Que Carolina Gudiño, al PRI
1 (Y para resucitar a un muerto)
El columnista Arturo Reyes Isidoro ha ganado una exclusiva, todo indica.
En su columna "Prosa aprisa" destapó, mejor dicho, ungió a la priista Carolina Gudiño Corro como nueva presidenta del CDE del PRI.
El trascendido de la renuncia de Adolfo Ramírez Arana como el presidente en turno.
La secretaria General, Lorena Piñón, a cargo del partido, pero sólo para convocar al Consejo Político y ungir a la Gudiño como la sucesora.
Gudiño, ex diputada federal.
Expresidenta municipal de Veracruz.
Joven política formada a la sombra de Fidel Herrera Beltrán.
Promovida en su oportunidad (hasta donde se conoce si se conoce bien) por el priista Salvador Manzur Díaz, uno de los Muchachos Fieles de Fidel Herrera Beltrán.
Gudiño perdió la curul federal por el distrito de Boca del Río.
Perdió la alcaldía jarocha cuando la buscara por segunda ocasión.
Y aun cuando en el camino bien pudo migrar al Partido Verde del chamán Javier Herrera Borunda se ha mantenido en el partido tricolor.
Ahora, y a tono con Reyes Isidoro, con un pie en el trono priista y el otro, en la espera.
Vaya a saber que la sabiduría del gurú Jorge Uscanga Escobar se imponga cuando describe el ejercicio del poder en que el militante se acuesta candidato a un cargo público y amanece en el piso.
Destronado.
De entronizarse en el CDE del PRI, Gudiño Corro sería la segunda mujer comandando al expartidazo.
La primera, Elizabeth Morales. Ahora, petista. Cercana, digamos, a las tribus políticas de MORENA.
Un hermano de Gudiño, Regidor en el Ayuntamiento de Veracruz a partir del primero de enero, 2026.
Su esposo, quien también anduvo en la polaka, en la RENATA (Reserva Nacional del Talento).
Y en un Veracruz donde el PRI ha perdido la gubernatura en tres ocasiones.
La primera, con un panista.
Y las otros dos, con Morenistas.
Y montón de diputados locales.
Y federales.
Y ni se diga el montón de presidentes municipales.
Un partido político, en el atolladero.
Mejor dicho, en el rincón más arrinconado del infierno.
Ni siquiera en el purgatorio para resucitar algún día.
Y aun cuando el futuro, futuro es, únicamente (se percibe por ahora) un milagro, ultra contra súper milagro, devolvería al PRI a los privilegios del poder en el siglo pasado.
Más de setenta años en el mando.
Entonces, si Carolina Gudiño será la nueva presidenta tendrá mucha entereza y fortaleza moral y social y política para cargar la cruz a cuestas.
Y sobre un camino lleno de espinas, cardos y abrojos.
Y derecho, derechito (y por lo pronto) al Gólgota político.
Claro, y como la leyenda bíblica, bien podría ("con el tiempo y un ganchito", ajá) resucitar muertos.
2 (Fidel, el gran chamán)
Carolina Gudiño estudió en la Escuela Fidel Herrera Beltrán.
Quizá una de las discípulas más aventajadas.
La experiencia fidelista desparramada en el camino de Gudiño.
Fidel, el político que elevaba a secretaría de Estado los puestos menores conferidos.
Y los hacía importantes.
Fidel, desde su partida de Nopaltepec, Cosamaloapan, a Xalapa y al viejo Distrito Federal y a Londres y a la ciudad de México y a Veracruz de gobernador, en la vida política y la administración pública. (lv)

