Los tres, de Coatepec. Pueblo Mágico. Mágico, en ningún momento, claro, por los polis sobornadores.
Cristian N. Jaime N. y José N.
El 6 de diciembre recibieron lanita de una víctima para hacerse tontos sobre “la presunta tala ilegal de árboles”.
Y la víctima, todo indica, se quejó.
Entonces, y con la nueva fiscal general al mando, seis días después, detenidos.
El delito, extorsión agravada.
La víctima, F. C. L.
La Unidad Especializada Contra el Secuestro y la Extorsión cumpliendo la orden de aprehensión.
Nuevos vientos (quizá, quizá, quizá) soplando en la fiscalía general.

DOS. Recuperar confianza ciudadana

Un buen avisito parroquial.
Animando y reanimando, digamos, las neuronas, el corazón y el hígado social.
De acuerdo con los expertos, entre más pronta, rápida y expedita actúe la fiscalía general luego de la denuncia de un desaguisado, la impunidad iría quedando atrás.
Y al mismo tiempo, recuperando la fiscalía general la confianza ciudadana y tan importante en la vida colectiva.
“Se cruzan los dedos” para crear y recrear el “Veracruz de moda” y que desde hace ratito es cacareado en el palacio central de Xalapa.

TRES. Veracruz turbulento y huracanado

Feminicidios. Secuestros. Desapariciones. Extorsiones. Crímenes. Y fosas clandestinas.
Caray, solo de imaginar la filosofía social del trío de policías de Coatepec aplicándose en la extorsión vaya pitorreo de la procuración de justicia.
Digamos, y como suele cacarear el dicho popular, “la iglesia en manos de Lutero”.
Los policías, compitiendo con los malosos y malandros en la extorsión.
Los guardianes del orden público a cargo de los cohechos.
Y con la patrulla policiaca, el uniforme, la gorrita, el bigotito y los lentes negros de por medio.

CUATRO. Rebatinga policiaca

La feroz competencia malandresca en un Veracruz turbulento:
A: los carteles y cartelitos. Sicarios y pistoleros.
B: los policías entrando a la rebatinga.
C: los policías estatales y municipales sembrando y multiplicando el terror en el alma ciudadana. Las familias. Los hogares.
D: la tolerancia de los alcaldes con los malos policías. Y de la secretaría de Seguridad Pública. Y de la Fiscalía en el tiempo pasado.
Una losa policiaca y social demasiado pesada para las corporaciones policiacas. Pero más, mucho más, para los ciudadanos, las víctimas.

CINCO. Dar seguimiento al proceso penal

Ojalá la fiscalía general boletinara en su momento el proceso penal y la sentencia al trío de policías extorsionadores de Coatepec.
El total del dinero extorsionado. La condena carcelaria. El despido (y como es lógico y natural). Vaya a ser, que de pronto, ajá, los envían al otro extremo de Veracruz comisionados para garantizar la seguridad en la vida y los bienes.
El “Veracruz está de moda” cargando la cruz a cuestas. Y con el enemigo en casa.
Lo escribió Morris West en la novela “El arlequín”:
Un imperio y un emporio son destrozados desde adentro.
La corrupción desde las corrupciones policiacas.
Sean policías municipales y/o estatales. (lv)