Pero… la prudencia ha llegado a su fin. Todo indica. Manuel Huerta tiene ya un boxeador trepado en el ring.
Es el secretario de Trabajo, Previsión Social y Productividad de Nahle. Luis Arturo Santiago Martínez.
El secretario ha sido categórico:
“Manuel Huerta, dijo, en un político con ambición personal y con un discurso populista” (La Jornada Veracruz, miércoles 24 de diciembre).

DOS. Resentido con Nahle

Incluso, el secretario dijo del sociólogo Manuel Huerta que está confundido. Y con “revoloteo de ideas… que lo alejan del rumbo”.
El funcionario fue, digamos, generoso. Más, considerando que el senador ha sido reincidente.
Su resentimiento a Nahle porque igual, igualito que Cuitláhuac García, le ganó las neuronas y el corazón a AMLO, el ex, para ser ungida candidata de MORENA a gobernadora.
Más cuando Huerta se considera el amigo de Veracruz más cercano a Andrés Manuel López Obrador y desde tiempo inmemorial.
Digamos, igual, igualito, que Amado de Jesús Cruz Malpica, a la sazón presidente municipal de Coatzacoalcos, listo, por cierto, para entregar el mando edilicio.

TRES. Rancio y mentiroso…

Peor tantito: El secretario ensartó par de adjetivos calificativos al senador.
“Rancio y mentiroso” le llamó.
Quizá, ninguna duda existiría, es lo que el senador ha buscado durante tanto tiempo.
Es decir, una respuesta oficial de Nahle “en vivo y a todo color” para avivar su resentimiento.
Más, porque el secretario le reprochó ser un político incongruente que “mantiene alianzas con el grupo de los Yunes”.
Tú, le dijo, “comes, cenas y te abrazas con los Yunes.

CUATRO. Aliado de los enemigos de Nahle

Huerta “come, cena y se abraza con” aquellos Yunes de quienes Nahle acuñara frase memorable, recordable y bíblica:
“Voy a exterminar a los Yunes”, anunció meses anteriores.
Es decir, y en la interpretación del secretario de Trabajo, Huerta se ha aliado con los enemigos de Nahle.
Los Yunes azules.
Los dados, pues, están echados.
“La moneda dando vueltas en el aire”.
Huerta significa la gran piedrota en la zapatilla de Nahle.
Durante más de doce meses la ha estado sacrificando en el palenque en lugar, incluso, de Huerta rompiendo con AMLO porque en par de ocasiones lo dejó “vestido y alborotado”.
La primera, se insiste, con Cuitláhuac García. Y la segunda, con Nahle.
Huerta, creyéndose en el legítimo heredero obradorista de la silla embrujada del palacio.

CINCO. Huerta 2030

Es más, el titular de Trabajo lo expresó sin rodeos: “Manuel Huerta pretende desgastar al actual gobierno con miras a su aspiración de competir por la gubernatura de Veracruz”.
De hecho y derecho, Santiago Martínez aceptando que los dardos venenosos de Huerta en contra de Nahle germinan en el surco fértil.
Y por eso mismo, desgastando al gobierno del Estado.
El senador, agigantando las heridas sociales en un Veracruz con varios campeonatos nacionales:
Secuestros. Desapariciones. Extorsiones. Feminicidios. Asesinatos. Fosas clandestinas. E impunidad.
Y, claro, desempleo, subempleo, salarios “carroñeros y miserables” y la migración a Estados Unidos. (lv)