La mayoría, durmiendo en el suelo.
Con la comida fría.
Sin poder bañarse.
Con pésima atención médica.
Maltratos.
Abusos.
Vejaciones y humillaciones.
Un campo de concentración en Miami.
Gran reportaje en el periódico “El País”.
Además, la feroz persecución de la policía migratoria.
La Casa Blanca ofreciendo el pago de trescientos dólares a los norteamericanos por cada migrante detenido y entregado.
La vigilancia de la migra en el río Bravo.
Y en el desierto.
En el desierto, los famosos rangers, boinas negras y rojas como soldados en las guerras de EU en los otros extremos del mundo, cazando con sus rifles y R 15 a los migrantes.
La migra invadiendo iglesias y templos para detener a los ilegales.
La migra en las escuelas primarias contra los hijos de migrantes.
Niños. Menores de edad. Adolescentes.
La migra en feroz persecución en las Ciudades Santuarios, allí donde gobiernan demócratas y los protegen.
La migra, cazando migrantes en puestos callejeros.
La migra, cayendo de sorpresa tanto en restaurantes (comida rápida) y ranchos agropecuarios donde laboran los indocumentados.
Los migrantes blindándose entre sí.
Cuidándose.
Protegiéndose.
Y protegiéndose hasta donde posible es.
El 99.9 por ciento de los migrantes huyendo de sus países debido a la errática política económica para animar y reanimar la creación de empleos en las regiones indígenas, campesinas, obreras, suburbanas y urbanas.
Salarios pichurrientos de entre cinco a seis mil pesos mensuales.
Y sin las prestaciones económicas, médicas y sociales de ley.
De hechos, todos los migrantes huyendo del desempleo, el subempleo y la jodidez.
Y en EU, el peor infierno de la vida con el presidente Donald Trump.
Once meses así y lo peor entre lo peor, nada ni nadie lo detiene.
Incluso, los migrantes como “carne de cañón” de Trump para presionar y lograr objetivos superiores con los presidentes de otras naciones.
El amiguito del millonario pederasta, Jeffrey Epstein, con sus chicas menores de edad como gancho erótico.
El presidente construyendo un salón de baile en la Casa Blanca y que llevará su nombre.
El presidente recibiendo el Nobel de la Paz de la FIFA pues la Academia Sueca rechazó la propuesta para condecorar al presidente de Estados Unidos con el Nobel.
Los migrantes detenidos, en campos de concentración.
Los campos de concentración de Adolf Hitler y José Stalin.
Y los campos de concentración del general Augusto Pinochet en Chile.

2 (225 años de migración y todo empeora)

Con Porfirio Diaz Mori (34 años en la silla embrujada del Palacio Federal) inició la migración a Estados Unidos.
Desde entonces, creciendo en forma desorbitada. Imparable. Un migrante lo dice así: “Más vale ser pobre en EU que en México”.
Pero el trasfondo económico y social es concreto y específico:
La escasez de empleos.
Y empleos dignos.
Y cubiertos con justicia laboral.
Y para vivir la familia con dignidad.
Montón de presidentes de la república y gobernadores han caminado de un periodo constitucional al siguiente y la migración ahí sigue.
Y como han transcurrido 225 (doscientos veinticinco) años con la migración, entonces, simplemente, ninguna esperanza (por más fe, mucha fe, que pueda tenerse) para soñar con arraigarse en México con empleos atractivos.
Bastaría referir una constante: Luego de cargar la mochila escolar al hombro durante más de veinte años, los egresados de universidades públicas y privadas perciben un salario de entre cinco a seis mil pesos mensuales.
Y si bien les va.
Entonces, hasta ellos mismos huyen del país camino a EU.

3 (Presidentes… calladitos)

Indicativo: En EU, el presidente de la república aumenta la feroz persecución contra migrantes.
Y los países productores de migrantes… calladitos.
Salvo, por ejemplo, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Gustavo Petro, de Colombia.
Nicolás Maduro, de Venezuela, rafagueando a Trump, pero por otros motivos y pretextos.
Significativo: Con todo, la migración continúa.
Imposible cruzarse de brazos y esperar la muerte económica.
Nada como migrar a EU como la última esperanza de sobrevivencia.
En una película sobre migrantes intitulada “Deportados”, Julio Alemán interpreta a un ilegal y la migra lo mata y por la espalda cuando huía de ellos.
En otro filme sobre migrantes cruzando el desierto, Ignacio López Tarso estalla contra su amigo y lo mata y después mata a la esposa y luego él muere.

4 (Paradojas de la vida)

México, rico en recursos naturales.
Seis de cada diez mexicanos en la miseria, la pobreza y la jodidez.
Doscientas familias dueñas de más del sesenta por ciento de la riqueza natural.
Muchos, demasiado, excesivos pobres. Y pocos, poquísimos, pudientes.
Un sistema político y económico en el país favoreciendo el enriquecimiento de las élites.
Y la migración, ni modo, inevitable.
Lo dice Joaquín Cosío como “El Cochiloco” en la película “El infierno” del cineasta Luis Estrada: “Soy narco es porque no hay de otra”.
“El Cochiloco” con seis hijos.
En un corrido norteño llaman a los migrantes “la raza de oro”.
Ta’gueno.
Un millón de paisanos originarios de Veracruz como migrantes en EU.
Trabajando en los ranchos agropecuarios.
En restaurantes como lavaplatos y lavando baños.
En la industria de la construcción como albañiles y pintores de brocha gorda.
“Los empleos que ni los negros hacen” decía el presidente panista, Vicente Fox Quesada.
Pero ni hablar, “aquí nos tocó vivir y qué le vamos a hacer”.
En EU, para los migrantes, la cárcel, los campos de concentración y las deportaciones. (lv)