Indígena torturado
**Y por policías
**Defensa de un jesuita
EMBARCADERO: En Huayacocotla, más adelantito de la sierra de Chicontepec, en lo más profundo del norte de Veracruz, un sacerdote jesuita sostiene y con mística superior la defensa de unos indígenas otomíes... En los límites de Veracruz con Puebla, y por la zona serrana, el jesuita Alfredo Zepeda ha tocado todas las puertas y ventanas imposibles... Y su clamor es una plegaria desoída por el gobierno de Veracruz
Y quizá esperando la justicia (¿la compasión, la piedad?) de la Suprema Corte de Justicia de la Nación con el presidente de origen mixteco…
ROMPEOLAS: El sacerdote jesuita ofrendando su nombre y prestigio y credibilidad en defensa del otomí Diego Fernando Bonilla… Torturado por tres policías ministeriales de la Fiscalía de Huayacocotla… Y en cuarto cerrado… “Envuelto en una cobija para inmovilizarlo… Un policía trepado con su rodilla sobre su pecho, mientras otro le sujetaba la cabeza y el tercero le metía agua mineral por la nariz” (La Jornada, 23 de abril del año 2025)… Es decir, en la era Nahle… Y en la era de la Fiscal Verónica Hernández…
ARRECIFES: Diego fue llevado a Huayacocotla “como testigo del asesinato de su amigo Adán Reyes” (La Jornada, 4 de diciembre, 2025, “Veracruz protege a torturados”, página 19, primera sección)… El objetivo, incriminar al hermano de Adán, Silverio Reyes… Y Diego, otomí puro, apenas, apenitas, entendiendo una que otra palabra en español de los policías torturadores… “Sentía que moría ahogado por el agua atiborrado en su nariz y garganta”… Simplemente, en el segundo sexenio de la izquierda obradorista en Veracruz, “en la plenitud del pinche poder” de los derechos humanos… La dignidad por encima de todo… Así, “con el testimonio falseado el fiscal itinerante metió en la cárcel de Huayacocotla a Silverio Reyes”…
ESCOLLERAS: Entonces, los abogados del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro y del Comité de Derechos Humanos de Huayacocotla, y tan ligados a los jesuitas de Huaya, “interpusieron la denuncia contra los torturadores de Diego Fernando en la Fiscalía Especializada en Investigación del Delito de Tortura en Xalapa”… Y allí, sin rodeos ni ambages, “la Fiscalía de inmediato se dedicó a poner obstáculos a los abogados de la víctima en lugar de investigar a los torturadores”… Es decir, a los policías ministeriales… Tres de ellos… Peor, mucho peor todavía:…
PLAZOLETA: El Fiscal Especializado, Cristian Emmanuel Silva Mirón, decretó “el no ejercicio de la acción penal” contra los policías… Y el juez de Huayacocotla, Felipe López Aburto, lo ratificó… Así, “el delito de tortura contra Diego Fernando Bonilla sigue impune… En tanto, los jesuitas de Huaya “esperan una recomendación contundente de la Comisión de Derechos Humanos de Veracruz (Namiko Matzumoto) contra la simulación de la fiscalía especializada”… El sacerdote jesuita Alfredo Zepeda acaba de publicar el libro “La palabra alcanza lejos”… (lv)

