Olvidados 7 desaparecidos
**Los ríos los arrastraron
**En el norte de Veracruz
ESCALERAS: Hace casi dos meses (seis de octubre), las lluvias, los ríos desbordados y las inundaciones en el norte de Veracruz originaron, entre otros hechos, la muerte de 37 (treinta y siete) personas.
Y al mismo tiempo, y desde entonces, siete personas sin localizar.
Entre ellos, una maestra y su hija.
Siete vidas. Vidas invaluables.
De acuerdo con los testigos y paisanos y vecinos, a las siete personas las habrían arrastrado los ríos impetuosos.
Pero hecho concreto y específico, indicativo y significativo, todo indica la búsqueda de todos ellos ha sido, está, abandonada.
De igual modo, por ejemplo, como en el abandono los expedientes de feminicidios y mujeres y hombres asesinados en un Veracruz campeón nacional en fosas clandestinas.
PASAMANOS: Peor tantito si se considera el dato revelador de la secretaria de Protección Civil de mil veintidós millones de pesos destinados para resarcir la vida social en el norte de Veracruz.
Allí donde, por desventura, la fama de Álamo escalara en el palenque nacional (“Veracruz de moda) con el video diez sicarios encapuchados y encañonando a una profesora jubilada y de oficio taxista y arrodillada y leyendo un comunicado convocando a los taxistas a “pagar la cuota del derecho de piso o terminarán como yo”.
A la fecha, dijo la titular de Protección Civil en el Congreso, de los mil 22 millones de pesos únicamente han ejercido catorce millones.
Nadie mal pensado se atrevería a sentir, creer y percibir el erario sudando en el mundo bursátil.
CORREDORES: En muchos pueblos y en circunstancias parecidas de personas tragadas por la corriente pluvial suelen integrarse comités de búsqueda y rescate de los familiares y los vecinos para buscarlos aguas abajo de los ríos.
Pero en el caso, y en el tiempo de los derechos humanos como filosofía social y política de la izquierda, nadie (parece, todo indica y hasta donde se sabe si bien se sabe) está rastreando la pista de las siete personas del norte de Veracruz.
Quizá, quizá, quizá, estarían muertas. Pero de ser así, caray, buscar los cadáveres para la sepultura en el panteón municipal.
Desidia, menosprecio y desprecio por la vida en el gobierno del Estado.
BALCONES: ¡Ay, los derechos humanos de la izquierda!
La vida. La dignidad. La libertad. El legítimo derecho a vivir. Y vivir, claro, dentro de los límites de la ley.
Un empleo digno. Calidad educativa. Calidad de salud pública. El desarrollo humano.
Siete personas desaparecidas por las lluvias y los ríos desbordados y las inundaciones en el norte de Veracruz.
¡Ay, si los desaparecidos fueran los hijos, los hermanos, los tíos, los primos, de un funcionario público!
Como establece el dicho ranchero, “otro gallo les cantaría”.
PASILLOS: “Delito de lesa humanidad”:
Ya nadie, ninguna autoridad, los estaría buscando.
Quizá, quizá, quizá, los cadáveres (en caso de ser así) arrastrados por las corrientes de los ríos hasta desembocar en el Golfo de México.
Y en el Golfo de México habrían de buscarse. (lv)

