Y hasta podrás crecer.
Incluso, lo advirtió a tiempo la actriz María Rojo cuando estudió en la facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana en Xalapa y fue invitada a varias obras teatrales exitosas, pero de pronto sintió que Xalapa “le quedaba chiquita” y del corredor no pasaría.
Entonces agarró camino de regreso a la Ciudad de México y fue una constelación.

DOS. Mirando lejos…

La misma historia, por ejemplo, con otras artistas.
Salma Hayek: del pantano en Coatzacoalcos al viejo Distrito Federal y a Los Ángeles y a París y en donde vive en un castillo casado con uno de los nueve hombres más ricos de Europa.
Y con la hija de ambos. Valentina.
En momento estelar lo dijo Emilio Azcárraga Jean: “Salma mira lejos”.
Y miraba lejos porque Salma le renunció a los dos años de exclusividad en Televisa y “quemó sus naves” en el DF y se instaló en Los Ángeles.

TRES. “Tres veces te engañé”…

Fue el caso de Paquita la del Barrio.
De Alto Lucero a Xalapa y de Xalapa a la Ciudad de México y en donde fue grandiosa. Trascendiendo.
Una de sus canciones, el himno nacional de las mujeres. “Tres veces te engañé”.
Yuri, Yuridia Valenzuela, la jarocha más alegre del mundo. Y la más dichosa. Y la más feliz. Y exitosa en el continente latinoamericano.
En la nostalgia, desde Xalapa donde vive el fotógrafo Víctor Sevillano Pérez siempre la ha recordado pues tocaba en el conjunto musical donde Yuri comenzara su gran historia en el puerto de Veracruz.

CUATRO. Migró del pueblo

Blanca Estela Pavón nació en Minatitlán en el primer tramo del siglo pasado.
Y atrás de su vocación artística dejó el pueblo de petroleros y marchó al viejo Distrito Federal.
Con tan buen karma y extraordinaria vibra que, por ejemplo, filmó películas estelares con Pedro Infante.
Incluso, hubo quienes cacarearon un romance feliz entre ambos.
A los 23, 24 años, sufrió un accidente aéreo. Y perdió la vida.
Pero en los pocos años filmó más de cuarenta películas. Y trascendió de la aldea, la provincia, el rancho, a la metrópoli más grande del planeta.

CINCO. Quedar en provincia…

Adriana Abascal fue Miss Veracruz, Miss México y participó en el certamen de Miss Universo.
Quedó en buen lugar. Y el mundo floreció con toda magnitud en su vida.
Casada, por ejemplo, con el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo.
Viuda, casada con uno y otro y otro magnate.
Vive en París. La ciudad más bonita del mundo. La más universal. La más bella. La más completa en servicios culturales. Y sociales.
Todos ellos, entre tantos otros, dejaron atrás el corredor. La aldea. El rancho.
La única estrategia para estar, ser, vivir, desarrollarse y trascender.
De quedarse en provincia “no pasa uno de perico verde” dice el viejito del barrio lleno de nostalgia y mirándose a sí mismo. (lv)