarios y pistoleros. Malosos y malandros.
Indicativo:
La autoridad ha sido incapaz de convencer con razones de peso y con peso de los delitos atribuidos al reportero Rafael León Segovia.
Según Art. 19 están criminalizando su periodismo.
Mal fario para el “Veracruz que está de moda”.
2 (De reportero a terrorista)
Dura y ruda la navidad para Rafael León Segovia y su familia.
El… en la cárcel.
¡Vaya sangre fría de la fiscalía general!
Asestando el mazazo en fecha memorable y recordable.
Todo, digamos, por contar historias.
Traducir en palabras los días y las noches trágicas.
El ejercicio periodístico ejercido, quizá, quizá, quizá, de forma incómoda para las tribus gobernantes.
León Segovia acusado de terrorismo.
El mismo delito de Donald Trump, jefe máximo de Estados Unidos, a los carteles y a quienes declarara terroristas.
León Segovia, de escribidor a terrorista.
Nunca con Javier Duarte, Yunes Linares y Cuitláhuac García, un trabajador de la información privado de su libertad y acusado de terrorista.
He ahí el llamado Segundo Piso de la Cuarta Transformación.
Antes los llamaron “carroñeros y terroristas”.
Antes, mucho antes descritos los reporteros como los seres humanos “a quienes ningún chile les embona”.
¡Ay, los periodistas estimulados desde el Estado con un pavo y una botella de sidra por asistir a las ruedas de prensa en Xalapa!
Y en contraparte, el puño y los bíceps.
Más que ‘La bamba’, ‘La marcha de Zacatecas’.
3 (“La violencia inevitable”)
El mensaje del sexenio 2024/2030 es lacónico:
Reportero secuestrado y desaparecido.
Ni hablar, “aquí no pasa nada” (Javier Duarte).
Y “ni modo, la violencia es inevitable” (Agustín Acosta Lagunes).
Plagiado y desaparecido, qué lástima. El periodista tenía malas amistades.
Periodista asesinada. ¡Pobre de ella! ¡Estaba en el lugar equivocado y en el rafagueo de la casa de campaña electoral, una bala perdida se estrelló en su cuerpo! Y la mató.
Reportero preso. “El que se lleva se aguanta”. Todo, por desacato a la ley. Una cosita y hecho, el ejercicio de la libertad establecida en la Constitución Política. Otra cosita y hecho, el libertinaje. Al grado, incluso, del terrorismo.
“Sabedlo, príncipes y vasallos” (Salvador Díaz Mirón).
Terrorista, caray, Ilich Ramírez, Carlos el Chacal. Marxista leninista venezolano. Condenado a cadena perpetua en Francia.
Terrorista Abimael Guzmán, de Sendero Luminoso.
Rafael León Segovia. El terrorista jarocho entrando a la historia.
Y su historia trascendida en el mundo por Artículo 19.
4 (Gutiérrez Barrios, el policía político)
Gobernador de Veracruz, el capitán Fernando Gutiérrez Barrios, el policía político, el político policía, contestaba el teléfono al reportero más modesto y sencillo.
Y aun teniendo de subalternos a los mejores policías de México, entre otros, los operadores de la llamada Guerra Sucia, nunca procedieron en contra de un trabajador de la información.
5 (Un gatillo para León Segovia)
El saldo social en el primer año de Nahle es el siguiente: Un reportero, preso. Otro, secuestrado y desaparecido. Otra periodista, asesinada.
Y en el otro lado de la moneda ríspida:
Más feminicidios. Más secuestrados. Más desaparecidos. Más crímenes. Más fosas clandestinas.
Así, y “al pie de la letra” han sido los doce meses del primer año del sexenio.
¿Cómo, de qué manera conservar la fe y la esperanza?
¿Cómo creer en el sexenio 2024/2030?
Caray, tanta humanidad en la era Nahle que Rafael León Segovia fue encarcelado horas antes de la cena navideña con su familia…
Tenían prisa y urgencia.
Y como aseguran en el discurso oficial, fuera a escapar.
Y cuando ya lo tenían “en la mira”.
El gatillo en su persona.
Posdatita: Ta’canijo, duro y rudo, el asesinato de un bebé en Rafael Delgado. En un fuego cruzado, a la medianoche, por una bala perdida, ajá. Los malandros, dueños del día y de la noche. Y del destino individual, familiar y colectivo. “Haciendo de las suyas”. A eso hemos llegado…

