Stockar, tratando de evidenciarla… Pfeiffer, a la defensiva… Y con un maestro de maestros como director editorial… Robert Redford… Veterano del periodismo…

ROMPEOLAS: Stockard, de unos cuarenta años… Pfeiffer, de unos veinte… Stockard, más famosa y respetada, apostando a la ironía y el descrédito… Pfeiffer, apostando a ganar exclusivas… Stockard, evidenciando los datos manejados por Pfeiffer en sus textos… Pfeiffer, firme, inalterable, buscando información hasta debajo de las piedras… Stockard, sintiéndose derrotada, renuncia a la estación televisora para trasladarse a otra demarcación de Estados Unidos en noticiero estelar… Pfeiffer, teniendo la gran oportunidad de su vida reporteril cuando estando entrevistando a un preso en el reclusorio estalla un motín de presos (y con varios muertos) y ella tiene la suerte, la gran suerte, de estar ahí… En el centro del infierno…

ARRECIFES: Entonces, y desde adentro de la cárcel, cuenta “la cruda verdad”… Los presos amotinados dueños de la dirección del penal… En tanto, el gobernador rechaza los hechos de manera sistemática… Pero como al lado de Pfeiffer está el camarógrafo y registrando los hechos, la televisora se enlaza en cadena nacional y se vuelve la noticia estelar… Y Pfeiffer, “en vivo y a todo color” en el país… Aterrizando en lo más alto de la cima…

ESCOLLERAS: Pfeiffer gana la batalla mediática a Stockard Channing… De periodista en una filial de la cadena televisiva la nombran titular de un noticiero nacional… De la aldea, al estrellato… Del infierno penitenciario recién vivido al paraíso terrenal… Y todo, y entre otros hechos y cositas, porque tuvo suerte… Muchísima suerte de estar en el momento adecuado, ideal, clave, para trascender… Una película maravillosa para refrescar la vocación reporteril… Siempre, siempre, siempre, atrás de la mejor noticia… Digamos, la de ocho columnas… Y en portada… Y en exclusiva, incluso… La noticia, por encima de todo… Y de todos… Y sin perder nunca “el ojo de tigre”… La mirada acechando los hechos… Y mirando lejos…

PLAZOLETA: Desde la escuela secundaria, el personaje interpretado por Michelle Pfeiffer soñaba con el periodismo… Contar historias… Buscar hasta encontrar noticias estrujantes… Hechos sociales, mucho más allá de los sucesos políticos… Los pendientes de la gente en lugar de las declaraciones de los políticos arrojándose incienso… Y si se ocupaba de los políticos, únicamente era para evidenciar y cuestionar su ejercicio del poder… El político, a gobernar… El reportero, a informar… El político, a ocultar hechos… Y el periodista a escarbar debajo de las piedras para encontrar la punta del iceberg… (lv)